Con esfuerzo y trabajo - La canción del valor del esfuerzo que todo niño debe conocer

Los niños necesitan aprender que los logros más valiosos no se consiguen de inmediato, sino que requieren constancia, dedicación y paciencia. En este sentido, nada como la música para ayudarte en la encomienda, así que canta con nosotros la melodía Con esfuerzo y trabajo - La canción del valor que todo niño debe conocer, la cual es un ejemplo de cómo se puede motivar a los más pequeños a valorar la importancia de intentar una y otra vez, y de no rendirse ante las dificultades.

Con esfuerzo y trabajo - Canción infantil que habla del valor del esfuerzo

Educar a los niños en el valor del esfuerzo debe ser uno de los valores fundamentales que todo padre debe infundir en sus pequeños. Lograr algo por sí mismos a través del trabajo duro es de las mejores satisfacciones que tus hijos pueden tener, ya que así valorarán más lo que tienen.

Con esfuerzo y trabajo

Cuando me esfuerzo puedo avanzar,
cada paso firme me ayuda a soñar.
Si trabajo alegre, todo brillará,
con voluntad fuerte lo voy a lograr.

¿Y si me canso?
Descanso y sigo más.
Juntos aprendemos:
con esfuerzo se va.

Con esfuerzo y trabajo yo puedo crecer,
cada meta grande la quiero aprender.
Con voluntad y fuerza puedo construir,
¡el trabajo me ayuda a seguir!

Si estudio constante, voy a mejorar,
si cuido mis cosas, me sé organizar.
El esfuerzo enseña que puedo cumplir,
y con mis amigos lo puedo vivir.

Con esfuerzo y trabajo yo puedo crecer,
cada meta grande la quiero aprender.
Con voluntad y fuerza puedo construir,
¡el trabajo me ayuda a seguir!

Con esfuerzo y trabajo yo puedo crecer,
¡el trabajo me ayuda a seguir!
Con esfuerzo alcanzo mis sueños.

Los valores para niños que se impulsan a través del trabajo y el esfuerzo

El trabajo y el esfuerzo son dos pilares para alcanzar las metas que nos trazamos, porque enseñan el camino de la disciplina, el compromiso y la superación. Con esfuerzo diario, los niños descubren que los logros no se consiguen de la noche a la mañana, sino que se necesita de paciencia y dedicación, lo que moldeará su carácter y los preparará para enfrentar los retos de la vida.

De la mano del esfuerzo vienen otros valores como la constancia, con la cual se aprende que repetir una acción o insistir en una tarea los acerca cada vez más a sus objetivos, derivando en la persistencia, que implica no rendirse ante las dificultades. Un niño que entrena para mejorar en un deporte, desarrolla la capacidad de seguir adelante incluso si los resultados tardan en llegar.

El esfuerzo también llega con la firmeza, entendida como la seguridad de lograr un propósito. La firmeza ayuda a los pequeños a no abandonar lo que hacen ante la primera frustración y a la vez, se cultiva la alegría, porque los logros conseguidos son pura satisfacción y orgullo personal. La sonrisa del niño que tiene éxito nos recuerda la felicidad del trabajo bien hecho.

Por otro lado tenemos la fuerza de voluntad, que permite superar la pereza y se convierte en el motor que impulsa al niño a levantarse temprano o a continuar practicando hasta mejorar. Finalmente con el trabajo y el esfuerzo se fortalecen la responsabilidad y el compromiso porque asumir tareas y cumplirlas enseña que el esfuerzo individual siempre contribuye al bienestar colectivo.

Beneficios del valor del esfuerzo para los niños - Aportes en casa y el cole

Como ya hemos dicho, el esfuerzo no es solo trabajar duro, sino comprometerse con una meta, superar las dificultades y valorar los resultados que se obtengan, Por ejemplo, en casa el esfuerzo tiene beneficios que le enseñarán disciplina, tan necesaria en su formación futura. Y no estamos hablando de una disciplina en la que todo se le prohíbe o que es sinónimo de represión.

Nos referimos a aquella que les da independencia y autonomía como colaborar en las tareas domésticas, asumir responsabilidades y cumplir compromisos acordes a su edad. ¿Suena descabellado? ¡Para nada! Tareas como recoger sus juguetes, ordenar su cuarto o ayudar a poner la mesa son pequeñas acciones, fomentarán esa autodisciplina y vivirán en orden.

Por otro lado, los niños aprenden que la satisfacción personal no depende de obtener regalos inmediatos, sino de cumplir con lo que les corresponde. Un niño que aprende a esforzarse desarrolla una alta autoestima, y favorece su resiliencia porque aprenden a levantarse después de un error o fracaso. También les ayuda a reconocer y respetar el trabajo y la dedicación de los demás.

En la escuela, el esfuerzo mejora el rendimiento académico porque los pequeños adquieren hábitos de estudio, disciplina y organización: se nota el empeño que ponen al estudiar para un examen, al resolver problemas matemáticos o al ensayar una presentación porque con práctica los niños mejoran poco a poco, entendiendo que equivocarse forma parte del camino del éxito.

Cuentos y fábulas que ayudan a inculcar en los hijos el valor del esfuerzo

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