Respiro y me quedo aquí - Canción que enseña a respirar a los niños

Te traemos Respiro y me quedo aquí, una canción que enseña a respirar a los niños, la cual nace como una herramienta práctica para ayudar a los peques a ponerle pausa a las prisas. A través de esta melodía, la canción guía paso a paso la respiración profunda que consiste en inhalar por la nariz, sentir cómo se infla la barriguita y exhalar despacito. Así, el niño aprende a calmarse cuando está nervioso, triste, enojado o simplemente muy inquieto. Ayuda a los niños a conocer su cuerpo y desarrollar desde pequeños la herramienta básica para la regulación emocional y el mindfulness infantil.

Respiro y me quedo aquí - Letra de la canción sobre respirar para niños

La respiración consciente en los niños se trabaja bien a través de la música, porque las canciones ponen ritmo y palabras a lo que cuesta decir. Esta melodía habla de notar cómo llevar la atención al cuerpo y aprender a usar la respiración como una herramienta de calma, al estilo del mindfulness, para sentirse mucho más tranquilos y presentes.

Respiro y me quedo aquí

La calma llega despacito, como brisa en el jardín
cierro ojos un momento, respiro y me quedo aquí.
Cuando todo va muy rápido y no sé cómo seguir,
la calma dice tranquilo, yo te enseño a sonreír.

Respiro, me quedo aquí,
la calma vive en mí.
Con un abrazo puedo estar,
en calma quiero descansar.

Si me enojo o me confundo, si me cuesta comprender,
la calma me recuerda: 'todo tiene su porqué'.
Pongo mano en el corazón, cuento lento hasta tres,
la calma me acompaña, siempre me cuida otra vez.

Respiro, me quedo aquí,
la calma vive en mí.
Con un abrazo puedo estar,
en calma quiero descansar.

Habilidades que enseña esta canción y cómo influye en la respiración

Esta canción es como una meditación guiada para niños, y en el texto enseña varias habilidades emocionales clave. Por ejemplo, la frase 'respiro y me quedo aquí' invita a los peques a detenerse, notar su respiración y volver al presente cuando todo va rápido. Solo con repetir ese estribillo, los niños practican atención plena (mindfulness), aprendiendo a concentrarse en lo que sienten.

A nivel emocional, también enseña que las emociones no mandan y se pueden acompañar. Cuando dice 'si me enojo o me confundo… la calma me recuerda: todo tiene su porqué', les muestra que sus emociones son válida, pero que pueden buscar herramientas internas para sentirse mejor. No es 'no sentir', sino sostener lo que sienten con calma, esto les da vocabulario emocional.

También trabaja la autorregulación a través del cuerpo y esta se hace poniendo la mano en el corazón, cerrar los ojos, contar hasta tres y abrazarse son gestos que los niños pueden imitar. Esos rituales les ayudan a conectar respiración, cuerpo y emoción porque cuando el cuerpo se calma, la mente empieza a serenarse. En cuanto a la respiración, no nos la describe tal cual, pero sí tiene impacto.

Si un adulto la acompaña guiando: 'tomamos aire por la nariz… lo soltamos muy despacito…', los niños empiezan a notar cómo cambia su cuerpo al respirar lento: baja la tensión, el corazón se calma y se sienten más seguros. Sin duda, esta canción ayuda a los niños a desarrollar atención plena, el manejo de emociones, la conciencia corporal y respiración calmante para ellos.

7 recursos para enseñar a los niños a respirar de manera consciente

A continuación, estos recursos, contribuyen a que el niño aprenda a respirar de forma consciente:

1. Pelota o globo de respiración
   Pídele a tu pequeño que infle y desinfle una pelota suave o un globo; pronto verá que su vientre se mueve al respirar.
2. Muñeco sobre la barriga
   Acostado boca arriba, colócale un peluche en el abdomen y observa cómo 'sube y baja' cuando inhala y exhala. Así, toma consciencia de su cuerpo.
3. Molinitos de viento o velitas
   El peque debe soplar suave para mover un molinito o 'no apagar' una vela imaginaria, practicando respiraciones controladas.
4. Dibujo de la nube o la ola
   Con un dedo, el niño debe dibujar la silueta de una nube u ola para coordinar el dibujo y la respiración.
5. Respiración con cuento guiado
   Relata una mini historia invitando a inhalar profundo y exhalar muy despacio en cada pasaje.
6. Canciones de respiración
   Usar canciones lentas con letras sobre 'inhalar y exhalar' ayuda a que los niños marquen el ritmo de la respiración con la música.
7. Tarjetas de ejercicios de calma
   Crear tarjetas con dibujos sencillos y una consigna de respiración breve para que elijan una cuando necesiten tranquilizarse.

Beneficios que aporta la respiración para el autocontrol de los niños

La respiración hace que los niños aprendan a mejorar su autocontrol, porque la respiración consciente tiene una especie de 'botón de pausa' para esos momentos en los que siente que va a explotar. En lo físico, respirar profundo y despacio ayuda a que el corazón se tranquilice, los músculos se relajen y el cuerpo salga del modo 'alarma' para entrar en un estado más tranquilo. Eso hace que el niño deje de reaccionar por impulso y piense mejor qué hacer o decir.

Es mucho más fácil hablar, escuchar o pedir ayuda cuando se está más calmado. Y para lograr esa tranquilidad, echamos mano de la respiración porque cuando enseñamos a un niño a inhalar por la nariz, exhalar por la boca y contar lento, le damos tiempo para que identifique su emoción: 'estoy enojado', 'estoy triste', porque poner nombre a lo que siente es vital para regularlo. La respiración no borra la emoción, pero la baja de intensidad para que no desborde.

Por otro lado, fortalece habilidades para el autocontrol, como la atención y la paciencia, lo cual se refleja cuando aprende a enfocarse en algo concreto, lo que le favorece a la hora de esperar su turno, escuchar a otros, seguir instrucciones o volver a una tarea que sea difícil. La respiración consciente ayuda a los niños a sentirse seguros de sí mismos, a que calmen su cuerpo y mente 'solitos' con unos cuantos respiros profundos y aumenten su sensación de control interno.

Finalmente, practicar este tipo de respiración en casa o en la escuela crea una cultura de calma porque normalizamos que todos, grandes y chicos, necesitamos parar aunque sea un momento, para inhalar, exhalar y volver a empezar. Y ese mensaje es una base sólida para que los niños desarrollen su autocontrol y una relación sana con sus emociones, ya que a largo plazo obtendrá mayores beneficios que aportarán muchísimo al desarrollo físico mundial o local.

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