Por qué y cómo animar a los niños a que participen en un voluntariado

Mediante el ejemplo podemos enseñar a nuestros hijos qué es la solidaridad

Adriana Méndez, Escritora y redactora
En este artículo
  1. ¿Por qué dejar que los niños formen voluntariados?
  2. ¿Pero no es una imagen demasiado fuerte para que vean?
  3. ¿Cómo podemos iniciar con estas motivaciones?

Seguramente has visto muchas campañas de voluntariado en las redes sociales o cerca de tu vecindario, para diversas causas: alimentación, salud, construcción, rescate de animales, etc. En todas ellas participan profesionales multidisciplinarios, pero también personas que quieren aportar un grano de arena en favor de contribuir con una diferencia que beneficie a los demás. Igual que los adultos, los niños también pueden ser voluntarios. Por eso, a continuación te damos algunos consejos para animar a tus hijos a que participen en un voluntariado.

¿Por qué dejar que los niños formen voluntariados?

Animar a los niños a participar en un voluntariado

Programas como los boys o girls scouts, actividades benéficas, campamentos vacacionales... Existen distintas iniciativas que promueven el voluntariado entre los más pequeños. Y es que, además de estar ayudando a los demás, el hecho de que los niños participen en un voluntariado también tiene beneficios para ellos:

- Los voluntariados pueden enseñar a los niños distintas habilidades o capacidades nuevas, lo que ayuda a su formación integral.

- Educamos en valores tan importantes como la solidaridad o la generosidad.

- Estas actividades también cambia sus relaciones sociales e interpersonales.

- Es una oportunidad para trabajar la inteligencia emocional.

- Mientras más contacto tengan los niños con causas sociales, mayor sensibilidad y empatía pueden desarrollar a futuro.

- Además esto también ayuda a que los pequeños desde temprana edad puedan apreciar las cosas de una forma que no harán en ninguna otra circunstancia, ya que tienen un contacto real de las múltiples situaciones de otros niños, familias, personas o animales que se encuentran en desventaja. Lo que ayuda a formar el carácter y la forma de enfrentarse al mundo.

- Un voluntariado fomenta la autonomía y la responsabilidad.

¿Pero no es una imagen demasiado fuerte para que vean?

Transmitir solidaridad y generosidad a tus hijos

A muchos padres les aterra la idea de que sus hijos puedan enfrentarse a situaciones demasiado difíciles en el voluntariado que decidan hacer. Sin duda es un entorno del cual todo padre quiere proteger a su hijo, pero tampoco es saludable tenerlos encerrados en una burbuja rosa de cristal y que ignoren otras realidades a las que tarde o temprano podrán estar expuestos. Es preferible que puedan enfrentar estas situaciones, con la guía de expertos, otros voluntarios y los mismos padres, quienes cumplen el papel de acompañantes y evitan un brusco impacto.

Esto ayuda a que los niños puedan comprender mejor la importancia de su participación en este tipo de obras sociales, en lugar de formarse como jóvenes frívolos y desentendidos de los problemas que rodean al mundo.

Otro beneficio que presentan es que, si en algún momento, ellos mismos se ven envueltos en una situación similar, pueden contar con las herramientas adecuadas para solventarlo o pueden contar con el apoyo futuro de aquellos a quienes apoyaron.

¿Cómo podemos iniciar con estas motivaciones?

Una vez que ya tenemos claro que la participación de los niños en los distintos voluntariados es positiva, ¿cómo podemos animarles a llevar a cabo estas actividades solidarias? Te damos algunos consejos a continuación:

1. Da el ejemplo
Por supuesto, una de las mejores formas de incitar a los niños a ser parte de un voluntariado es que, como padre, des el primer paso y te involucres, especialmente en uno donde puedan contribuir juntos a una causa. Así, el trabajo será incluso más divertido y tu niño podrá tener un aprendizaje más completo.

Se proactivo y lleva a tu hijo a averiguar sobre causas en instituciones sin fines de lucro, casas de ancianos, escuelas públicas u otras organizaciones donde puedan ser ambos voluntarios y con el tiempo verás, que tu hijo se contagiará de esa motivación para actuar por su propia cuenta.

2. Contribuye con la comunidad
Bien sea organizando rondas para limpiar las calles, recoger la basura, plantar árboles, cuidar el ambiente, realizar actividades deportivas o dinámicas para entretener a los jóvenes y adultos, etc. Las comunidades siempre necesitan contribución de sus vecinos en múltiples actividades que puedes realizar junto a tu pequeño.

3. Genera tu propia causa
No es necesario que esperes unirte a una organización para contribuir con alguna causa social con tus hijos. Puedes motivar a tus niños a realizar ventas, a través de vendimias o manualidades y recaudar dinero para donar a alguna caridad, escuela, biblioteca comunal, hospitales, hogar de ancianos, refugio de animales, causas ambientales.

También puedes enseñarle la importancia de donar todas aquellas cosas que ya no utilice como ropa, juguetes, libros, etc. Lo que ellos puedan ver como inservible, puede ser el tesoro que otra persona podrá apreciar con todo su corazón.

4. Ofrece tus conocimientos
Una buena forma de prestar un servicio social es ofreciendo tus conocimientos a otros y esta es una gran actividad para incluir a tus hijos, ya que estos también pueden ofrecer sus conocimientos y aprender también de otros. A través de clases particulares, enseñanza de otros idiomas, actividades deportivas, clases de dibujo, siembra y cuidado ambiental, etc.

5. Contribuir con pequeñas causas
No siempre el ser voluntario es sinónimo de pertenecer a alguna organización o una acción especial masiva. Sino que podemos contribuir con un cambio significativo con pequeñas cosas que alegran el día y esas son las causas que más se aprecian y las que dejan una gran enseñanza a los más pequeños para que sean adultos responsables y ejemplares.

Estas actividades son contribuir con los demás en el día a día, por ejemplo: Enseña a tu hijo a ayudar con la limpieza del hogar, a cuidar del jardín y los espacios verdes, a no maltratar a los animales, a ayudar al profesor en el aula de clases, explicarle a un compañero algo que no entienda, leyendo cuentos a niños más pequeños, acompañando a algún compañero que reciba burlas, defendiendo lo correcto y denunciando lo incorrecto y teniendo modales que quiera enseñar a otros, etc.

Los mejores voluntariados son aquellos que nos dejan un impacto positivo, no solo a quienes ayudamos sino también a nosotros mismos.

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