Padres que comen sano, niños que son felices

Cómo enseñarle a tus hijos hábitos de alimentación saludable

María José Padilla, Coach educativa
En este artículo
  1. La relación entre padres que comen sano y niños que son felices 

Una de nuestras misiones principales es enseñarle a nuestros hijos a comer, y a hacerlo de una manera saludable, porque no podemos olvidar que la alimentación también forma parte de la felicidad de los niños.

Sin embargo, para conseguir que ellos coman bien, primero, como padres, tenemos que tomar conciencia de la importancia de la alimentación, y además, ser el modelo que nuestros hijos sigan para que lo lleven a cabo. De esta manera la ecuación quedaría así: padres que comen sano, niños que son felices. 

La relación entre padres que comen sano y niños que son felices 

padres que comen sano, niños que son felices

Por todo ello, vamos a repasar algunas pautas que podemos empezar a practicar en casa para hacer de la comida un ritual que nos llene de energía y bienestar.

En un principio puedes practicar solo o sola, después amplia este ritual a la pareja, y por último, llévalo a la familia. Inténtalo, al menos, una vez a la semana, aunque si es más veces, mejor. Ya veréis cómo llegaréis disfrutar del momento de la comida.

- Transmite a tu familia la importancia de alimentarse con conciencia, y animaros a tomar todo el interés posible por una alimentación sana que aumenten vuestras vibraciones de manera positiva.

- Lava y purifica tus manos antes de comenzar a cocinar o de comer. Usa delantal, protégete el pelo y esboza tu mejor sonrisa.

- Pon música para sentirte alegre y motivad@ para llevar a cabo el ritual. Cuida el espacio donde harás tu creación y cuánto más belleza tengas a tu alrededor, mejor. Evita la televisión o los móviles cerca.

- Da gracias por los alimentos que se van a tomar.

- Cuántos más alimentos cogidos de la tierra haya en la mesa, más sano comeréis. Incluye alimentos frescos y vivos.

- Come de manera consciente, mastica con calma y habla lo mínimo, para disfrutar y saborear el momento.

- Intenta poner en la mesa alimentos con todos los colores posibles. La Naturaleza es maravillosa, y nos provee de todo lo que necesitamos.

- Si puedes, ten en cuenta cómo murió el animal que te estés comiendo, ¡energéticamente nos transmiten sus emociones!

- Mezcla nutrientes como semillas, alimentos frescos, jugos naturales, proteínas, y sobre todo, pon mucho cariño, ¡ese es tu ingrediente principal!

- Para acabar, prepara una mesa bonita: decórala con una vajilla especial, añade belleza con el mantel o con unas flores, y haz partícipes a todos los miembros de la familia para montarla.

- Recuerda no comer enojado o no practicar conversaciones importantes mientras comes. Si estás enfadado o de mal humor, los alimentos no te caerán bien en el estómago.

- Para terminar el ritual, puedes acompañarte de un té o de infusiones naturales que te ayuden a mejorar la digestión y a estar relajad@s. Dedícate unos minutos de tranquilidad después de comer.

Practica este ritual durante el fin de semana, si es cuando tenéis más tiempo disponible. Un desayuno, un brunch, un almuerzo, una merienda o una cena... ¡cualquier momento es bueno para llevar a cabo este ritual!

Será una gran ocasión para transmitir a la familia que tenemos un cuerpo que es nuestro templo, y que es necesario alimentar bien nuestra alma, pues en ella guardamos lo que más apreciamos: nuestro corazón, el órgano principal que guarda nuestro amor.

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