Consejos para la utilización de las mochilas portabebés

Qué mochila elegir y cómo se debe posicionar al bebé en cada una de ellas

María Algueró, Atención Temprana
En este artículo
  1. Recomendaciones para usar las mochilas portabebés

Hoy existe una gran cantidad y variedad de accesorios que pueden ayudar a los padres en el cuidado de los bebés. Los sistemas de porteo del bebé, más conocidos como mochilas portabebés, son uno de ellos porque permiten que los papás lleven a su bebé seguro, protegido y pegadito a su cuerpo en sus desplazamientos, justamente en la etapa que el pequeño más lo necesita. El uso de las mochilas portabebés o fulares para cargar al bebé favorece el vínculo afectivo entre padres e hijos.

El estrecho contacto del bebé con el cuerpo de sus padres es muy importante, principalmente en sus primeros meses de vida. Las mochilas son un dispositivo muy cómodo y seguro para que los padres puedan hacer todo tipo de salidas y paseos con su bebé en brazos, sin que tengan que renunciar a un contacto directo y pleno con el pequeño.

Recomendaciones para usar las mochilas portabebés

Consejos para usar la mochila portabebé

Las mochilas o fulares portabebés ofrecen libertad de movimientos y son prácticos para la realización de sus múltiples tareas. Estos son los consejos del Dr. Cesar García Fontecha, ortopeda pediátrico, para la utilización y la elección de las mochilas portabebés, la mejor posición y todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de utilizar las mochilas para los recién nacidos y bebés.

1. El peso de los bebés. Las mochilas están diseñadas para llevar el bebé desde el nacimiento. No es aconsejable llevar a bebés con menos de 3,5 kilos o con más de dos quilos (desde cuando los padres no presenten fatiga muscular).

2. Intercambio afectivo entre padres y bebé. Tanto el bebé como su madre o su padre, pueden beneficiarse con el intercambio afectivo y sensorial.

3. Posición del bebé en la mochila. La mejor postura para llevar al bebé es mirando hacia sus padres, por lo menos en los primeros 6 meses. Los bebés pueden ser colocados mirando hacia delante cuando la mochila esté correctamente diseñada para ello y cuando el bebé tenga más de 6 meses de edad o cuando adquiera fuerza muscular para sostener la cabeza y mantener el tronco con firmeza.

4. La mochila y la displasia de caderas en los bebés. Las mochilas portabebés no favorece a la aparición de la displasia de caderas en los bebés. Al contrario, una mochila puede tener efecto protector de la displasia de cadera. Su diseño permite el movimiento libre de las articulaciones de las piernas y caderas, lo que favorece la correcta nutrición del cartílago articular.

5. Elección de una mochila portabebé. A la hora de comprar un portabebés, los padres deben elegir una mochila segura, cómoda, fácil de poner y quitar, con una adecuada sujeción y posición, evitando zonas de compresión o tiras que puedan provocar lesiones al bebé. Las tiras de los hombros deben ser anchas y acolchadas, ajustables en medida y de un tejido apropiado para cada temperatura.

La mochila debe tener un correcto soporte para el porteador, que le permita repartir adecuadamente el peso y evitar la aparición de fatiga muscular. Debe ser hecha de un material transpirable y lavable.

6. Mochila portabebés para gemelos o mellizos. No es aconsejable la utilización de un porteo doble ya que limita considerablemente el contacto entre el porteador y el bebé. Una buena mochila debe repartir la carga en los dos hombros, la espalda y caderas del porteador, y eso se consigue de forma adecuada para llevar un solo bebé. El sobrepeso del porteo doble puede producir lesiones osteo-musculares en el padre o en la madre.

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