15 mentiras que nos han contado sobre qué significa ser buenos padres

¿Qué necesitan realmente los niños de sus padres y madres?

María José Padilla, Coach educativa
En este artículo
  1. Falsas creencias sobre la maternidad y paternidad
  2. Mentiras que nos hemos creído sobre los buenos padres
  3. Qué necesitan verdaderamente los niños de sus padres

Para muchos padres tener hijos es un sueño por hacer o hecho realidad; para otros, este sueño se convirtió en pesadilla cuando se dieron cuenta de que ser buenos padres no es tan fácil como parecía o porque la maternidad o paternidad ha acabado rompiendo las expectativas que tenían. A menudo, esto se debe a que nos han contado muchas mentiras o nos han transmitido falsas creencias sobre qué significa ser buenos padres.

Falsas creencias sobre la maternidad y paternidad

Cómo es la maternidad y la paternidad

El concepto de buenos padres solo puede ser calificado por nuestros hijos. Ellos, cuando crezcan tendrán todos los hechos, las medidas y experiencias vividas para ponerle una nota a sus padres. Mientras llega el crecimiento de tu hijo, tanto si te consideras buen padre o buena madre, recuerda que se nos han contado muchas cosas que no son reales o que no son verdad. Ideas, creencias o postulados que parecen haber funcionado a ciertos padres y que podrían ser la fórmula mágica para educar a nuestro hijo.

No te preocupes, no eres la única madre o el único padre que se ha creído y ha interiorizado estas falsas creencias. Lo importante es ser conscientes de ellas y desaprender las conductas o estilos de crianza que creamos convenientes.

Esta sería la primera mentira que te han contado y para que aterrices a la educación actual, desde Guiainfantil.com queremos ofreceros un recordatorio de las 15 mentiras que se nos han contado para ser buenos padres.

[Leer +: Por qué parece que la madre no hace nada si lo hace todo]

Mentiras que nos hemos creído sobre los buenos padres

Las mentiras sobre los buenos padres

1. Si le ha funcionado a otros padres... ¡también te funcionará a ti!
Si quieres tratar a tu hijo como otro padre o madre trata al suyo, no estarás permitiendo a tu hijo ser quien realmente es. Los buenos padres adaptan el modelo educativo a las necesidades de su hijo en cada etapa de desarrollo.

2. Cuidar de tu hijo te da energía, es lo mejor que puedes hacer para sentirte viva (o vivo)
No somos superpadres o padres perfectos, somos seres humanos que se cansan y no está mal reconocerlo. Encuentra tu propio espacio para recargar energía y después disfrutarla con tu hijo, pero no te exijas más de lo que puedes dar para que te consideren buen padre o buena madre.

3. Cuanto más tiempo pases con tus hijos, mejor madre serás
Depende de cómo pases ese tiempo. Si no es tiempo de presencia, dedicación y atención, no servirá de nada el tiempo compartido, y eso hará que no os consideréis buenos padres, porque aparecerá la culpa.

4. Mi hijo me mira y todo cambia; me sonríe y todo es diferente
Esto solo será así si tú estás equilibrada interiormente. De otra manera, no sabrás apreciar este cambio. Por ello, cuanto más tiempo te dediques a tu bienestar interior, mejor será tu relación con tu hijo. Esto es primordial para los buenos padres; necesitan sentirse emocionalmente sanos.

5. Si el niño aún no se da cuenta de las cosas
Tu hijo se da cuenta de todo, lo único es que dependiendo de la edad, podrá expresarlo o callarlo. Por ello, si la relación en casa con tu pareja es buena, él lo sabrá, y si no lo es, también. Además, esto significa que hay que tener cuidado con qué tipo de conversaciones tenemos delante de ellos.

6. Si no se da cuenta si estoy triste o alegre...
Las emociones se contagian y nuestros hijos son maestros emocionales. Recuerda que, como madre o padre, eres su persona de referencia y los niños saben interpretar cuándo estás triste o estás contenta. Lo importante es que te muestres tal cual eres, porque él está aprendiendo de ti.

