Cómo se descubren los bebés a sí mismos

El conocimiento de los niños de si mismo y del mundo que les rodea

Celia Garabaya, Educadora
En este artículo
  1. El conocimiento de uno mismo en los bebés

Una de las áreas que debemos trabajar con los niños desde prácticamente su nacimiento es el conocimiento de uno mismo y del mundo que les rodea, aunque ellos ya están preparados para ir desarrollando los diferentes conocimientos, incluso, si no les ayudamos nosotros. Y es que la naturaleza es muy sabía.

Una de las cosas que más sorprendentes de trabajar con niños desde los 4 meses es su evolución. Los bebés desde el principio van adquiriendo una serie de conocimientos, que los adultos no suelen plantearse, por lo menos hasta que tienen su primer niño. El ver como los niños, se ven por primera vez sus manitas, y por supuesto, no se dan cuenta que son parte de él. Lo mismo con los pies, o incluso, cuando intentan calibrar las distancias y el control de su cuerpo con su cerebro.

El conocimiento de uno mismo en los bebés

El conocimiento de uno mismo en los bebés

Estos primeros años de vida, son fundamentales, para que el niño consiga desarrollar sus habilidades motrices, su imagen personal y  su posición frente al resto de la sociedad. Son procesos muy complejos, que la naturaleza, consigue que para el bebé sea muy sencillo. 

Si un niño no va a la guardería, es evidente, que no tendrá ningún problema para conseguir todos estos objetivos. Ya que nuestro cerebro, está programado con una serie de instintos naturales, que consiguen que el niño sin saber por qué tienda a aprender. Uno de los puntos más importantes para el conocimiento de uno mismo y de todo lo que nos rodea. Es la curiosidad del ser humano.

Muchas veces hablamos de lo cotillas que somos los adultos. Resulta que esto nos viene de 'serie'. La curiosidad será el motor para el aprendizaje de los niños. Las ganas de investigar y entender curiosamente, van disminuyendo con la edad en muchas personas. Y será lo que hará que nos volvamos más cómodos y será cuando finalice el aprendizaje. Si no perdemos la curiosidad nunca, nunca pararemos de aprender.

Pero, si el niño aprende solo. ¿Qué se hace en la guardería para potenciar el aprendizaje de uno mismo? Es muy simple, la motivación. No todos los niños son igual de curiosos. En la guardería, se les estimula, se les da más cosas que investigar de una forma organizada. Con lo que conseguimos un aprendizaje más efectivo para un futuro. Además, cada niño, tiene sus propias necesidades. Por eso debemos tratar a cada uno de una forma diferente. Así, por ejemplo, un niño puede tener menos fuerza en las piernas. Con lo que trataremos de hacer más ejercicios con las piernas, para adelantar el retraso.

Pero, hay un punto más importante en el conocimiento de uno mismo. Los niños durante los primeros años der vida, irán formando su imagen personal. Con la que se identifican ellos mismos. Si el niño se crea una mala imagen, más adelante será más difícil cambiarla. Con lo que debemos trabajar y motivar al niño en todo lo que podamos. Por ejemplo, a los niños tímidos, deberemos de ayudarles a que se socialicen.

Antes de los 3 años, nos es mucho más fácil eliminar la timidez que cuando el niño tiene 10 años. Muchas veces, miramos el primer ciclo de educación infantil como un sitio para que el niño juegue con niños y esté entretenido. Y no nos damos cuenta que durante estos 3 primeros años, lo que estamos haciendo es fijar los pilares fundamentales de educación, para comenzar a aprender y de relacionarmos.

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