Interferencias de los padres que dañan a los niños. Alienación parental

Qué hay que evitar para que un proceso de divorcio o separación no sea dañino para los hijos

Rosa Del Rincón, Psicóloga
En este artículo
  1. Alienación parental vs. interferencias de los padres
  2. 5 ejemplos de interferencias parentales que dañan a los niños
  3. Cómo afectan las interferencias de los padres en un divorcio
  4. Cómo evitar el daño a los niños en una separación

Aunque es posible que hayas oído hablar del término alienación parental, cada vez se buscan más otros conceptos menos culpabilizadores como el de las interferencias de los padres. Estas se producen cuando uno de los padres habla mal al niño de la otra parte de la familia y, por lo general, suele darse en procesos de separación o divorcio. Conocemos algunos ejemplos y cómo evitarlos para evitar que sean tan dañinos para los niños.

Alienación parental vs. interferencias de los padres

Diferencia entre alienación parental e interferencias

El síndrome de alienación parental es actualmente una denominación polémica que hace referencia a las manifestaciones de rechazo hacia un progenitor por parte de los hijos, producida por la manipulación voluntaria del otro progenitor, es decir, cuando el padre o la madre, habla mal del otro u obstaculiza la relación con la otra parte.

En la actualidad, 'alienación parental' no es un término aceptado puesto que no se considera que tenga base científica, de ahí que se considere 'síndrome'. Pero no podemos negar, que este tipo de escenarios, pongamos el nombre que pongamos, EXISTEN y tienen repercusión en los niños y niñas.

En lugar de usar el término de 'alienación parental', un concepto que podría ser más apropiado sería el de interferencias parentales, puesto que son los padres los que, de una manera activa, interfieren en la relación que el niño pueda tener con la otra parte. Además, el término interferencia parental puede ser más acertado y amplio, al hacer referencia a las acciones, ya sean de manera voluntaria o involuntaria, que un padre o madre lleva a cabo y que afectan al vínculo del niño con el otro progenitor.

Si empleamos el término síndrome de alienación parental (SAP), probablemente ninguno de nosotros como padres nos veamos identificados como agentes de tal síndrome, puesto que ninguno queremos una repercusión negativa en nuestros hijos y veremos la pérdida del vínculo de nuestro hijo con la otra parte como algo normal del proceso de separación o divorcio.

Sin embargo, quizá sea más fácil hacernos conscientes de que algunas de nuestras conductas o manifestaciones, de manera voluntaria o involuntaria, de manera consciente o inconsciente, sí pueden llegar a interferir en el vínculo de nuestro hijo con el otro progenitor, y, por ende, se vería afectada la estabilidad emocional de nuestro hijo. Desde este otro punto de vista, estoy segura de que te gustaría saber si tú, que eres consciente de que no tienes buena relación con el otro progenitor, estás llevando a cabo alguna de estas interferencias parentales que pudieran afectar a la estabilidad emocional de tu niño o niña.

5 ejemplos de interferencias parentales que dañan a los niños

Interferencias de los padres dañinas para niños

A continuación, vamos a ver cinco formas de interferencia parental con sus ejemplos:

1. Realizar comentarios negativos, insultos o faltas de respeto hacia la otra parte, ya sea de manera directa o más sutil. 'Tu padre es que siempre llega tarde a todos los sitios' (cuando se retrasa un poco en la recogida); '¿Esa es toda la merienda que te ha dado tu madre?' (cuando el niño nos cuenta lo que ha hecho merendando con su madre); 'Tu madre lo que quiere es sacarme todo el dinero' (cuando estamos en procesos judiciales); 'Tu padre solo se preocupa de ti para lo que le interesa' (cuando nuestro hijo nos cuenta algo bueno de la otra parte).

2. Premiar comportamientos despectivos o quejas que nuestro hijo hace hacia el otro. Es normal que, a veces, nuestro hijo se queje de su padre/madre por alguna cosa, pero lo que no debemos es premiarlo ni reforzarlo. 'Si es que tu padre siempre ha sido tonto, y no entiendo a son de qué te castiga' (cuando el niño nos dice que papá es tonto porque le ha castigado); 'Pues no te preocupes, tu madre es que es muy pesada con todo, la semana que viene le dices que no vas y punto' (cuando el niño nos dice que 'pasa' de ir con su madre porque es pesada).

3. Contarles a los niños detalles de nuestras disputas. '¡Pues no va tu padre y ahora me pide que os vayáis con él más horas!'; '¿Sabes lo que me ha hecho ahora tu madre?'.

4. Dificultar las visitas. Poner excusas del tipo 'dile que no puedes ir este fin de semana porque tienes que estudiar', 'no vayas si te encuentras mal, aquí sabes que te cuido mejor'.

