Qué es la decepción de género y cómo gestionarla con apoyo psicológico

Hablemos de la decepción que sienten los padres al conocer el sexo de su bebé, ¿qué hacer?

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. ¡Yo quería una niña! Cuando el sexo del bebé causa frustración a los padres
  2. 8 formas de gestionar positivamente la decepción de género en los padres
  3. Cómo lidiar con el sentimiento de frustración al saber el sexo de tu hijo
  4. La decepción de género y cómo tratarla desde el punto de vista psicológico

¿Te has sentido decepcionada cuando conociste el sexo de tu bebé? Qué esperabas, ¿qué fuera un niño o una niña? Las decepciones de los padres cuanto al sexo del bebé que esperan es más normal de lo que se imagina. Además, saber qué es el bebé despierta mucha curiosidad no solo en los padres como también en los familiares y amigos. Al final, es mucha la presión que se genera alrededor del sexo que tendrá el bebé. Aquí, qué es la decepción de género y cómo gestionarla con apoyo psicológico.

¡Yo quería una niña! Cuando el sexo del bebé causa frustración a los padres

Qué es la decepción de género

Al cuarto mes de embarazo, la pareja deposita su expectativa en el ultrasonido que les revelará si es niño o niña. Ahí, llevan consigo sus deseos, pero el resultado dice que su bebé es del sexo opuesto al que deseaban. ¿Qué hacen en ese caso? Pues la mayoría finge que todo está bien e incluso llega a celebrarlo. En otras palabras, muchas parejas acaban 'tragando' la sorpresa.

Lo anterior es lo que afirma la escritora Katherine Asbery en su libro Altered Dreams...: Living with Gender Disappointment (Sueños alterados: Vivir con la decepción de género), ya que ella lo vivió en su propia piel. Para muchos padres, el sexo que tendrá su bebé es una lotería y justamente Katherine deseaba que su segundo bebé fuese una niña, sin embargo, acabó teniendo otro varón.

Antes de quedarse embarazada por tercera vez, Katherine intentó todos los trucos que vio en Internet para lograr la tan ansiada niña. Pero todo fue en vano porque cuando supo por la ecografía que daría a luz a otro niño, lloró desconsoladamente... y se sintió culpable. Fue entonces cuando decidió escribir un libro con consejos para que los padres sepan llevar y superar esta frustración.

8 formas de gestionar positivamente la decepción de género en los padres

Formas de gestionar la decepción de género

Aunque al inicio el panorama es de frustración y de tener ese constante sentimiento de que ya no se puede hacer nada, los padres sí que pueden gestionar correctamente la decepción que sienten:

1. Aceptar los sentimientos y emociones

Los padres deben ser sinceros consigo mismos y no deben sentirse avergonzados de su frustración o decepción. Esconder los sentimientos y las emociones es lo peor que pueden hacer. Deben ser naturales frente a la aparentemente 'mala' noticia. El hecho de que una pareja prefiera un bebé de un sexo definido no quiere decir que vaya a ser malos padres si dan a luz un hijo del otro sexo.

2. Mantener una actitud positiva

Una forma de superar la decepción inicial es enfocándose en lo positivo de la situación. Hay que recordar que un hijo no es lo que uno quiere, sino que será único. Se puede aprender con los hijos, con su forma de ser y de pensar, etc. Cada bebé, aunque tenga el mismo sexo que su hermano, será diferente. Además, un sexo no es mejor que el otro: hay que aprender a amar a los niños por ellos mismos.

Cuando los padres sienten decepción

3. Dar tiempo al tiempo

Usualmente la decepción de género dura muy poco. Cuando nace el bebé y los padres miran su carita se olvidan de todo y se dan cuenta que lo mejor es haberlo esperado con amor, que tenga salud y que esté listo para ser recibido por su familia. Ahora bien, si es el primer hijo, puede ser que la expectativa haya sido más alta y la decepción perdure, por lo que es necesario acudir a un terapeuta para superarlo.

4. Entender el origen de la preferencia

A veces, la preferencia por un sexo determinado está ligada a experiencias personales, mandatos familiares o incluso traumas no resueltos del pasado, por ejemplo, que todos los primogénitos hayan sido varones o que ya haya tantos niños en la familia que se espera a la niña. Explorar con honestidad por qué se deseaba tanto un niño o una niña es el primer paso para comprender y sanar la expectativa frustrada.

Bajo este panorama, es fácil comprender porqué Katherine lloró cuando supo el sexo de su bebé. Hoy ve a sus tres niños como una bendición porque cada uno es único y aporta algo distinto a la familia. Ella dice que 'es normal que la madre se sienta deprimida pero eso no quiere decir que sea una mala madre. Hay un proceso normal que sucede cuando cambian nuestros sueños: solo hay que darle forma a otro sueño'.

