Deseo educar a mi hijo con Disciplina Positiva pero mi pareja no me apoya

Cuando la madre y el padre tienen estilos de crianza diferentes y no llegan a un acuerdo

Mariana Capurro, Psicóloga
En este artículo
  1. Desacuerdo en la pareja por la educación de los hijos
  2. Quiero educar a mis hijos con Disciplina Positiva y mi pareja no
  3. No servirá de nada convencer a tu esposo de que te apoye
  4. 5 claves para la convivencia de la Disciplina Positiva y otras crianzas

Cuando ambos padres de una familia han recibido una educación más o menos tradicional, y están de acuerdo en continuar con ella en la crianza de sus hijos, no hay nada que discutir. ¿Pero qué pasa cuando uno de los dos progenitores es partidario de un estilo de crianza, y el otro no? Son muchas las madres que nos llegan con la siguiente premisa sin saber cómo gestionar la situación: 'Quiero educar a mi hijo según la Disciplina Positiva pero mi pareja no me apoya'. ¿Qué hacer en estos casos?

Desacuerdo en la pareja por la educación de los hijos

Desacuerdo para educar con disciplina positiva

Son muchas las parejas que tienen este conflicto debido a al estilo de crianza de sus hijos. Y este problema no solo nos hace enfrentamos a diario con nuestra pareja (porque cada uno está convencido de la eficacia de su método de educación) sino que posiblemente también transmitimos mensajes confusos a nuestros hijos. Esto genera un ambiente familiar muy poco positivo y beneficioso para el crecimiento de los niños, y para nuestra propia relación de pareja.

A menudo, además, el conflicto no solo surge con nuestra pareja, sino también con todas las personas que nos ayudan con el cuidado de nuestros hijos, y sin querer nos vemos inmersos en luchas de poder con todo el entorno, para demostrarles que nosotros sí tenemos la razón en lo que refiere al método educativo de nuestros hijos, en este caso, la Disciplina Positiva.

[Leer +: Los límites según la disciplina positiva]

Quiero educar a mis hijos con Disciplina Positiva y mi pareja no

Mi pareja no quiere educar con disciplina positiva

Los seres humanos tendemos a repetir patrones, con lo cual, la forma en la que nos han educado nuestros padres, posiblemente, será la forma en la que eduquemos a nuestros hijos. Generalmente en este caso, hablamos de estilos de crianza más tradicionales que se basan, por lo general, en:

- Una educación permisiva, en la cual es el niño quien impone sus normas, y sus padres no guían, sino que complacen.

- Una educación más autoritaria, en la cual no se es tenido en cuenta para nada al niño, quien debe limitarse a cumplir las normas que se le imponen.

Cuando nacen nuestros hijos, comenzamos a utilizar todas esas herramientas que aprendimos de nuestros padres siendo niños, y pasan a ser nuestras propias herramientas a la hora de educar a nuestros propios hijos.

Afortunadamente, hoy en día podemos aprender de nuevos estilos de crianza y educación, que se basan en el amor y en el respeto, no solo al niño sino también a nosotros como padres. La figura materna es la que está más vinculada a la búsqueda y al aprendizaje de nuevas herramientas, en este caso, relacionadas con la Disciplina Positiva, y si bien afortunadamente, cada vez más padres comienzan a involucrarse en una crianza respetuosa hacia sus hijos, por lo general, es la madre la que intenta convencer al resto, de la eficacia de su método.

No servirá de nada convencer a tu esposo de que te apoye

La crianza respetuosa para los niños

Entonces, ¿qué pasa cuando la madre quiere educar a su hijo a través de la disciplina positiva pero su esposo no lo respeta o no lo comparte (o viceversa)? El desacuerdo está servido. Pero las discusiones no solo se dan entre los miembros de la pareja, sino con todas las personas que participan de alguna manera u otra en el cuidado de nuestros hijos, pudiéndose tratar de abuelos, tíos, cuidadores, etc.

Por eso es importante que tengamos en cuenta que cada uno lucha por su estilo de crianza, convencido de que es lo mejor que puede ofrecerle al niño y de que realmente es lo que necesita el niño o la niña. Tenemos que intentar ponernos en los zapatos de nuestra pareja, y asumir que utiliza esas herramientas porque siente que son las mejores, y porque son las herramientas que tiene para ofrecer.

No servirá de nada intentar convencerle a base de críticas o desaprobaciones, sino que por el contrario, eso hará aún más tensa la situación. Nosotras vimos la oportunidad del cambio a través de la Disciplina Positiva, nos convencimos de ello, y comprobamos su eficacia, y es importante que eso también ocurra con nuestra pareja, y/o el resto de personas que cuidan a nuestros hijos.

