Cómo ser un padre o una madre emocionalmente disponible para los niños

Soy una madre que un día se hizo esta misma pregunta: ¿Cómo ser una madre emocionalmente disponible para mi hija? Quería educar a mi pequeña para que fuera feliz, por eso emprendí un viaje de aprendizajes para convertirme en lo que ella necesitaba. Leía libros, artículos, veía vídeos e incluso retomé la formación en desarrollo personal que siempre me había apasionado. Sin embargo, no fue suficiente, no entendía cómo podía tener tantos conocimientos y, aún así, no lograr ponerlos en práctica con mi hija. Fue cuando descubrí la llave maestra para convertirme en la madre que quería ser.

La llave maestra para convertirte en el entrenador emocional de tus hijos

Para hablar de la llave maestra que te convertirá en el entrenador emocional de tus hijos es necesario que observes la realidad de tu vida y antes de seguir leyendo respondas a estas preguntas: ¿Cómo te sientes físicamente?, ¿Cómo te sientes emocionalmente?, ¿Qué cosas sientes que te faltan o te gustaría cambiar o mejorar?, ¿Cómo es tu estado de ánimo diario?

Si ya has respondido a las preguntas, hazte esta última teniendo en cuenta las respuestas anteriores: ¿Eres feliz? Pues bien, justo esta es la llave maestra, 'ser feliz'. Ya te comenté con anterioridad que la habías escuchado y parecería fácil. Si has respondido las preguntas con honestidad te habrás dado cuenta que no lo es y aquí entra la parte más importante: ¿Qué puedo hacer para conseguirlo?

La felicidad podríamos decir que es algo subjetivo y que cada individuo lo vive de diferente manera, pero necesariamente una persona feliz es inteligente emocionalmente. Antes de continuar con las cosas que puedes hacer, déjame que te cuente por qué es imprescindible ser feliz para educar a niños felices, convirtiéndote así en su entrenador emocional.

• Si te sientes feliz, tu estado de ánimo será óptimo, por tanto dispondrás de la paciencia necesaria cuando tus pequeños te pongan a prueba.
• Si te sientes feliz, serás más creativo para inventar juegos. Esto ayudará a tu pequeño a desarrollar destrezas que les harán más felices.
• Si te sientes feliz, te será más fácil tener una comunicación efectiva con tus hijos. Con buena actitud sabrás comunicarte de forma empática y solventarás las diferencias diarias con amor.
• Si te sientes feliz, tendrás la sabiduría necesaria adquirida en tu propia experiencia que te hará ser un padre/madre emocionalmente disponible para sus hijos. Así podrás guiarles para que aprendan a gestionar sus emociones y copien desde tu ejemplaridad la felicidad.

6 ideas que te ayudarán a sentirte feliz y disponible para tus hijos

Para lograrlo es imprescindible trabajar en ti mismo, en tu mundo interior y empezar a actuar en consecuencia. Esto no se consigue de la noche a la mañana, pero con estas ideas puedes ir avanzando.

1. Recupera hobbies

Seguramente haya muchas cosas que has dejado de hacer y más aún después de nacer tus hijos, pero nunca es tarde para retomarlo. Si no encuentras tiempo para ello, puedes analizar el tiempo invertido en cosas que al final no te aportan, como puede ser constantes miradas al teléfono o conversaciones insatisfactorias. Si deseas un cambio hacia tu felicidad, estoy segura que encontrarás el espacio.

2. Toma decisiones a favor de tu felicidad

Algunas pueden ser difíciles, pero necesarias. Quizás puedas cuestionarte la compañía de algunas personas, hábitos improductivos, cambios laborales… si te pones en marcha sin duda verás la recompensa. Recuerda que decir 'sí' a ti misma muchas veces implica decir 'no' a lo que ya no suma, así que haz una especie de 'check list' para saber qué puedes dejar atrás en pro de tu bienestar.

3. No te tomes nada personal

Cuando algo te afecte, respira. Sea lo que sea pon pensamientos, sentimientos y palabras de bondad y generosidad. Esto puede costar al principio, sobre todo cuando no puedes ver el punto positivo en la otra parte involucrada. En ese caso hazlo por ti, piensa que si albergas rencor, rabia o resentimiento solo te afecta a ti, créeme: tú estarás sumida en esos pensamientos y la otra parte como si nada.

4. Dedica unos minutos al día para consentirte

Activa tu energía con algún deporte. Si lo haces a diario fortalecerás la perseverancia tan necesaria en otros campos de tu vida. Opta por ejercicios de yoga, de respiración o meditación para equilibrar tu mundo interior. Realízalos por la mañana (de preferencia) para que todo el día te sientas llena de vitalidad. Notarás una gran diferencia al hacer ejercicio constante.

5. Aprende algo nuevo

De esta forma ejercitamos el cerebro, desarrollando más inteligencia, mejorando la concentración y la capacidad de atención. Además, contagiarás a tus pequeños para que experimenten el aprendizaje como algo natural y no forzoso. Realizar ejercicios mentales, como crucigramas, Sudokus o resolver acertijos o adivinanzas serán de gran ayuda para favorecer la plasticidad cerebral.

6. Trabaja en tus emociones

Estar en el presente es necesario para tu felicidad. Sin embargo, cuando se presentan obstáculos, a veces es inevitable recordar hechos pasados que te hacen sentir mal. Observa y trabaja estas emociones que te lastiman para darle una salida amorosa. En ese sentido, los ejercicios de respiración y concentración te darán una gran paz mental y contribuirán a tu estabilidad.

Importancia de la disponibilidad emocional de los padres en la crianza

Un padre o madre que está emocionalmente disponible valida los sentimientos de su hijo sin juzgarlo o minimizarlo. Esto permite que el niño crezca sintiéndose aceptado como es, siendo la base de una autoestima saludable. Además, de esta forma, los hijos aprenden a autorregular sus emociones al ver cómo sus padres enfrentan las propias tranquila e inteligentemente.

Los padres son modelos vivos de empatía, resiliencia y amor incondicional, valores que los niños replicarán a largo plazo. Por eso, cuando eres feliz, todo lo demás llega solo, por eso, ya no tendrás que esforzarte por educar, porque sabrás y tendrás la conciencia para saber qué tienes que hacer en todo momento. Ser emocionalmente disponible no es un destino, sino un camino.

Como todo camino, se debe recorrer día a día, con mucha intención y, sobre todo, con amor. Además, cuando tú estás emocionalmente disponible para tus niños, tus pequeños aprenden que sus emociones sí importan ¡y mucho! De esta manera, los niños se sienten validados, comprendidos y seguros, lo que se traduce en el fortalecimiento de su autoestima y la confianza en sí mismos.

Por último, recuerda que los niños no necesitan padres perfectos, sino padres presentes. La conexión emocional se va construyendo en los pequeños gestos cotidianos, por ejemplo, una palabra de aliento o un abrazo apretado. Si eres feliz, todo lo demás llega solo: no tendrás que esforzarte por educar, porque tendrás la conciencia para saber lo que tienes que hacer en todo momento.

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