5. Despedirnos de manera traumática cada vez que se va con el otro. 'Cariño, no sabes lo que te voy a echar de menos'; 'cielo, sabes que cuando te vas me quedo muy triste'; 'intenta llamarme todo lo que puedas, aunque no te dejen'.

[Leer +: La alienación parental tras un divorcio]

Cómo afectan las interferencias de los padres en un divorcio

El daño a los niños en los divorcios

Sé que os estaréis preguntando ahora, ¿de verdad que esto puede afectar emocionalmente a mi hijo? Si yo todo esto se lo digo por su bien, para que sepa quién es su padre/madre y no se lleve un chasco cuando sea más mayor. Pues la respuesta SÍ, rotundamente sí; las interferencias parentales afectan al bienestar emocional de nuestro hijo o hija y puede tener las siguientes consecuencias:

- Sentimiento de culpa o responsabilidad
No olvidemos que, hasta la separación, ambos éramos las figuras de apego de referencia primaria. Para él, seguimos siendo esos modelos de referencia, por tanto, tener que decantarse por uno u otro, le generará un conflicto interno para el que no está preparado.

- Sentimientos de miedo e inseguridad
A partir de estas situaciones de interferencia parental, el niño puede sacar terribles conclusiones: si mis figuras de apego me pueden llegar a abandonar, cualquiera lo puede hacer.

- Sentimiento de traición
Este puede surgir porque el niño se siente bien con la otra parte y, de alguna forma, siente que traiciona a la otra parte.

- Bajo rendimiento escolar, dificultades de atención
Sobre todo cuando hay incertidumbre, a veces los niños no tienen claro con quién les toca irse, si habrá o no conflicto, etc.

- Problemas de autoestima
Si el niño no se siente merecedor del cariño de sus padres, su autoestima quedará afectada.

- Déficit en habilidades sociales
Por modelado: si está bien aceptado hablar mal de mi padre/madre, está aceptado hablar mal de los demás, lo que generará conflictos entre iguales e incluso con la autoridad.

Cómo evitar el daño a los niños en una separación

Evitar el daño a los niños en las interferencias parentales

'Yo pensaba que era mejor para mi hijo que supiera toda la verdad de la otra parte', no olvidemos que verdades hay muchas y puntos de vista también. Lo que no es bueno para nosotros como pareja, no implica que no sea bueno como progenitor hacia su hijo. La buena noticia es que siempre se puede aprender y empezar a llevar a cabo conductas responsables que no interfieran en el vínculo de nuestro hijo con su madre o padre para que este se desarrolle de una manera emocionalmente saludable y segura.

Qué hacemos para evitarlo:

- Si tienes que hablar de la otra parte, hazlo de manera positiva o neutra. 'Parece que hoy tu padre llegará un poco tarde, luego le preguntamos' (Cuando se retrasa un poco en la recogida); '¡Parece que te ha gustado lo que te ha puesto de merendar!' (Cuando el niño nos cuenta lo que ha hecho merendando con su madre); 'Los dos te queremos igual, aunque nosotros ahora no estemos de acuerdo en cosas de mayores' (Cuando estamos en procesos judiciales); 'Me alegra que disfrutes con papá estos ratitos' (Cuando nuestro hijo nos cuenta algo bueno de la otra parte).

- No premiar comportamientos despectivos o quejas que nuestro hijo hace hacia el otro. Como comentábamos más arriba, es normal que, a veces, nuestro hijo se queje de su padre/madre por alguna cosa, lo que debemos hacer, al igual que cuando estábamos juntos, es no permitir las faltas de respeto, en caso de no estar de acuerdo, hablarlo con la otra parte, pero nunca desautorizar al otro.

'No puedes hablar así de papá, si él te ha castigado seguro que tenía sus motivos' (cuando el niño nos dice que papá es tonto porque le ha castigado); 'Entiendo que prefieras quedarte conmigo, pero sabes que mamá también te quiere y debes pasar tiempo con ella' (cuando el niño nos dice que 'pasa' de ir con su madre porque es pesada).

- Mantener alejados a los niños de los detalles de nuestras disputas
Evitar tener conversaciones cuando ellos estén en casa, pues muchas veces, creemos que no nos escuchan, pero sí lo hacen.

- Favorecer las visitas
'Recuerda llevarte los libros porque tienes que estudiar este fin de semana', 'papá/mamá te atenderá tan bien como yo, aquella también es tu casa'.

- Despedirnos de manera natural cada vez que se va con el otro
'Cariño, pásalo muy bien'; 'cielo, aunque no estés yo también me lo voy a pasar bien'; 'si no puedes llamarme no te preocupes, ya me contarás cuando vuelvas'.

Con estas sencillas indicaciones, podrás relacionarte mejor con tu hijo y, además, favorecerás su estabilidad emocional pudiendo fomentar el vínculo afectivo con el padre y la madre. ¿No es mejor así?

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