Nunca insultes a tu hijo, ni siquiera le llames tonto o bobo. Autoestima

Por qué las palabras y dañinas de los padres acaban dañando la confianza de los niños

Belén de Toro Mingo, Psicóloga infantil
En este artículo
  1. Por qué no debes insultar a tu hijo (ni llamarle tonto o bobo)
  2. ¿Qué hacer para mejorar la autoestima de nuestros hijos?
  3. ¿Cómo evitar frases negativas cuando estamos con los niños?

La autoestima y el autoconcepto son habilidades que se deben trabajar desde la infancia, tanto en casa como en la escuela. Reforzar la confianza de nuestros hijos, hará que se conviertan en adultos con seguridad en sí mismos, algo esencial para conseguir sus objetivos y vivir la vida mucho más plenamente. Sin embargo, hay pequeños gestos o palabras diarias que merman la autoestima de los niños. ¿Alguna vez te has parado a pensar cómo hablas a tu hijo? Nunca le insultes, ni siquiera llamándole tonto o bobo, insultos que solemos considerar más ligeros o suaves.

Por qué no debes insultar a tu hijo (ni llamarle tonto o bobo)

No insultes a tu hijo ni le llames tonto o bobo

A veces, sin querer, los padres podemos sentirnos frustrados por lo que hacen nuestros hijos. No es extraño vernos usar palabras como 'tonto' o 'torpe' sin tener en cuenta lo que estas etiquetas representan para nuestros hijos y cómo les afectan. Aunque puedan parecer palabras 'comunes y sin importancia', lo cierto es que tienen un gran impacto en el desarrollo de los niños: son devastadoras para su autoestima, pues ellos sienten que no son lo suficientemente buenos para sus cuidadores.

Además, estos mensajes negativos afectan la forma emocional y racional a los niños a largo plazo. Las palabras dañinas que los padres pueden emplear generan miedo y tristeza en los niños, lo que no les permite desarrollarse con una buena imagen de sí mismo. Y, si nuestro hijo no es capaz de ver todo su potencial, tampoco será capaz de desarrollarlo.

Así pues, como padres, debemos saber que toda la estimulación que el niño tenga en el entorno afectará a la manera en la que se ve y, por ende, al adulto del día de mañana. Por ello, es fundamental medir siempre nuestras palabras y nunca insultarles, ni siquiera llamándoles tontos.

¿Qué hacer para mejorar la autoestima de nuestros hijos?

Mejorar la autoestima infantil

Para que nuestro hijo desarrolle una buena autoestima es esencial enseñarle a hablarse con cariño y a ser autocompasivo: todos cometemos errores y todos tenemos algo que se nos da bien y algo que se nos da mal, y ellos no son diferentes. Hacerle entender que no todo se le dará bien es esencial para que no se sienta infravalorado y aprenda a potenciar correctamente todas las habilidades positivas que hay en él.

La forma en la que hablamos a nuestros hijos determina la manera en la que se percibe a sí mismo; por este motivo, es importante que los padres siempre les hablemos bien y desde el respeto. Si les insultamos (insistimos: aunque sea solo con un insulto que consideramos 'ligero' como tonto), los niños solo se sentirán humillados y dolidos, a la vez que interiorizarán este insulto para toda la vida.

Potenciar todos los procesos que los llevan a la consecución de objetivos es otra tarea de los padres para que la autoestima de nuestros hijos mejore. No es tan importante felicitarles por los resultados, sino que es mejor centrarnos en el proceso y el esfuerzo que han puesto en ello. Podemos usar frases como: 'Has visto que sí puedes hacerlo' o 'Estoy muy orgulloso de lo que has hecho, pues era difícil para ti y, al final, lo has logrado.' Aunque no lo parezca, estas pequeñas frases son un mundo para ellos.

Acompañarlos en los momentos en los que sienten que no van a lograr algo; debemos ofrecerles nuestro cariño, así como todas aquellas herramientas necesarias para conseguir finalizar lo que han empezado.

¿Cómo evitar frases negativas cuando estamos con los niños?

Evitar los insultos a los niños

Como padres, a veces no podemos evitar perder los nervios ante algunas situaciones, pero es esencial que aprendamos a gestionar nuestras emociones para ofrecerles a los niños la mejor educación. Al fin y al cabo, nosotros somos los adultos y las personas en las que se reflejan nuestros hijos.

Así pues, cuando sintamos que la situación se nos va de las manos y que puede más que nosotros, lo primero que debemos hacer es serenarnos. Por ello, podemos hacer ejercicios de relajación durante unos minutos e incluso detenernos a beber agua o salir de la habitación en la que ellos se encuentran. Una vez nos sintamos más relajados, será el momento ideal de hablar con ellos y explicarles el por qué no es correcto lo que están haciendo.

Pedir perdón es otra manera en la que podemos lidiar un poco con estas sensaciones si ya les hemos insultado o dicho algo por lo que se hayan ofendido, aunque lo ideal sería nunca llegar a este extremo. Debemos reconocer nuestros errores y alabar todo lo bueno que hay en ellos; así, podremos reducir un poco el impacto de nuestras palabras.

La autoestima y el autoconcepto están muy vinculados a la manera en la que tratamos a nuestros pequeños y a cualquier influencia que tengan cerca. Los padres somos un modelo que seguir para nuestros hijos, lo que hace que estos estén muy pendientes de todo lo que decimos y hacemos; por ello, es fundamental no insultarles nunca ni ponerles etiquetas que puedan perjudicar la manera en la que se ven a ellos mismos.

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