Los pescados más peligrosos para la mujer y el bebé en el embarazo

Conoce las características del pescado azul y del pescado blanco

Carlota Reviriego, Nutricionista
En este artículo
  1. Beneficios de consumir pescado durante el embarazo
  2. Los peligros de ciertos pescados para la mujer en el embarazo 
  3. Características del pescado azul y del pescado blanco 

Durante el embarazo, la mujer tiene y debe comer pescado porque se trata de un alimento a través del cual la gestante se asegura la ingesta de vitaminas y minerales como el Omega 3. Sin embargo, no vale cualquier tipo de pescado, ya que existen los catalogados como pescados más peligrosos para la mujer y el bebé en el embarazo. ¡Te contamos de cuáles se trata!

Beneficios de consumir pescado durante el embarazo

pescado y embarazo

Nutricionalmente, el pescado aporta proteínas de alto valor biológico: minerales como calcio, fósforo, yodo o hierro, y vitaminas. Curiosamente, son los pescados pequeños, aquellos que se consumen con su propia espina, los que aportan una mayor cantidad de calcio.

Dentro de las vitaminas, las del grupo B están presentes tanto en el pescado blanco como en el pescado azul en cantidades relativamente similares. Sin embargo, y dado que la vitamina D es una vitamina liposoluble –vehiculizada en la grasa-, el pescado azul aporta mucha más vitamina D que el pescado blanco.

La función de esta vitamina D durante el embarazo es muy importante, ya que facilita la fijación del calcio a los huesos en formación del feto. Adicionalmente, el pescado azul aporta vitamina A y ácidos grasos esenciales en mayores cantidades que el pescado blanco. Además de retardar la aparición de enfermedades cardiovasculares, los ácidos grasos presentes, mayoritariamente, en el pescado azul tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras del sistema inmune.

Concretamente, los ácidos grasos linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3) son esenciales para el organismo, ya que son vitales para el desarrollo y funcionamiento del cerebro y las conexiones cerebrales. Durante el embarazo, a lo largo de todos los trimestres, un aporte de ácidos grasos esenciales asegura una correcta formación y desarrollo del cerebro del feto.

Los peligros de ciertos pescados para la mujer en el embarazo 

pescados peligrosos para la mujer en el embarazo

Sin embargo, los pescados presentan también ciertos peligros tanto para la embarazada como para el bebé que crece en su interior.

- Se recomienda evitar el consumo de pescados y mariscos crudos, ya que pueden contener en su músculo un parásito conocido como anisakis. Este gusano no afecta directamente al feto, pero puede causar una reacción seria a la madre, sobre todo si esta resulta ser alérgica.

- Asimismo, se recomienda no consumir salmón ahumado por haber producido brotes de Listeria monocytogenes. Este patógeno alimentario puede producir abortos, partos prematuros e, incluso, la muerte fetal dependiendo de en qué semana se contraiga la infección.

- La cantidad de mercurio que acumula un pez en su músculo está directamente relacionada con su tamaño, de manera que, a mayor tamaño de la pieza, más cantidad de mercurio. Este metal es perjudicial para el cerebro y el sistema nervioso en desarrollo del feto, por lo que es recomendable, dentro del mismo pescado, escoger piezas más pequeñas en lugar de aquellas más grandes. Curiosamente, el atún, a pesar de ser un pescado grande, contiene cantidades relevantes de selenio, capaz de neutralizar los posibles efectos negativos del mercurio en el organismo, por lo que, en moderación, es un pescado perfectamente seguro.

Según esto, a la hora de escoger un pescado para consumir durante el embarazo, la mujer debe inclinarse hacia los pescados azules de tamaño moderado o, si el fuerte sabor de los mismos le resulta desagradable, tratar de aumentar el consumo de pescado blanco a 4 ó 5 veces en semana.

Características del pescado azul y del pescado blanco 

El pescado es un alimento de gran interés en la dieta mediterránea, donde tradicionalmente se ha consumido a razón de al menos 3 veces en semana, incluso más, sobre todo en las zonas costeras.

En la clasificación del pescado, podemos encontrar dos grandes grupos, el pescado blanco y el azul, que se diferencian básicamente en la cantidad de grasa que contienen en su músculo, que es básicamente la carne que comemos.  El pescado blanco tiene un contenido en grasa inferior al 3%, mientras que el azul puede incluso llegar a superar el 15%, dependiendo de la estación del año y la época de crianza en que el pez se encuentre.

Los pescados blancos más consumidos son la merluza, el lenguado o el gallo, la pescadilla, el mero, o el bacalao fresco. Estos pescados se caracterizan por su bajo contenido en grasa y su suave sabor.

Los pescados azules, por su parte, están encabezados por el atún o el bonito, el salmón o la caballa, y otros peces más pequeños como la sardina o el boquerón. La principal característica visible de estos pescados es el color de su carne, más oscuro que en los pescados blancos y que proviene de su más elevado contenido en grasa.

Para concluir, además de escoger cuidadosamente el pescado en la dieta, cocinarlo a la plancha, al horno o al vapor permite conservar al máximo sus propiedades nutritivas.

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