7. Para que nuestros hijos no pierdan el control de sus vidas, tenemos que controlarlos mucho
Esta idea es como intentar mantener un pez o un pájaro entre tus manos; cuanto más control o presión ejerzas, más libertad querrá. Los buenos padres intentan negociar un equilibrio, para cuando su hijo sea adulto pueda reconocer dónde están los límites y sepa decidir si quiere o no sobrepasarlos.

8. Si sigo los pasos de mis padres, me garantizo ser un buen padre o madre
Al igual que en la primera mentira, hacer lo mismo que hicieron tus padres contigo no te garantizará nada, puesto que tus hijos son diferentes a ti, y eso es vital que lo asumas cuanto antes. Cada hijo tiene su librillo, y no vale de un hermano para otro.

[Leer +: Las heridas emocionales provocadas por los padres]

Qué necesitan verdaderamente los niños de sus padres

Lo que los niños necesitan de sus padres

9. Yo sé lo que le gusta a mi hijo y por eso quiero que sea... (médico, arquitecto, empresario, modista...)
Esto a veces se dice como para demostrar que eres buen padre o buena madre. Tú crees saber lo que le puede gustar pero solo tu hijo debe decidir cuál será su profesión de futuro o la actividad a la que se quiere dedicar el día de mañana. Dale libertad para que la encuentre. Acompáñale en el proceso de descubrirlo.

10. Un grito a tiempo...
Esta expresión parece dar cierta autonomía sobre los padres que la dicen y libertad para gritar a sus hijos, y nada más lejos de la realidad. Lo que hacen los buenos padres es no perder la calma y negociar con los hijos. Solo así, sabremos que lo estaremos haciendo de manera consensuada.

11. Es mejor evitar ciertos temas porque aún es muy pequeño
No te líes, papá o mamá, no se trata de esperar a cierta edad para hablar de ciertos temas, lo ideal es hablar siempre con apertura y libertad. Los buenos padres hablan desde el corazón, manifestando lo que sienten en cualquier momento, porque así saben que poco a poco van haciendo una siembra que dará sus frutos en un futuro: hijos comunicadores y sin vergüenza a expresar lo que sienten.

12. Cuidado con lo que haces o lo que dices cuando salgamos de casa
Hay padres que se creen buenos padres porque hacen esta advertencia a sus hijos pensando que así educan. Sin embargo, lo que están consiguiendo es que los hijos repriman sus emociones cuando están fuera de casa.

13. Me gusta comparar a mi hijo con otros
Algunos padres creen que haciendo comparaciones los hijos se motivan a conseguir sus objetivos o metas. Las comparaciones no harán más responsables a tu hijo ni se motivará más, al contrario, sentirá que no lo estás apreciando por cómo realmente es.

14. Suelo evitar elogios con mi hijo para que no se lo crea
Si no reforzamos lo que el niño hace bien, ¿cómo puede saber tu hijo que ese es el camino adecuado? Los buenos padres intentan mantener siempre una comunicación fluida tanto si ponen esfuerzo en lo que hace como si no. Expresan su opinión sin intentar controlar la conducta de su hijo.

15. Ya se le pasará el enfado. Déjalo que se dé cuenta de que no lleva razón
Los buenos padres acompañan a sus hijos en su mundo emocional. No dejan que gestionen solos sus emociones, porque saben de la importancia de la empatía y compresión. Saben demostrarle a su hijo que se preocupan por él y hacen lo posible para que comprenda la situación.

Extra. Queremos a nuestros hijos desde el primer momento que lo vemos
Esta es posiblemente la gran mentira que todos los padres nos creemos. No es que sea mentira, pero no es cierto del todo, nuestro amor hacia nuestros hijos va creciendo día a día, y nunca dejamos de ser padres amorosos porque 'el roce hace el cariño'.

Te invitamos a continuar educando desde el amor.

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