[Leer +: ¿En qué consiste la Disciplina Positiva?]

Tienen que creer y convencerse de que sí es posible otra forma más respetuosa, tienen que confiar en el método por sí mismos, si no nunca será posible generar un cambio impuesto por el entorno.

5 claves para la convivencia de la Disciplina Positiva y otras crianzas

Educar a mi hijo con disciplina positiva

Para ello, te proponemos 5 claves para la convivencia con diferentes estilos de crianza dentro de la familia.

1. Empatiza
Piensa que la forma en la que está educando al niño, siempre es la mejor para esa persona. Que, aunque no comparta la Disciplina Positiva contigo, tiene tu mismo objetivo: darle lo mejor y que sea un niño sano y feliz. Si no lo hace de otra manera, es porque aún no ha descubierto otra forma mejor de hacerlo. Quizás no ha tenido las mismas oportunidades que tú.

[Leer +: Alternativas de la Disciplina Positiva a la educación tradicional]

2. Ofrécele tu ayuda
Si realmente estás convencida de que tu pareja, debería conocer esos principios de Disciplina Positiva en los que tú te basas para educar a tus hijos, ofrécele la oportunidad de asistir a algún curso contigo, regálale un libro o cuéntale de qué se trata. No intentes presionarle, déjale que transite el mismo camino que transitaste tú, siempre y cuando quiera hacerlo.

3. No a las luchas de poder
No intentes corregir a tu pareja todo el tiempo, ni le desapruebes delante de los niños. Sobre todo, respétale. Si hay algo que realmente consideras que no puedes tolerar, háblalo en privado y con respeto, cuando estéis más relajados. Recuerda que ambos tenéis el mismo objetivo: cuidar a los niños. Las luchas de poder os alejarán de esta meta.

4. Da el ejemplo
Si tú realmente confías en los beneficios de la Disciplina Positiva, aprenderás y aplicarás sus principios, obteniendo cada vez mejores resultados. Eso tu entorno lo verá y podrá aprender de ti, así como también el respeto que tienes a las personas que deciden educar de una manera diferente a la tuya.

5. Confía
Piensa que todos tenemos expectativas y prioridades diferentes, no esperes que todos actúen como tú actuarías. Confía en esa persona que has elegido para compartir la educación de tus hijos y permítete relajarte, sabiendo que solo busca lo mejor. No esperes la perfección de tu pareja o la tuya, tu hijo tampoco la necesita.

¿Cómo hacer que no sea un gran problema en la pareja?

La pareja ante la disciplina positiva

Seguramente, muchas veces nos sentiremos enfrentados a nuestra pareja por este aspecto relativo a la falta de acuerdo sobre el uso de la Disciplina Positiva u otros métodos de crianza. Pero, ¿cómo podemos hacer para que no repercuta en el bienestar de la pareja?

Estamos hablando de cientos de decisiones al día, sobre las que no nos ponemos de acuerdo pero por, sobre todo, estamos hablando de la búsqueda constante de darle lo mejor a nuestros hijos, los seres que más queremos proteger en nuestras vidas. Sin embargo, es importante ser capaces de sentarnos a hablar sobre la problemática, de negociar los límites de cada uno, de flexibilizar nuestras ideas todo lo que podamos, sin necesidad de abandonar nuestros principios por complacer a la otra parte, sino que siempre teniendo en cuenta que cada uno educará de la mejor manera que considere.

Tenemos que ser capaces de entender los sentimientos que pueda estar experimentando la otra parte. Estamos cuestionando la forma en la que educa a su hijo, y dándole pistas de los errores y aciertos que cometieron sus propios padres en su crianza también. Busquemos la conexión, que nos permita entender que solo utiliza las herramientas que tiene, y que nos permita también transmitir el mensaje de respeto y comprensión.

Es importante, reforzar lo que sí tenemos en común, y partir de esa base; aunque solo sea la búsqueda de la felicidad del hijo. Los dos lucháis por conseguir lo mismo. Destacar lo que somos capaces de compartir, o de resolver igual, ayudará para poder seguir avanzando en la resolución del resto de situaciones.

Establecer entre los dos los límites claros de cada uno ante situaciones cotidianas sobre las cuales no sois capaces de poneros de acuerdo. Incluso podéis decidir, cuándo una de las partes prefiere dejar que sea el otro quien aborde la situación, con su propio método, ante determinado conflicto.

Y sobre todo, tener bien presente que, aunque tú eduques a tus hijos desde la Disciplina Positiva y tu pareja no, el niño no sentirá una forma correcta o incorrecta de educación, sentirá el amor y el respeto con el que es tratado, y con el que se tratan, sus propios padres entre sí.

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