Natillas caseras para niños - Receta de postre fácil y sencilla

Las natillas son uno de los postres preferidos por los niños. Además de ser deliciosas por su sabor y textura, esta receta tiene numerosos aportes vitamínicos, ya que contiene huevo y leche, sin duda, una de las clásicas recetas tradicionales de la abuela. Siguiendo nuestro sencillo paso a paso aprenderás a cocinar unas ricas natillas caseras para niños, en una receta de postre fácil y sencilla o como merienda nutritiva para los niños.

Cómo hacer natillas de huevo caseras - Receta rápida y fácil para niños

Las natillas caseras son de esos postres del gusto de chicos y grandes. Con pocos ingredientes y un sabor suave que recuerda a la infancia, se coloca como el favorito en esta temporada. Aquí, cómo preparar una natilla cremosa y sencilla, ideal para disfrutar en familia en poco tiempo:

Paso a paso para hacer una natilla con tu hijo

1. Calienta la leche en un cazo a fuego medio con una ramita de canela. Deja hervir durante 2 o 3 minutos y después cuela la leche.

2. Mezcla en un tazón las yemas de huevo, el azúcar y la harina de maíz y revuelve bien. Cuando esté bien mezclado, añade poco a poco la leche hervida y sigue removiendo.

3. Pon a calentar la mezcla a fuego medio-bajo y sigue removiendo hasta que espese. Antes de que empiece a hervir, retira del fuego y sigue removiendo.

4. Echa las natillas en recipientes individuales y deja enfriar a temperatura ambiente. Truco de la abuela: coloca una galleta encima de cada recipiente cuando eches las natillas calientes. Se reblandecerá y le dará un toque especial. Una vez frío, espolvorea canela en polvo, decora con barquillos y ¡a disfrutar!

Historia del postre navideño - 24 de diciembre Día Mundial de las Natillas

Las natillas tienen una historia tan antigua que no sorprende que cada 24 de diciembre se celebre el Día Mundial de las Natillas, una fecha marcada por la Navidad. Aunque las asociamos con España y Latinoamérica, su origen se remonta a los antiguos postres de leche y huevo que se preparaban en los conventos y las casas humildes de Europa desde la Edad Media.

En aquellos lugares las monjas usaban ingredientes baratos (leche, huevos, azúcar, harina o fécula) para crear postres suaves para niños y ancianos. Al paso del tiempo, esa crema espesa se convirtió en natilla y en España se popularizaron como postre casero de diario, aromatizado con canela en rama y cáscara de limón, y servidas con una galleta María encima.

Su sencillez y lo fácil de prepararlas, así como para adaptarlas a los ingredientes disponibles hizo que llegaran a América Latina, donde son más espesas, más líquidas, con vainilla, con caramelo, con chocolate o hasta con café. A lo largo de los siglos, las natillas se relacionaron a la cocina de la abuela porque no son un postre sofisticado de restaurante, sino ese dulce totalmente casero.

Hoy, las natillas tienen versiones sin azúcar, veganas con leches vegetales, con galletas trituradas, con frutas o con toppings crujientes, pero todas conservan la esencia de ser una crema suave, dulce y reconfortante con toque casero. Celebrar este día es una manera de honrar la cocina de las abuelas y esas recetas que pasan de padres a hijos, cucharada tras cucharada.

Topping o relleno - ¿Qué otros sabores se puede añadir a las natillas?

Las natillas son los llamados postres 'lienzo en blanco' porque se pueden transformar cientos de veces sin que pierdan su encanto. En este caso la base es la misma: crema suave de leche, huevo y azúcar, pero a partir de ahí, los sabores que se pueden añadir son casi infinitos. Los clásicos son la canela y el limón (también la naranja), que se infusionan en la leche durante la cocción.

También se puede usar vainilla en vaina o esencia, y cacao puro o chocolate rallado a la mezcla caliente, removiendo hasta que se derrita por completo. Otra opción es incorporar café suave, dulce de leche, coco rallado, ralladura de naranja o un chorrito de licor sin alcohol para postres tipo 'sabor tiramisú' pero apto para niños. Otra opción es añadir a la natilla templada fresas o mango.

En cuanto a toppings se puede jugar con la textura agregando azúcar y canela espolvoreada, pedazos de galleta, frutos secos picados o chispas de chocolate. Así, el mismo postre se ve distinto cada vez. Pero eso no es todo: las natillas son súper versátiles en repostería porque puedes usarlas como relleno de tartas y pasteles o en capas alternadas con bizcocho tipo 'pastel frío'.

De igual forma funcionan como relleno de crepas o tartaletas de masa quebrada. En Navidad, se usan para armar postres en vasitos con capas de natilla, galleta y fruta. Finalmente, puedes servirlas tibias sobre pan tipo brioche, roscón o panqué porque las natillas no solamente son un postre por sí mismas, sino un ingrediente estrella para crear más dulces caseros deliciosos.

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