Botiquín de primeros auxilios para las heridas emocionales de los niños
Estos 7 remedios te ayudarán a sanar las heridas emocionales de tus hijos
- ¿Qué son y cuáles son las causas de las heridas emocionales en los niños?
- 7 primeros auxilios para las heridas emocionales de los niños
- Más remedios que ayudan a curar las heridas emocionales infantiles
- Cómo identificar y validar las emociones de tus hijos de manera efectiva
Las emociones de los niños pueden dejar huellas profundas que no siempre se ven a simple vista. Por eso, es que imprescindible contar con un botiquín de primeros auxilios para las heridas emocionales de los niños, el cual no es un recurso físico, sino un conjunto de gestos, palabras y actitudes que ayudan a sanar y acompañar el corazón de los pequeños en sus momentos más difíciles.
¿Qué son y cuáles son las causas de las heridas emocionales en los niños?
Tristeza, ira, miedo... son emociones tan difíciles de controlar que también hieren a los niños. Más aún a ellos, que aún no pueden controlar las herramientas básicas para domarlos. Las heridas emocionales son marcas invisibles que se producen cuando los niños viven experiencias dolorosas, como gritos, comparaciones, burlas, indiferencia, excesiva exigencia o falta de afecto.
Estas situaciones, aunque no dejen huellas físicas, generan inseguridad, baja autoestima o dificultad para expresar emociones. Las causas más comunes de las heridas emocionales infantiles son:
- Conflictos familiares
- La falta de validación emocional cuando se minimizan sus sentimientos
- Experiencias escolares negativas como el bullying o sentirse rechazado
- Expectativas poco realistas o presión excesiva
Por eso, debemos tener a la mano un buen botiquín de primeros auxilios que incluya una venda para los miedos o una tirita cura penas. A continuación, te decimos los remedios que puedes utilizar para curar las heridas emocionales de tus hijos antes de que sea demasiado tarde. No eches en saco roto las señales que se presentan y trabaja con tus pequeños en estos primeros auxilios.
7 primeros auxilios para las heridas emocionales de los niños
A veces una palabra o un grito puede doler más que una caída en bicicleta. Incluso un silencio o una mirada pueden ser más devastadores que una picadura de avispa. Por eso, conviene tener cerca el botiquín de primeros auxilios emocionales. ¿Sabes qué debe tener dentro? Todo esto:
1. La venda del silencio
¿No te ha pasado a ti que ante cualquier problema emocional de tu hijo, comienzas a soltarle charlas y más charlas? Lo hacemos con toda nuestra buena intención: 'si te enfadas así, nadie va a querer estar a tu lado...'. A final, de tanto hablar, lo que hacemos es empeorar la situación. Palabras, sí, pero en su justa medida. A veces un silencio puede ser más poderoso.
2. Medicina de la soledad
Tal vez te parezca contradictorio. ¿Soledad? ¿Puede ser buena? Cuando un niño está triste o enfadado por algo, a veces pide estar solo. Cada niño es un mundo, y no todos reaccionan bien ante los 'achuchones' y besos sin medida. Después de un gran abrazo, respeta su espacio para que reflexione. A menudo no queremos dejarles solos que olvidamos que la soledad también cura.
3. Parches de escucha activa
Estos parches son milagrosos y consiguen cosas increíbles. Un parche de escucha activa consigue potenciar la comprensión y la empatía hasta niveles insospechados. Escuchando a los hijos cuando tienen un problema emocional (y observando mucho), podemos acertar con nuestras palabras o nuestra medicina emocional. Son los indispensables en nuestro botiquín emocional.
Más remedios que ayudan a curar las heridas emocionales infantiles
4. Bálsamo de caricias, besos y abrazos
No hay herida que no pueda curar el amor. Si tu hijo está triste, se siente confundido o siente un gran enfado, intenta calmarle con la pócima del amor. Un beso, un abrazo y unas caricias. Muchos niños se sienten más reconfortados al sentir la seguridad y el calor de un gran abrazo. Otros, sin embargo, prefieren la medicina de la soledad que les otorga intimidad y reflexión.
5. Tiritas anti-lágrimas
Cuando un niño llora, muchas veces nos quedamos sin saber qué hacer. ¿Le dejo llorar? ¿Le intento consolar? Para esto están las tiritas anti lágrimas, que no es más que un pañuelo. ¿Cuántas veces le acercaste uno a tu hijo para limpiarle las lágrimas al tiempo que le decías: 'se pasará, no te preocupes'. Acompaña este momento con una caricia para que sepa que estás con él.
6. Jeringuilla anti-enojo
Esta medida está pensada para los padres: cuando el niño entra en un estado de ira, tendemos a perder los nervios y terminamos gritándoles sin medida. Al final, es como si dos trenes se dirigieran uno contra el otro a gran velocidad: el tren de la ira de tu hijo contra el tren de la ira del padre o madre. ¿Qué crees que puede pasar? Sí, si nadie lo consigue evitar, el choque será tremendo.
7. Medidor de Tensión
Ante un problema emocional de un niño, conviene poner en marcha la maquinaria de la empatía al máximo. ¿Por qué está tan enfadado? ¿Cómo es que se siente así? ¿Qué puedo hacer yo para ayudarle? El medidor de tensión de dará una idea de cómo puede sentirse tu hijo si está triste o por ejemplo, tiene un ataque de pánico por un miedo que no consigue dominar. Úsenlo.
Cómo identificar y validar las emociones de tus hijos de manera efectiva
Para aplicar estos primeros auxilios, hay que aprender a detectar las señales en los niños como cambios repentinos en el comportamiento, retraimiento social, irritabilidad, dificultades para dormir, baja autoestima o llanto frecuente. Estas manifestaciones suelen ser un indicador de que algo emocionalmente les duele. Ante estos signos, siempre haz lo siguiente:
- Respeta sus tiempos. Cada niño necesita un proceso distinto para sanar.
- Usa el juego y la creatividad. Dibujar, jugar o leer cuentos pueden ser herramientas terapéuticas que ayudan a expresar emociones.
Otro punto fundamental es validar las emociones de los niños, lo cual significa reconocer, aceptar y acompañar lo que sienten, sin minimizar ni juzgar sus experiencias. No se trata de darles siempre la razón, sino de demostrar que lo que siente es legítimo y que tiene derecho a sentir. Aquí, algunos tips para validar eficazmente las emociones de tus hijos:
- Escucha sin interrumpir. Cuando tu hijo esté triste, enojado o asustado, dale espacio para expresar lo que siente antes de responder.
- Pon nombre a las emociones. Ayuda al niño a identificar lo que le ocurre diciendo frases como: 'parece que tienes miedo' o 'entiendo que estás triste'.
- Evita invalidar con frases comunes. En lugar de 'no llores' o 'eso no es nada', dile: 'entiendo que esto te dolió' o 'sé que fue difícil para ti'.
- Acepta su intensidad emocional. Un problema que parece pequeño para los adultos, para los niños puede ser enorme en su mundo interior.
- Ofrece calma y seguridad. Transmite con gestos, tono de voz y contacto físico que estás a su lado, que no están solos y que pueden contar contigo.
- Refuerza la confianza. Explícales que todas las emociones son válidas, incluso las incómodas, y que manejarlas forma parte de crecer.
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Bibliografía
- Blanco, M. (2014) Sanación emocional del niño interior. Método Ser mejor ser. Ediciones y Distribuciones Vedra, s.l. (ed.) México, pp. 1-167 Disponible en: https://repositoriomujerespoder.udemex.edu.mx/files/dc/SanacionEmocionaldelNioInteriorMetodoSermejorSer167.pdf