Cómo teñir flores de colores en casa. Experimento con agua para niños
Esta actividad para niños a partir de 3 años tiene muchos beneficios y el resultado es sorprendente

Una actividad tan simple como dar un paseo por el campo o el parque puede estimular los cinco sentidos de los niños y niñas. En lo que más suelen fijarse es en las flores, dado que en estos entornos abundan. Son de diferentes tamaños, colores u olores, y llaman su atención, pero ¿qué pasaría si les dijéramos que podemos teñir flores de colores en casa?
Os propongo un fabuloso experimento con agua y colorante alimenticio para los niños. Se trata de una actividad muy sencilla para los pequeños de partir de 3 años, con la que además de lo meramente estético y visual, estos pueden aprender las partes que tienen una flor: tallo, hojas y pétalos. Si la actividad la desarrolláis con niños y niñas de más edad podemos ampliar dicho vocabulario. ¿Estamos preparados? Pues démosle color a las flores.
Paso a paso de este experimento con agua divertido
Materiales:
- Flores de color blanco (claveles o rosas)
- Tarro
- Agua
- Colorante alimenticio
- Cuchillo
Siguiendo estos sencillos 4 pasos podemos llevar a cabo nuestra actividad. Vamos a verlos.
1. Llena con agua los tarros o vasos. No hace falta que haya mucha cantidad; con dos o tres dedos es suficiente.
2. Echa cuantas gotas de colorante alimenticio sean necesarias. Cuanta más cantidad utilices, más color cogerá el agua.
3. Con un cuchillo, corta las flores por el tallo de manera diagonal. Con el mismo cuchillo o un raspador, trata de rasgar un poco el tallo para que el agua penetre mejor en la flor. Como podrás imaginar, este es un paso que debe llevar a cabo un adulto, para evitar percances.
4. Introduce las flores dentro de cada tarro o vaso con agua y déjalas reposar durante dos o tres días en un lugar seco y con un poco de la luz solar. De esta forma, estaremos facilitando la fotosíntesis y la absorción del agua.
Repite estos cuatro pasos utilizando distintos colorantes de colores diferentes para obtener un ramo de flores arco íris.
¿Qué podemos al teñir las flores de colores?
Es interesante mirar cada día nuestro experimento porque, según pasen las horas, irá cambiando poco a poco. ¡Hay que tener un poco de paciencia!
Si todo va como lo esperado, podremos observar lo siguiente:
- A las 12 horas la flor colocada en colores más intensos como el azul o verde, comienza a mostrar dicho color en los bordes de la flor, en este caso, del clavel.
- A las 24 horas han aparecido todos los colores.
- A las 48 horas los colores de cada clavel son más intensos. ¡Qué bonito!
El proceso puede tardar en completarse varios días (2 o 3 días, incluso), pero es importante tener en cuenta que puede darse el caso de que los pétalos no se tiñan en su totalidad. Esto dependerá de varios factores relacionados con las condiciones atmosféricas y las características del colorante alimenticio que hayáis utilizado.
Y os estaréis preguntando... ¿Cómo y por qué ocurre esto? ¿Por qué las flores cambian de color? La explicación es sencilla: Las flores absorben el agua mezclada con el colorante gracias a la capilaridad y transpiración, de esta manera tanto el tallo (por el corte diagonal que hemos realizado) así como en los pétalos podemos observar cómo van tomando color.
Gracias al agua evitamos que la flor se marchite en el momento en que se le ha cortado el tallo.
Los beneficios de este experimento tan divertido
Además de procurar un momento de diversión en casa o en el aula, hacer este experimento resulta muy beneficioso para los niños. Y estos son algunos de los aprendizajes o prácticas que los niños pueden obtener al llevarlo a cabo.
- Para las primeras edades, este experimento resulta muy visual. Les ayuda a diferenciar y aprender los colores (incluso podemos aprovechar para enseñarles los nombres de los colores en inglés) e incluso comenzar con las mezclas.
- Es un ejemplo claro de cómo se pueden alterar los objetos y cambiar su estado inicial, mediante la observación los niños y niñas irán notando los cambios que en ella se producen.
- Es una actividad muy sencilla de realizar en la que pueden participar los niños y niñas siempre y cuando los adultos realicen los cortes pertinentes en la flor.
Además, se trata de una actividad con la que podemos sorprender a los niños y niñas, aprovechando el momento para explicarles cuáles son las partes de una flor y cómo es el proceso para que no se marchiten, es decir, los cuidados que deben de tener para que no se mueran.
¡No dudéis en probar este experimento tan sorprendente con los niños!
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