Quién soy yo. Juego clásico para niños de razonamiento lógico

Los juegos infantiles sirven, además de para amenizar las fiestas de cumpleaños y otros eventos sociales, para mejorar el desarrollo cognitivo del niño, el emocional y su socialización. Con 'Quién soy yo', un juego clásico para niños, los más pequeños comienzan a perder el miedo a hablar y a expresarse delante de otras personas, trabajando la expresión y comprensión oral, y a su vez el razonamiento lógico, algo muy importante de cara al futuro, y que además interfiere en los aprendizajes.

Por eso queremos recordar algunos de los juegos tradicionales que formaron parte de nuestras vidas y que hoy en día siguen formando parte del ocio y el tiempo libre de nuestros hijos como es el caso del juego de adivinar 'Quién soy yo'.

Cómo jugar a Quién soy yo con los niños

El juego tradicional de 'Quién soy yo' es un pasatiempo que también suelen jugar los adultos, ya que resulta muy divertido y entretenido ver cómo los participantes se estrujan el cerebro para descubrir su personaje.

Las reglas del juego son muy sencillas:

1. Varios participantes deberán situarse en círculo.
2. Cada uno de los participantes debe escribir en un papel el nombre de un personaje (real o de ficción).
3. Cuando todos tengan escrito el personaje deberán pegarlo en la frente del compañero que tengan situado a su derecha.
4. Entre todos deberán elegir a uno para que empiece a formular preguntas para intentar descubrir el personaje que tiene en la frente.
5. Las respuestas tienen que ser del tipo Sí-No, por ejemplo: ¿soy un personaje de dibujos animados? Si la respuesta es 'Sí' el jugador formulará otra pregunta y así hasta que falle, cediendo el turno al compañero de su derecha.
6. Según vayan adivinando el personaje, irán saliendo del juego.
7. El último participante en adivinar quién es su personaje será proclamado como 'el burro' del juego.

Consejos: Cuántos más participantes tenga el juego, mejor y más divertido.

¡Adivina quién soy! Beneficios de jugar con los niños

El juego 'Quién soy yo' es más que una simple actividad recreativa para niños, ya que puede ser una herramienta con numerosos beneficios como el razonamiento lógico y la habilidad para deducir e inferir a partir de pistas dadas, pudiendo llegar a conclusiones. En paralelo se trabaja la expresión y comprensión oral. Además, se necesita tener una buena memoria para recordar las preguntas y las respuestas, que ayuda a mejorar la memoria a corto plazo.

También se fomenta la observación y atención, ya que les ayuda a prestar atención a los detalles para formular preguntas inteligentes y descifrar la identidad del personaje. A la vez se fortalece el lenguaje porque al formular preguntas, su vocabulario y habilidades lingüísticas se enriquecen. Este juego fomenta su interacción social, los ayuda a jugar por turnos y a participar en una conversación dirigida.

Por otro lado, este tipo de juego puede reforzar la autoestima de los niños, porque al ganar una partida, o jugar bien, es un buen impulso para la autoestima de los niños. Adicional a esto y aunque las reglas son sencillas, siempre hay espacio para la creatividad con las preguntas que los niños puedan formular. Esto puede estimular su imaginación y su habilidad para pensar más allá.

Finalmente, el juego 'Quién soy yo' básicamente promueve la empatía y la tolerancia, esto porque a través del juego, los niños se sitúan en personajes de diferentes culturas, ocupaciones y formas de vida, lo que desarrolla su habilidad para manejar el estrés y la frustración, al notar que no siempre se gana y eso está bien. Los niños aprenden a seguir intentándolo las veces necesarias.

Otros juegos que fomentan el razonamiento lógico en niños

Algunos juegos que pueden fomentar el razonamiento lógico en los niños, además de 'Quién soy yo' y que también ofrecen beneficios significativos, son:

• Búsqueda del tesoro. Cuando se dan las pistas, estas pueden ser diseñadas para aumentar en complejidad, requiriendo que los niños resuelvan problemas matemáticos o puzzles para avanzar.
• Sudoku. Aunque en principio puede parecer avanzado para los niños, hay algunas versiones simplificadas que son apropiadas para niños más pequeños, como por ejemplo aquellas en las que en vez del uso de números se realiza con colores. Este juego fomenta la concentración, el pensamiento lógico y la capacidad de análisis.
• Jenga de matemáticas. Se trata de una variante del juego original, donde cada bloque tiene una operación matemática que los niños deben resolver antes de poder mover el bloque.
• Rush hour. Aquí los niños deben mover coches en un tablero para crear un camino para que un auto en particular salga del tráfico. Ideal para desarrollar habilidades de resolución de problemas y trabajo de funciones ejecutivas.
• Puzzles variados. En realidad no son juegos en el sentido tradicional, pero los puzzles son considerados por ser efectivos para mejorar la habilidad espacial. Los niños tienen que averiguar cuáles piezas encajan a través de un proceso de eliminación.
• Ajedrez. Este clásico juego no solo fomenta el pensamiento estratégico, sino que mejora la memoria y la concentración en los pequeños.
• Bloques lógicos. Los juegos de manipulación requieren que los niños clasifiquen ciertos bloques según atributos como forma, color y tamaño. Muy recomendable para introducir conceptos de lógica básica.

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