Cuando el embarazo no llega - Carta para una mujer que sueña un bebé

Sentimientos y emociones de una mujer que busca quedarse embarazada pero no materializa su deseo

Patricia Herrera, Doula y Psicopedagoga
En este artículo
  1. Carta para leer cuando el embarazo no llega - El sueño de una mujer por tener un bebé
  2. Factores que explican por qué un embarazo no llega

Cuando el tiempo pasa y el embarazo no llega es difícil encontrar las palabras de consuelo que dedicar a una mujer. Nada parece poder aliviar esas sensación de tristeza e incluso culpa que la atormentan. Para ti y para para ti y para ti también hemos elaborado esta misiva, una carta para una mujer que sueña con su bebé cuando el embarazo no llega.

Carta para leer cuando el embarazo no llega - El sueño de una mujer por tener un bebé

cuando el embarazo no llega

Querida mujer:

Sé que hace un tiempo comenzaste a soñar con tener un bebé. Estabas convencida que había llegado el momento. Sé también de tu tristeza cuando, mes tras meses, la regla hace añicos tu ilusión.

Sé que no puedes dormir pensando nombres, imaginando risas e inventando juegos de domingos. También puedo intuir las veces que te culpas por haber esperado, por no haber querido antes, por haber puesto la profesión como prioridad, por haber escuchado a los otros diciéndote que eres joven, que tienes tiempo. O puede ser que tengas fortuna y cuentes con una red de contención que te acompañe sin juzgar, sin dar consejos ni recetas que no pediste, ni consuelos vacíos que terminarían cayendo en el saco deshilachado de tu angustia.

Sé que los peores escenarios dan vueltas en tu cabeza sin parar como un carrusel de pesadillas: tratamientos costosos, el desfile de consultas médicas y un rosario de indicaciones... Te asaltan por las noches y ahuyentan el sueño. Quedas dando vueltas en la cama mirando cómo pasan las horas en el reloj.

Sé que te extrañas a ti misma, que sientes que ya no eres la persona divertida y sociable que eras antes, que un pensamiento recurrente invade tu mente y no puedes pensar en otra cosa más que en tener un bebé. Las embarazadas en la calle te lo recuerdan, porque parece que se multiplican a tu paso. Freud decía que 'el sujeto anhela mucho más aquello de lo que es privado'. Y tú lo vives en carne propia, en carne viva, porque ahora tu vida gira en torno a ese anhelo.

Seguramente te preguntarás: ¿será un capricho, un mandato social o un deseo verdadero? Ya comienzas a dudar hasta de ti misma y de tus propios sentimientos.                   

La ansiedad le libera el paso al estrés. El estrés se hace crónico porque ya van meses del bucle de la esperanza/desesperanza. Y como bien sabes, las hormonas que se liberan en tu cuerpo gracias a esto no colaboran para nada en la búsqueda del embarazo. La culpa vuelve a visitarte y así este círculo vicioso te tiene atrapada como en una telaraña.

Y ahí está tu pareja, que en el mejor de los casos te acompaña, pero que intuyes que no te comprende; que a veces te hace sentir una exagerada en tu tristeza o lo que es peor, una desagradecida con la vida por no valorar 'todo lo que tienes'. A veces te das cuenta que están funcionando como máquinas, que los encuentros amorosos pueden transformarse en compromisos ineludibles, aunque falten las ganas. Y en ese momento verificas que la chispa de la pasión se ahoga en las aguas de la obligación.

bebé que no llega

Sé que pueden comenzar a alejarse por eso y sé también que sería un error. El camino que están transitando sabe de comienzos, pero es imposible estimar la fecha de llegada y demanda fortaleza de los dos. Juntos, funcionando como pareja que va a la par, que se comprende, que aprende uno del otro, que se sostiene, pero sobre todo, que se comunica. Hablar de lo que les pasa es amor. No juzgar al otro es amor. Decir 'hoy no tengo ganas' es amor. No está boicoteando tu deseo, está cuidando lo que son y  lo que tienen como pareja. Es amor y es respeto.

¿Cuánto hace que dejaron de utilizar métodos anticonceptivos? ¿11 meses ya? Pues sería conveniente que el mes próximo hagan una consulta con un especialista. Si fueras mayor de 35 años te diría que no esperes más de 6 meses... Sabes que consultar al profesional indicado en el momento adecuado puede ahorrarte muchos kilómetros en este camino. El diagnóstico correcto es fundamental para tomar decisiones más acertadas. También sabes que el tiempo no es un aliado tuyo, en estos casos no juega para tu equipo.

Y mientras tanto, arréglate el pelo, ponte tu mejor vestido y tengan juntos esa cena romántica que hace semanas vienes postergando. Practica mindfulness si es posible en el verde del parque, te ayudará a calmar la ansiedad y a encontrarte contigo misma en el silencio de la respiración consciente. Amígate con tu cuerpo. El no está fallando ni es tu enemigo, solo necesita que lo comprendas y lo ames así como es. La palabra clave es aceptación: disipa las nubes del enojo y de la culpa haciendo que por fin puedas ver en el cielo tormentoso, un destello del arco iris. No es lo que soñaste, pero aquí está. Y estoy segura, vas a poder con ello.

Me despido, pero antes quisiera recordarte que estoy a tu lado para acompañarte, sostenerte y escucharte. No estás sola. No te quedes sola. Porque entre mujeres podemos bailar bajo la lluvia en medio de la tormenta. Podemos unirnos en el dolor y la alegría. Porque finalmente, todas somos UNA.

Te abrazo a la distancia.

Factores que explican por qué un embarazo no llega

el embarazo no llega

La búsqueda de explicaciones puede ser la clave para encontrar las razones por las que el embarazo no llega y, por tanto, dar con la solución. Algunos de los motivos más frecuentes que están impidiendo que una mujer se quede embarazada son:

- La edad del hombre y de la mujer. Según se explica en el informe 'Edad y Fertilidad. Guía para pacientes', elaborado por la American Society for Reproductive Medicine, la fertilidad comienza a disminuir entre los 26 a 34 años y cae más rápidamente después de los 35 años.

- Enfermedades y trastornos como endometriosis, síndrome del ovario poliquístico, falla ovárica prematura, fibromas uterinos o problemas estructurales del sistema reproductivo.

- Sobrepeso y obesidad. Tener un exceso de peso influye directamente sobre el ciclo menstrual y, por tanto, sobre la capacidad reproductiva de la mujer. Lo mismo ocurre con el hombre, que se ve alterada la calidad del esperma. Llevar unos hábitos de alimentaciones sanos y hacer ejercicios pueden ayudarte a conseguir tu objetivo.

- Consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas. La ingesta de estas sustancias pueden afectar considerablemente a la capacidad fértil del hombre y de la mujer, así como otros factores ambientales como la contaminación.

En cualquier caso, lo mejor es acudir al especialista para que active el protocolo y determine las pruebas a realizar tanto en el hombre como en la mujer, porque el embarazo es cosas de dos.

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