Cómo lidiar con el sentimiento de frustración al saber el sexo de tu hijo

Cómo lidiar con el sentimiento de frustración

Aceptar la realidad y trabajar con las emociones propias es un acto de madurez y amor, porque los niños no vienen a cumplir sueños no realizados por sus padres, sino a construir los propios:

5. Hablar con otras madres o padres

Escuchar historias similares ayuda a no sentirse solo. Ese fue el caso de Brenda, una mamá mexicana que siempre soñó que su primer hijo fuera un niño, hasta el nombre había elegido para él (Iván), por eso sufrió demasiado al saber que su primer bebé era una niña y se unió a un grupo de apoyo para saber que no estaba sola. Muchas veces, el hecho de compartir ese sentimiento en voz alta, sin juicio, permite aliviar la culpa.

6. Incluir al entorno familiar

En ocasiones, la decepción se sigue alimentando por los infortunados comentarios de algunos familiares que insisten en que 'ojalá esta vez sí sea niña' o '¿no crees que te hace falta el varón?' Hablar abiertamente con la pareja y con el entorno más cercano sobre cómo este tipo de comentarios pasivo-agresivos pueden afectar emocionalmente a quien siente esa frustración es básico para que exista apoyo verdadero para superarlo.

Las madres y la decepción de género

7. Replantear el sueño paterno

Es posible que en la imaginación de los padres existiera una historia construida en torno al bebé soñado: desde su nombre hasta su posible profesión. Cambiar todo ese guion repetido una y mil veces requiere de tiempo y apertura. Una buena herramienta puede ser escribir una larga carta a ese bebé imaginario y despedirse de él para dar la bienvenida al bebé real y no centrarse en que 'a la próxima será'.

8. Recordar el milagro de la vida

Una realidad es que no todos los embarazos llegan fácil. Para muchas parejas, concebir es una lucha en la que incluso pueden llevar años. En esos casos, es mejor enfocar la mirada en la salud y la vitalidad del bebé, como una forma de reconectar con la gratitud por lograr la gestación. El sexo del pequeño, al final, puede dejar de ser importante cuando nazca, frente a la posibilidad de haber dado vida.

'Cuando me dijeron que era niña, me dolió mucho. Había soñado con Iván porque quería que se pareciera a mi papá, quien falleció hace unos años. Estaba muy mal por sentirme así. Lloré y me culpé: ¡no había podido lograr un niño! Pero conforme fue creciendo, mi niña era justo lo que desee porque es la versión femenina de mi padre. Hoy no concibo la vida sin ella. Me ha enseñado a amar más allá de mí misma', dice Brenda.

La decepción de género y cómo tratarla desde el punto de vista psicológico

La decepción de género desde la psicología

La decepción de género, conocida como 'gender disappointment', es una reacción que las madres y los padres experimentan al descubrir que el sexo de su pequeño bebé no es el mismo que habían deseado o imaginado. Socialmente suele ser un tema silenciado o minimizado, pero se trata de una experiencia que genera tristeza, frustración, culpa e incluso ansiedad o depresión.

Hablar de la decepción de género es visibilizar que los padres sí tienen derecho a sentir, a equivocarse y a sanar. Desde el punto de vista psicológico esta decepción es como un duelo por la pérdida simbólica de un ideal o expectativa. Los padres no están tristes por el bebé en sí, sino por el sueño construido en torno a tener un hijo o hija de un sexo determinado.

Dicho sueño puede estar asociado a una proyección personal, a deseos no cumplidos, a la idealización de ciertos roles o incluso a mandatos familiares arraigados. Los psicólogos que acompañan este tipo de procesos no juzgan la emoción, sino que la validan, la comprenden y la transforman, por eso el primer paso para trabajar la decepción de género es reconocer que existe.

Negar o reprimir los sentimientos intensifica el malestar. Por eso, los profesionales invitan a los padres a hablar de sus emociones, sin miedo a ser catalogados como 'malos padres'. Una vez expresadas las emociones, se trabaja en resignificar la expectativa, lo que implica entender de dónde viene el deseo por un sexo determinado y crear el espacio emocional para vincularse con el bebé real, y no con el idealizado.

Con el tiempo y tras el nacimiento del bebé, en la mayoría de los casos la decepción de género se disipa. El vínculo se fortalece al conocer al hijo o hija como es y no como se había soñado. Aun así, si el malestar en la madre o el padre se prolonga, la terapia psicológica ofrece las herramientas necesarias para el duelo simbólico y para reconstruir el proyecto de maternidad o paternidad en pro del apego saludable.

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