6 errores comunes al usar el método Montessori en casa con los niños

Montessori es más que un estilo de decoración, es una filosofía de vida para los niños y sus padres

Marta Prada, Formadora y Guía Montessori
En este artículo
  1. El método Montessori es más que una pedagogía para niños
  2. Los errores al usar Montessori en casa con los niños
  3. Cuestiones a reflexionar sobre el uso de Montessori en el hogar

Si estás pensando en usar el método Montessori en casa con los niños, ten en cuenta las siguientes pautas que te ofrecemos para no caer en algunos de los errores más comunes. Y es que aplicar Montessori es mucho más que comprar una cama baja o poner un taburete en el baño para que los niños se puedan lavar las manos solos. Montessori es una filosofía que requiere que, en primer lugar, pongamos el foco en nosotros como padres.

El método Montessori es más que una pedagogía para niños

Usar el método montessori en casa

Se habla mucho de Montessori, pero pocos conocen profundamente esta pedagogía. De ese desconocimiento surge una de las mayores críticas: 'Montessori es solo una moda, una modernez más'. Y quizá eso sea lo que más desvirtúa el método.

Montessori es algo más que una pedagogía, es una filosofía de vida, de amor, de paz...  A día de hoy, muchas familias llegan a Montessori porque ven algo en redes sociales y se sienten atraídas por una foto, un vídeo, un texto... Van tomando pedacitos aislados e intentan reproducirlos en su hogar. Y es justo ahí cuando escucho la frase estrella: 'Esto de Montessori no funciona con todos los niños'.

Montessori funciona con todos los niños y niñas del mundo, pero no todos los adultos tienen la consciencia y herramientas para ponerlo en práctica.

Los errores al usar Montessori en casa con los niños

Errores al usar el método montessori en casa con niños

En esta ocasión, quiero poner sobre la mesa algunos de los errores fundamentales por los que las familias creen que esto es bonito en la teoría, pero realmente es algo que no funciona en la práctica. Debemos tenerlo en cuenta si deseamos empezar a usar el método Montessori en casa con nuestros hijos.

1. Nos negamos a poner el foco en nosotros, los padres

El método Montessori nunca va a funcionar si el adulto no hace un trabajo previo de autoconocimiento y sanación de sus propias heridas de infancia. Si no se siente en armonía consigo mismo. Si su autoestima es baja. Porque todas nuestras heridas se reavivan con la llegada de los hijos. Si no te sientes bien contigo y trabajas por tener unos hábitos sanos en tu vida en casa y en otros ámbitos de la vida, va a ser muy difícil que construyas relaciones sanas con tus hijos o con las personas que te rodean.

Los hijos absorben, demandan, agotan... Y es en esos momentos de vulnerabilidad salen a flote todas nuestras heridas emocionales, nos desequilibramos cuando no hay unos cimientos sólidos en nosotros. No puedes pedir lo que no das, no puedes dar lo que no tienes.

2. Las familias quieren herramientas concretas para cada situación

¿Y si mi hijo tira del rabo al gato en casa? ¿Y si pelea con su hermano? ¿Y si a la salida del colegio tiene una rabieta? Queremos las fórmulas mágicas para cada situación. Como si hubiera soluciones universales. La cuestión es que no las hay porque somos diferentes y porque también cada situación lo es.

Montessori es algo más que un listado de herramientas que aplicar. Montessori es un método científico basado en el conocimiento de la naturaleza humana. La mayoría de las familias desconocen los periodos sensibles por los que pasan sus hijos, desconocen que existen unas tendencias humanas, desconocen cómo funciona un cerebro en construcción... Y actúan desde su plano de adultos, pensando que lo que hace falta es mano dura para que aprendan.

Hay otro camino para aprender sin dejarnos la autoestima por el camino, pero has de entender primero qué necesita tu hijo, has de aprender a observarlo... Cuando entiendes que el lenguaje del niño es su comportamiento todo cambia.

