Si animas a tus hijos a creer en sí mismos, tendrán una autoestima sana

Situaciones del día a día que son perfectas para motivar a tu hijo. 12 meses 12 pensamientos positivos

Mario Pinel, Pedagogo
En este artículo
  1. La poderosa frase 'Cree en ti y todo será posible' que deben escuchar tus hijos más a menudo
  2. 5 cuentos especiales para trabajar la autoestima de los hijos
  3. Momentos del día a día en los que los padres podemos ayudar a los hijos a reforzar su autoestima

Son varios los problemas que se derivan de una baja autoestima: inseguridad, poca confianza en uno mismo, escasa motivación, inconvenientes a la hora de socializar... Sí que es cierto que el amor propio que debemos tenernos todos como personas se desarrolla en uno mismo, pero igual de cierto es que los que están a nuestro alrededor pueden hacer mucho: pueden ayudar, servir de ejemplo, de inspiración y de buena influencia. Si animas a tus hijos a creer en sí mismos tendrán una buena autoestima que les servirá de trampolín para lograr cualquier objetivo que se planteen, ahora y el día de mañana.

La poderosa frase 'Cree en ti y todo será posible' que deben escuchar tus hijos más a menudo

la autoestima sana

Tan importante es aprender a caminar, leer, sumar, restar o hacer oraciones complejas como lo es creer que uno puede ser capaz de eso y mucho más. Porque la motivación, la confianza en uno mismo y una autoestima reforzada son básicos a la hora tirar a canasta y encestar, enfrentarse a un examen o una entrevista de trabajo con buena nota.

Si crees en ti, si enseñas y ayudas a tus hijos a que crean en ellos mismos, tendrás en tu mano una especie de amuleto de la buena suerte que te diga ‘sí puedes’ en lugar de decir ‘no te va a salir bien’. ¿Y qué sucede si no sale a la primera? ¿Si fallo el tiro a la canasta y mi equipo pierde? ¿si no apruebo el examen o no saco la nota que esperaba? ¡Nada! ¡No pasa nada! Tan solo hay que seguir intentándolo. 

Si eres pesimista acabarás por pensar que no puedes lograr las cosas. De lo contrario, marcarse un objetivo y tratar de lograrlo sin rendirse a la primera de cambio será posible si confiamos en nosotros mismos, si tenemos la energía positiva de creer en uno mismo, algo que, además e igual de importante que lo anterior, nos va a permitir divertirnos, ser optimistas e incluso inspirar a otros.

5 cuentos especiales para trabajar la autoestima de los hijos

cuentos sobre la autoestima

Los cuentos, las fábulas y los poemas son recursos especiales y muy útiles que ayudan a padres y alumnos a trabajar la autoestima día a día. ¡Aquí te dejamos algunos ejemplos!

- El baile de Bea, relato que anima a los niños a luchar por sus sueños
La clave está en no conformarse, el secreto está en luchar por tus sueños. Esta es la gran verdad que descubre Bea, una niña a la que le encanta bailar, pero a la que no siempre le salen las cosas como ella espera. Ya iba a tirar sus zapatillas de baile cuando el conserje del colegio le explica por qué es importante, incluso necesario, seguir adelante.

- Jorge y los aviones de papel. Una historia maravillosa para no darse por vencido
Este otro cuento también es un recurso excelente para enseñar a los niños que una sana autoestima unida al valor del esfuerzo muchas veces es más fuerte que la habilidad en sí misma o lo bien que se nos dé algo. Y si no que se lo digan a Jorge, el experto en aviones de papel, y a su querido abuelo.

- La historia de Nadia. Un ejemplo más par que los niños crean en ellos mismos
No es la primera vez que te hablamos de lo que le sucedió a Nadia, una niña gordita que tenía por hermanas a dos esbeltas chicas. Lee de nuevo la historia con tus hijos y comprenderán que no hay que compararse con nadie, que cada uno somos especiales, que debemos querernos por encima de todo y creer también en nuestras habilidades. Así podremos ser felices y lograr nuestras metas, ¡sean las que sean!

- El potrillo cojo. Cuento sobre la superación y la autoestima
Potrillo nació con tres patas, nadie pensaba que podría andar, mucho menos correr. Sin embargo, Potrillo no se daba por vencido, se esforzaba, se superaba a sí mismo. Y fue así como logró ser feliz y demostrar a los demás que no hay que rendirse. ¿Sabes de dónde sacó tanta fuerza? ¡Del apoyo incondicional de su familia!

- Nube y relámpago. La fábula para niños sobre la autoestima
No compararse, aprender a quererse, cuidarse y valorarse es lo que podemos llamar la base de la autoestima. En esta fábula, que por supuesto tiene su moraleja, Nube, un poni de color caramelo, aprende que las cualidades de los demás nada nos quitan a nosotros. Seguro que tus hijos también se llevan esta bonita lección al leer la historia contigo.  

Momentos del día a día en los que los padres podemos ayudar a los hijos a reforzar su autoestima

momentos para trabajar la autoestima

Para animar a tus hijos a creer en sí mismos para tener buena autoestima, además de hablar con ellos, ser un ejemplo y tirar de recursos como los cuentos y fábulas que acabamos de ver, puedes usar pequeños trucos del día a día.

- Cuando le dejes en el cole dile una palabra amable: ‘campeón’, ‘pasa buen día’, ‘aprende mucho, escucha al profesor, pero también 'diviértete’. Cuando le recojas, no le preguntes solo por los deberes, averigua también a que ha jugado, si se ha sentido bien o si hay algo que no le haya gustado.

- Haz alguna vez los deberes con él o simplemente siéntate a su lado. No solo porque tenga dudas sino para pasar el rato con él y darle ánimos con tu compañía.

- Si ha sacado una mala nota, no te agobies para que él tampoco lo sienta como una derrota.  Explícale que es cuestión de seguir intentándolo, que él puede hacerlo y que tú vas a estar a su lado como apoyo y aliento.

- Coge de la mano a tu hijo. Se trata de otra forma de decirle que le quieres, que crees en él y que te sientes orgullosa.

- Escucha siempre lo que tiene que decir, ya sea que te hable de la discusión que ha tenido con un compañero o de cuáles son sus cromos favoritos. ¡Para él todo es importante!

- Valora sus cualidades, sus capacidades y lo bien que hace las cosas: sus deberes, poner la mesa sin que nadie se lo diga o atarse los zapatos solo.

- Por último, sé una fuente de inspiración para tu hijo, un ejemplo a seguir y, a su vez, hazle entender que él también lo es para ti, que su apoyo es básico, que le quieres tal y como es

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