Construir un hogar emocionalmente sano para que los niños sean felices

Educación emocional: el respeto y la comunicación asertiva en casa hará más felices a tus hijos

Belén de Toro Mingo, Psicóloga infantil
En este artículo
  1. Cómo es un hogar emocionalmente sano para los niños
  2. Pasos para construir una familia con educación emocional
  3. Más claves para que los niños crezcan sanos y con autoestima

La familia y el hogar son la primera escuela de inteligencia emocional, donde vamos a vivenciar y experimentar desde la mejor emoción de toda (el amor incondicional) a muchas otras desagradables (enfado, frustración, decepción, etc.). Por ello, debemos aprender a construir un hogar emocionalmente sano en el que los niños puedan crecer siendo felices y con autoestima.

Los padres son los maestros principales, el espejo donde los niños y niñas se reflejan y reproducirán los mismos patrones. Y la infancia, todo el periodo en el que este aprendizaje va a dejar huella en nosotros.

Cómo es un hogar emocionalmente sano para los niños

Un hogar emocionalmente sano para los niños

Un hogar emocionalmente sano no significa un ambiente 'perfecto'. El perfeccionismo es un impostor. Debemos huir de esa imagen de familia perfecta, donde no hay conflictos, los hermanos no se pelean y los padres están siempre de acuerdo en todos los aspectos de la educación de sus hijos.

Los conflictos forman parte del día a día y de las relaciones interpersonales y es el cómo los gestionamos lo que marca la diferencia entre la persona con gestión emocional y la que no.

Por ello, no tengamos miedo al conflicto en casa o a las pequeñas discusiones, que servirán de práctica para el futuro de tus hijos. Simplemente, tenemos que reflexionar y aprender todos de la mejor forma en la que podemos gestionar los conflictos para salir reforzados.

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Pasos para construir una familia con educación emocional

Educación emocional para la familia

Aquí te dejamos algunas pistas para poder construir un hogar emocionalmente sano, dentro de lo que es la realidad de una familia.

1. El respeto
Uno de los mayores retos en las familias es poder tratarse con respeto. Sabemos que cuanta más confianza existe, mayor riesgo de traspasar algunos límites. Por ello, si los padres procuran siempre ser respetuosos entre ellos y con sus hijos, será mucho más sencillo que sus hijos los sean también.

Otro aspecto importante es detectar cualquier falta de respeto y cortarla de manera inmediata, reparando el daño ocasionado y buscando alternativas de expresar ese enfado.

2. Comunicación asertiva
En relación al respeto, debemos implantar en casa formas de comunicarnos de manera asertiva, es decir, poder decir lo que pensamos y sentimos de tal manera que no ofenda las emociones del otro. Debemos enseñar a los niños (y también hacerlo los padres) a expresarse siempre cuidando el tono, evitando palabras hirientes o expresiones insultantes. Debemos cuidar que los niños tengan un espacio comunicativo en el que estemos disponibles para escucharles.

3. Gestión de las emociones
En ocasiones somos tremendamente exigentes con los niños. Empleamos expresiones como: '¿Por qué te enfadas?', 'No es para tanto', 'No entiendo por qué te pones así'. Sin embargo, nosotros somos los primeros que en ocasiones 'perdemos los papeles' por cosas insignificantes del día a día (un atasco imprevisto, que alguien ha roto algo en casa, o algo que sencillamente no ha salido como esperábamos).

La manera en la que reaccionamos en estas situaciones es observada por nuestros hijos e interiorizadas de tal manera que 'eso' que nos ha irritado es fuente de frustración, y que la frustración puede ser muy molesta.

Si los padres empleamos estrategias de gestión emocional y somos ejemplo de ello es mucho más sencillo transmitir a nuestros hijos formas de manejar momentos incómodos y perturbadores. Todo ello es esencial para construir un hogar emocionalmente sano.

Más claves para que los niños crezcan sanos y con autoestima

Que los niños sean felices y con autoestima

Para que nuestra familia goce de bienestar emocional, tenemos que trabajar un par de claves más. No dudes en adaptarlas para que funcionen en vuestro hogar, pues cada familia tiene unas características diferentes que la hacen única.

4. Resolución de conflictos
Cuando se nos plantea un problema (normalmente suele ser a diario) debemos aplicar todas nuestras habilidades de resolución de problemas y conflictos. Desgraciadamente, hay algunos problemas que no tienen solución, pero por suerte la gran mayoría sí que los tiene.

Aplicar una actitud positiva y resolutiva ante la vida servirá para que los niños aprendan que, ante los inconvenientes de la vida, es mejor no tener una postura pasiva sino una mente creativa que aporte soluciones. Lógicamente, en ocasiones debemos tomarnos el tiempo oportuno para reponernos o pasar el mal trago que nos puede provocar un evento desfavorable, pero también saber reponernos de ellos fortalecidos.

5. Aceptación de ti mismo y de los demás
Si queremos tener una buena relación con los demás debemos aceptarlos tal y como son. La aceptación de los otros se basa primero en la aceptación de nosotros mismos. Nuestra propia aceptación personal proviene, en parte, en cómo nuestros padres nos aceptan. En este sentido, es importante que construyamos ese hogar emocionalmente sano para que nuestros hijos aprendan a aceptarse.

En ocasiones, los padres refuerzan emocionalmente a sus hijos según el comportamiento que tienen; si hacen las cosas que ellos consideran que son positivas o les convienen (por ejemplo, sacar buenas notas o ser obediente). Sin embargo, el mensaje más potente que debemos trasmitir a nuestro hijo en su día a día es que le queremos tal y como es, independientemente de su comportamiento.

Esto no excluye a que nosotros guiemos a nuestros hijos para que se desarrollen como personas íntegras y con valores. Pero reconociendo que solo por el hecho de como son, nos es suficiente. Cuando hacemos sentir a nuestros hijos que no son capaces, su autoestima se ve mermada.

Estas son algunas de las bases fundamentales para crear una familia sana y emocionalmente nutritiva donde los niños crezcan felices y seguros de sí mismos. Debemos tener muy presente que cómo tratemos a los niños hoy repercutirá en los adultos que serán mañana.

Recursos educativos sobre la familia

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