3. Los padres tenemos expectativas erróneas respecto al método Montessori

Pensar que tu hijo va a convertirse en un ser autónomo, empático, respetuoso, y aplicado de la noche a la mañana es quizá el error de expectativas que hace que muchas familias piensen que 'Esto no funciona' y decidan que es mucho más rápido y efectivo un grito o un castigo...

El desarrollo del ser humano es un proceso lento, de avances y retrocesos, es un proceso meticuloso que requiere ir al tiempo, requiere acompañamiento, presencia, empatía... Me resulta muy llamativo cuando me dicen 'qué hago para que mi hijo deje de pegar'. ¿Quieres que tu hijo deje de pegar o quieres que tu hijo desarrolle empatía y habilidades de vida? Quizá ahí reside la clave de todo esto.

a educación ha puesto parches durante muchísimo tiempo. Y Montessori trabaja en las raíces de los seres humanos: en respetar sus necesidades, sus ritmos, sus intereses... Cuando el niño se siente bien consigo mismos escala a un nivel superior de conciencia y autocontrol.

[Leer +: Enseña a tu hijo a cepillarse los dientes según Montessori]

Cuestiones a reflexionar sobre el uso de Montessori en el hogar

Errores de los padres con montessori

4. No nos paramos a observar y respetar los ritmos de nuestros hijos

Es muy habitual ver fotos bajo el nombre de 'actividad Montessori'. Entonces, si no conoces en profundidad el método: te afanas en preparar la misma actividad y cinco minutos más tarde te frustras porque ves que el niño ha tirado todo por el suelo, o simplemente no ha hecho ni caso. No se trata de preparar actividades. Montessori es mucho más que eso.

Primero, hay que cautivar al niño con nuestra propia presencia, ser inspiración e ir poniéndole en relación con un ambiente en el que pueda cubrir sus necesidades con una libertad progresiva y necesaria para realizarse como ser humano. Muchos adultos desconocen el enorme potencial que tienen sus hijos, hacen muchas cosas por ellos que podrían hacer solos, pensando equivocadamente que 'ya tendrán tiempo'.

Quizá ese sea otro error: no darnos cuenta de que el juego más placentero para un niño es el que tiene resultados útiles para él y su entorno. Jugar a cocinar no es nada comparado con la experiencia placentera de cocinar: repartir los ingredientes de una pizza, amasarla, o simplemente preparar una ensalada...

Muchos adultos no consiguen entender que para un niño trabajo y juego es lo mismo: limpiar un cristal, barrer, prepararse un zumo... Son actividades placenteras para ellos, porque ven como sus movimientos, que están aprendiendo a conocer y coordinar, cobran sentido.

[Leer +: Cuento Montessori para niños]

Método Montessori para los niños

5. Suplimos la falta de presencia con materiales y juguetes Montessori

Hoy muchos niños y niñas no pueden construir un apego seguro porque no tienen tiempo; ni en calidad ni en cantidad. Hay demasiadas distracciones: televisión, tablets, móviles... Unas vidas cada vez más frenéticas y más plagadas de necesidades ficticias que hacen que no haya tiempo para estar juntos, para jugar, para hacer la cena... Y todas esas carencias, se sustituyen con 'COSAS'. Es duro mirar de frente esta realidad, pero a su vez necesario para la infancia.

[Leer +: Frases de María Montessori]

6. Nos quedamos en la parte más superficial

Montessori no es un mueble, no es un lavabo adaptado... Es mucho más que un estilo decorativo. Quien profundiza de verdad en la filosofía, se da cuenta del bien que podría hacer a la humanidad una educación para la paz.

[Leer +: Escoger o no un colegio Montessori]

Resumiendo: la falta de conocimiento, las prisas, querer empezar la casa por el tejado y la información sesgada son los principales obstáculos que tienen las familias a la hora de integrar Montessori en casa. Empieza a hacer cambios en ti. Tus pasos dejan la huella en la que se fijan tus hijos, para recorrer su propio camino.

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