La importancia de la microbiota en el embarazo y en la lactancia

La microbiota ayuda a dar forma al sistema inmune del recién nacido

Lidia Expósito Peral, Fisioterapeuta y Osteópata
En este artículo
  1. ¿Por qué es importante proteger la microbiota en el embarazo?
  2. Cómo cuidar la microbiota en el embarazo
  3. La relación entre el tipo de parto y la microbiota

La microbiota es el conjunto de microorganismos que están presentes en los diferentes ecosistemas del cuerpo, ¡es como una huella digital! Se encuentra en la piel, en la boca, en los pulmones, en el intestino, en la vagina… (se piensa que un tercio es común a todas las personas y los dos tercios restantes son específicos de cada individuo).

La flora intestinal ayuda a combatir agresiones, a digerir alimentos, a producir vitaminas B y K y a mantener sana la barrera mucosa, pero además, la microbiota en el embarazo juega un papel muy importante.

¿Por qué es importante proteger la microbiota en el embarazo?

microbiota en el embarazo

La importancia de la microbiota reside en que dará forma al sistema inmune del recién nacido. Antes se pensaba que la colonización no empezaba hasta el momento del parto, cuando el bebé pasaba por el canal vaginal.

Los últimos estudios nos indican que mamá y feto se intercambian bacterias durante el embarazo. Fragmentos sin vida de la microbiota materna son transferidos hacia el bebé a través de la placenta, para educar su sistema inmune, entrenándolo para que esté mejor preparado para combatir los microorganismos presentes en el intestino.

Con el parto y la lactancia, empezará la colonización con bacterias vivas. Las madres les transmitirán anticuerpos a los recién nacidos a través de la leche.

Cómo cuidar la microbiota en el embarazo

Las microbiotas mamaria y placentarias se formarán a partir de las existentes en el intestino. Por eso es importante cuidarla con una buena alimentación.

- Eliminando de nuestra dieta todo tipo de productos procesados.

- Limitando harinas, azúcares, edulcorantes y grasas trans, los cuales favorecen la inflamación.

- Aumentando el consumo de verduras y alimentos fermentados como el chucrut o el miso, y almidón resistente como la patata y el arroz cocido y luego enfriado.

De esta manera  conseguiremos una microbiota de mejor calidad, que será la 'herencia que dejaremos a nuestros hijos'.

Hay que decir que la microbiota de cada mujer es diferente y que esta va cambiando con el paso de los años. Y, algo que resulta también reseñable, los últimos estudios también hablan de la importancia de la microbiota paterna.

La relación entre el tipo de parto y la microbiota

Factores como un mal estado de salud, una dieta errónea, el estrés, la toma de ciertos medicamentos como antibióticos, antiácidos o el tipo de parto que hayamos tenido (vaginal o cesárea) alterarán el contenido y la calidad de estas bacterias.

Se ha estudiado que la presencia de bacterias es diferente en bebés que han nacido por cesárea comparándolos con los de parto vaginal, al igual que es diferente si toman pecho o fórmula.

El parto vaginal y la lactancia parecen proteger contra algunas infecciones y enfermedades como la diabetes, el asma, la dermatitis o la obesidad. Por eso es importante que, tras el parto, se realice el piel con piel madre-niño y que se retrase el primer baño del bebé para así favorecer el paso de las bacterias de la madre al bebé.

Si te van realizar una cesárea, lo sabes con antelación, y quieres ayudar a que el sistema inmune de tu hijo adquiera las bacterias que hubiera obtenido por un parto vaginal, puedes humedecer una gasita estéril con suero, y mantenerla durante un tiempo en tu vagina. Cuando el bebé nazca, le pasas la gasa por la carita, boca, brazos, cuerpo, genitales y piernas.

Sigue todos nuestros consejos para ayudar a tu bebé a desarrollar un mejor sistema inmune.

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