Lo bueno y lo malo de los bebés nacidos en agosto
Cómo suele ser el carácter y el temperamento de los bebés que nacen en el octavo mes del año
Los bebés nacidos en agosto serán optimistas, alegres e inteligentes; pero también cabezotas y tercos.
Se dice que la personalidad depende exclusivamente de la educación y la vida de uno. Sin embargo, lo curioso es que se pueden encontrar patrones similares para personas que han nacido en el mismo mes. En esta ocasión te contamos lo bueno y lo malo de los bebés nacidos en agosto.
Descubre todo lo bueno y lo malo de los bebés nacidos en agosto
No sabemos todavía cuáles son los factores exactos que influyen en este parecido entre niños que nacen en un mismo mes (hay un sinfín de estudios que acreditan casi cualquier teoría). A lo mejor la cantidad de sol, la posición de las estrellas, de la Luna o cualquier otro elemento físico o astral. De todas formas, lo que sí sabemos es que todos los bebés nacidos en agosto comparten cualidades parecidas tanto en lo positivo como en lo negativo. Pero no hay que olvidar que también hay matices ligeros que los diferencian y que harán que tu bebé sea único y especial.
Hay estudios científicos que demuestran que la fecha de nacimiento puede determinar que seamos personas valientes o acomplejadas, que padezcamos ciertas enfermedades, que amemos el deporte o no, que nos vayamos pronto o tarde a la cama; o que seamos optimistas o pesimistas.
Los bebés nacidos en agosto son muy interesantes y diferentes. Generalmente están gobernados por el Sol y la Luna, haciéndoles muy especiales. Tienen rasgos y características únicas, siendo muy enérgicos e inteligentes. Suelen ser personitas muy motivadas aceptando las sorpresas de la vida. Si tu pequeño ha nacido en ese mes estival probablemente halles bastantes similitudes con los rasgos que leerás a continuación.
1. Va a tener un carácter más optimista
Algunos teóricos y académicos apuntan que esto se debe a la actitud más positiva ante la vida que estos niños desarrollan gracias a la mayor interacción que se produce entre padres e hijos durante los meses de buen tiempo: salir más a pasear, ir de vacaciones, bañarse juntos en el mar, hacer excursiones…
2. Va a ser muy emprendedor
Suelen tener más éxito profesional en su vida adulta porque tienen una actitud más aventurera que los bebés nacidos en invierno. El buen tiempo estimula sus sentidos y su interés por descubrir el mundo desde sus primeros meses.
3. Va a necesitar su espacio
Son personas muy privadas y prefieren tener algún tiempo reservado para ellos mismos. No se abren tan fácilmente y, si lo hacen, es solo para aquellos con quienes tienen mucha confianza. Y es que les encanta tomar decisiones en completo aislamiento para que sean capaces de averiguar todo de una manera directa y autónoma.
4. Va a querer llevar siempre la razón
Son muy intuitivos y buenos a la hora de leer las mentes de las personas y nueve de cada diez veces llevarán razón, así que es mejor que no intentes mentirles. Por otro lado, no pueden dejarte ir sin decir ellos la última palabra, son demasiado tercos para eso. Si alguna vez entablas alguna discusión con ellos, ni siquiera te molestes en intentar ganar, simplemente olvídalo. “Te lo dije”, es uno de sus fuertes.
5. Muestran una súbita explosión de emociones
Sus cambios de humor son continuos y por ello es muy difícil entenderlos. Sus repentinos estallidos de sentimientos pueden surgir en cualquier momento y, la mayoría de las veces, resultan tanto inesperados como inaceptables. Sí, tendrás que estar a su lado para escuchar lo que quiere transmitir, porque eso le dará seguridad y paz.
6. No va a ser fácil de impresionar
Son cuidadosos con sus afectos y no se abren a cualquiera, pero cuando lo hacen son fieles y leales. Tienen un espíritu libre y vagabundo, pero llevando un gran control sobre su vida.
7. No le va a gusta malgastar el dinero
Son muy buenos con sus finanzas, por lo que no les verás endeudados. Únicamente dependen de sí mismos, pero sí les prestarán a todos aquellos que lo necesiten. Y es que el ser generosos está marcado en su carácter.
8. Se pondrá menos malito
Aunque los ‘bebés de verano’ tienen peor visión lejana que los que nacen en otros periodos (en concreto, los estudios señalan que tienen un 24% más de posibilidades de se severamente miopes), tendrá menos riesgo de padecer ictericia y sufrirá menos afecciones respiratorias, lo que le ayudará a desarrollar un fuerte sistema inmunológico.
9. Nacer en verano les hace más altos y más fuertes
Al parecer la exposición de la madre a la luz solar en los meses de calor potencia sus niveles de vitamina D, que absorbe mejor y pasan hasta el feto, por lo que el bebé nacerá con una mayor densidad ósea.
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