Por qué no debes ridiculizar a tu hijo ni en público ni en privado

Consecuencias para el desarrollo de los niños de que su padres les ridiculicen

En este artículo
  1. Motivos por los que no debes ridiculizar a tu hijo
  2. Ideas para que los padres controlen sus emociones y eviten ridiculizar a sus hijos

¿Qué sentirías si observas que otro niño hace bullying a tu hijo? Seguramente se manifestarían en ti sentimientos negativos, de venganza y rabia por tal comportamiento, observando este acto cómo una conducta intolerable. Pero, ¿qué pasa cuando tú ridiculizas a tu hijo? Las consecuencias para tus pequeños son muy similares, ya que de igual forma se trata de hacer maltrato psicológico, con el agravante de que para los niños sus padres son sus héroes, por tanto la humillación tendrá mayor impacto para ello. Este es solo uno de los motivos por los que no debes ridiculizar a tu hijo en público o en privado.

 

Motivos por los que no debes ridiculizar a tu hijo

no debes ridiculizar a tu hiijoi

Hay una evidente diferencia entre el padre que ridiculiza a su hijo y el compañero de colegio. Cuando los padres ridiculizan a sus hijos claramente hay abuso de poder, aparte denota clara dificultad para controlar sus emociones. Además no hay que olvidar que el adulto es más consciente de sus actos y 'debería' tener más herramientas para gestionar sus emociones.

Como explican en el informe 'La violencia de los hijos contra los padres: Más preguntas que respuestas', realizado por Joaquín García Ruiz-Zorrilla, psicólogo clínico y forense y experto en Psicoterapia Breve con niños y adolescentes por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, 'los cambios sociales y económicos sucedidos en las últimas décadas han alterado profundamente la institución de la familia, dando paso con mucha rapidez a nuevas configuraciones familiares y cambiando radicalmente la concepción que teníamos de lo que es una familia. De esta manera el hecho de tener hijos, en las sociedades occidentales, se podrían estar convirtiendo en un objeto más de consumo'.

En la primera infancia los niños ven, sienten y escuchan a sus padres como una verdad absoluta. Cuando ridiculizas a tus pequeños hieres de forma significativa sus sentimientos y generas en ellos multitud de emociones negativas, que son importantes evitar si quieres que tus hijos crezcan felices.

Las consecuencias de ridiculizar a tu pequeño son muchas y, si además lo haces en público, afectas también la calidad de sus relaciones sociales. El niño tendrá más dificultad para expresarse y empatizar en un grupo en el que se sienta valorado y querido.

- Disminuyes su autoestima.

- Disminuyes el sentido de la dignidad.

- Se sienten frustrados.

- Experimentan sentimientos de rabia.

- Le incita a conductas agresivas o excesivamente pasivas.

- Pueden tener trastorno en el sueño.

- Trastorno en el desarrollo psicológico y físico.

- Desajustes de control de esfínter.

Ideas para que los padres controlen sus emociones y eviten ridiculizar a sus hijos

evitar ridiculizar a nuestros hijos

Los héroes no existen, pero para nuestros hijos sí lo somos. Controlar nuestros impulsos no es fácil y menos cuando has ido desarrollando esta conducta durante mucho tiempo. Mientras lo solucionas, recuerda pedir disculpas a tu pequeño: explícale que estás trabajando para cambiar esos comportamientos. Cuando lo haces tu pequeño no solo se sentirá valorado, sino que también entenderá el valor que tiene una disculpa.

Para controlar el impulso de ridiculizar a tu hijo es muy útil empezar a observar a dónde nos trasladan estas acciones y cómo nos incomodan. Se trata de encontrar una solución que ayude a enlazar lo que pasa por la mente y conectarlo con nuestro corazón para controlar los impulsos que quieres evitar. Aquí te dejo algunos consejos:

1. Realiza respiraciones profundas
Solo tres respiraciones profundas seguidas te ayudarán a relajarte.

2. Escribe en un papel lo que te incomoda
Piensa en lo que te incomoda y después escribe lo que te llegue a la mente sin juzgarlo, después léelo y saca conclusiones.

3. Apóyate en tu mejor espejo
Nuestros hijos son un reflejo de lo que hacemos. Pregúntate la causa de los comportamientos que te hacen ridiculizarle y observa, de qué forma o manera puede estar eso en ti o en la familia para que puedas encontrar una solución.

4. Utiliza la imaginación para equilibrar tus emociones
Puedes relajarte imaginando algo que te transporte a la tranquilidad y la calma. Visualizaciones en compañía de tu pequeño en los que puedas observarte relacionándote desde un punto de vista amoroso y empático   en campos, montaña y playa son muy te pueden ayudar.

5. Busca ayuda
Si a pesar de intentarlo con estas técnicas no logras controlar el impulso de ridiculizar a tu hijo, busca ayuda, bien sea por medio de un profesional, vídeos o libros.

Cuidar de nosotros, es cuidar de nuestros pequeños para que tengan una infancia donde los valores, la comunicación y la paz sea la mejor versión de tu hogar.

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