Fábula con moraleja sobre la prudencia para niños - El maestro y el niño

'Criticar los errores del prójimo antes de ayudarlo' de esto habla la fábula con moraleja sobre la prudencia para niños - El maestro y el niño, la cual es una adaptación moderna de una clásica fábula de Jean de La Fontaine. Con una situación sencilla, la historia enseña a los niños por qué es más importante ayudar primero y corregir después, aprendiendo sobre el valor de la prudencia, así como a concientizarse sobre apoyar al prójimo antes de ver sus faltas.

El maestro y el niño - Fábula corta infantil con enseñanza sobre la prudencia

Un día, en un bosque cercano a una escuela, un niño jugaba despreocupado cerca del río cuando, de pronto, por accidente resbaló y cayó al agua. La corriente era tan fuerte que apenas si pudo agarrarse a unas ramas que colgaban desde la orilla.

- '¡Ayuda! ¡Socorro! ¡Me ahogo!', gritaba el niño con gran desesperación.

En ese momento pasaba por allí precisamente un maestro que daba clases en la escuela cercana. Al oír los gritos, se acercó y, en lugar de ayudar al niño de inmediato, comenzó a regañarlo severamente, ¡a gritos!:

- '¡Pero qué imprudente eres! ¿Cómo se te ocurre jugar tan cerca del agua, niño? ¿Acaso no sabes el peligro que corres?', vociferaba el profesor realmente indignado.

- '¡Ah, pero eso les pasa a los niños que no obedecen!', siguió diciendo el profesor.

- '¡Por favor, ayuda!', suplicaba el niño, sin embargo, el profesor seguía regañándolo.

- 'Y tus padres, ¿no te han enseñado nada? ¡Qué vergüenza!', decía cada vez más alterado.

El niño seguía pidiendo ayuda, pero solo después de soltar toda su reprimenda contra él, el maestro finalmente extendió su mano y lo sacó del río.

Moraleja. Antes de criticar los errores de otra persona, mejor ayúdalo a salir del problema. Ya habrá tiempo para dar lecciones, primero hay que actuar con compasión.

Preguntas de comprensión lectora acerca de la fábula corta con moraleja

Te dejamos estas preguntas de comprensión lectora acerca de la fábula infantil:

1. ¿Qué le ocurrió al niño cuando jugaba cerca del río?
2. ¿Cómo reaccionó el maestro al escuchar gritar al niño?
3. ¿Por qué el maestro no ayudó al niño inmediatamente?
4. ¿Qué tipo de comentarios le hizo el maestro al niño?
5. ¿Cómo se sentía el niño mientras suplicaba por ayuda?
6. ¿Qué hizo al final el maestro después de regañar al niño?
7. ¿Qué enseñanza nos deja la moraleja de la fábula?
8. ¿Cómo crees que se sintió el niño después de ser rescatado?

Recursos educativos sobre la fábula El maestro y el niño

Te proponemos estos recursos educativos para hacer con los niños que lo ayudarán a mejorar y comprender aún más el texto:

• Lectura y dramatización. Lean en voz alta la fábula y luego pídele a tus hijos que la representen, puede ser con disfraces o títeres. El juego de roles les ayudará a trabajar la empatía.
• Ilustración de escenas clave. Pide a los niños que dibujen tres momentos importantes de la historia, esto les ayudará a identificar la secuencia narrativa y reforzar la comprensión lectora.
• Finales alternativos. Dile a los niños que escriban o cuenten un final distinto para la fábula en el que el maestro actúe con prudencia desde el inicio, así podrán trabajar su creatividad.
• Juego de 'actuar con prudencia o no'. Realizatarjetas con situaciones, por ejemplo, 'cruzar la calle sin fijarse' y los niños deben decir si es prudente o no a través de otras tarjetas.

¿Cuál es la importancia del valor de la prudencia? Explicación para niños

La prudencia es uno de los valores más importantes para enseñar a los niños desde pequeños, porque les ayudará a tomar decisiones más seguras, a pensar antes de actuar y a cuidar de sí mismos. Ser prudente no significa tener miedo o dejar de hacer cosas, sino pensar con calma, a observar lo que sucede a su alrededor y a elegir lo que es de verdad mejor en cada situación.

Cuando un niño es prudente, se evita problemas, por ejemplo, si juega en el parque y ve que una zona está resbalosa, debe tener prudencia para no caer. O si alguien le propone hacer algo que puede ser peligroso, su prudencia le dirá que no lo haga. Como ves, esto no solo protege su integridad física, sino que también le da la confianza para enfrentar nuevos retos que se van presentando.

Esta fábula enseña que no basta con señalar los errores de los demás, sino que debemos ayudar con compasión. En el caso de los padres, una forma de ayudar es enseñar con cariño a ser más prudentes. Para que los hijos comprendan ese valor, es importante darles ejemplos cotidianos y hablarles de situaciones en las que ya han sido prudentes, como avisar a un adulto si ven algo extraño.

También pueden leer cuentos, hacer juegos de rol o ver películas con personajes responsables. Además, los adultos somos el mejor ejemplo, es decir, si los niños ven que sus padres o maestros toman decisiones con calma y piensan antes de hablar, aprenderán a hacer lo mismo. Enseñar la prudencia es enseñar a vivir con inteligencia emocional y actuar con sensatez para crecer más seguros.

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