Exterogestación. Segundos 9 meses de embarazo para la madre y el bebé

Qué debe hacer una madre con su bebé y por su bebé durante la gestación externa

En este artículo
  1. Por qué es tan necesaria la exterogestación para la madre y para el bebé
  2. Lo que una madre debe hacer en la gestación externa o segundos nueve meses de embarazo

Exterogestación es un término que como la palabra lo dice significa gestación externa. Puede resultar un término confuso porque, de todos es sabido, que la gestación se refiere a que el bebé se desarrolla y crece dentro del útero de su madre. Entonces, ¿a qué se refiere con gestación externa? ¿por qué se dice que la exterogestación son los segundos 9 meses de embarazo para la madre y el bebé?

Por qué es tan necesaria la exterogestación para la madre y para el bebé

qué es la exterogestación

El bebé humano nace dependiente, y es que es el único mamífero que al nacer depende completamente de su madre para poder sobrevivir fuera del útero. Al llegar a este mundo apenas tiene alcanzado un 25% de su desarrollo cerebral.

La gestación o embarazo en la mujer duran nueve meses (dentro del útero), pero los siguientes nueve meses son muy importantes para el bebé porque se ‘sigue gestando’ fuera del útero. Y así es como surge el concepto de exterogestación, es decir, 9 meses dentro, 9 meses fuera del útero (es como si el embarazo continuara 9 meses más pero fuera del útero materno).

La exterogestación es, según algunos autores, el tiempo necesario para que un bebé humano complete su desarrollo y que por sí mismo alcance hitos como el hecho de desplazarse solo, que suele ocurrir alrededor de los nueve meses de edad con el inicio del gateo. Otros autores, en cambio, hablan de que habría que extenderlos hasta los 18 meses, los conocidos como los vitales mil primeros días de un bebé.

[Leer más: Por qué son tan importantes los primeros 1.000 días del bebé]

Es importante que el bebé durante esos primeros nueve meses de vida extrauterina permanezca cerca de su madre. Durante el embarazo, el útero le provee de alimento a través de la placenta, tiene calor en un medio con la temperatura adecuada, oxígeno y está en un lugar que le permite un libre movimiento. ¡Aquí no pasa hambre ni se siente solo!

Todo este ‘lujo’ cambia (o no) cuando abandona el cuerpo de la madre. La mamá tiene que brindarle esas mismas condiciones que recibió en la gestación, debe continuar con esos nueves meses de gestación fuera del útero a través del contacto físico.

Lo que una madre debe hacer en la gestación externa o segundos nueve meses de embarazo

gestación externa. Segundos nueve meses de embarazo

Cuando descubres y entiendes lo que es la exterogestación tienes la respuesta a por qué tu bebé no quiere estar en la cuna o en el carro, porque solo se calma en brazos, porque no quiere (o puede) dormir solo. ¡El bebé necesita!

Quiere estar pegado a ti (contacto piel con piel que tanto se recomienda inmediatamente después del parto), busca tu calor, permanecer a tu lado. Quiere le que le abraces, le acaricies, acudas a él cuando llora (de ello no depende que sus pulmones maduren) y le ofrezcas el mejor alimento que una madre puede brindarle: la leche materna a libre demanda, sin horarios y de manera exclusiva hasta que cumpla los seis meses de edad y, después si se puede, hasta los años.

¿Qué más podemos hacer con él, por él y para él? Practicar el porteo o hacer colecho seguro, hablarle mucho y lo más sencillo de todo: responder a sus necesidades y no ignorarlo. Y si hablamos de los beneficios, tanto a corto como a largo plazo son innumerables:

- Permite el fortalecimiento cardiorrespiratorio y a nivel sensorial.

- Facilita el desarrollo de los sentidos y del sistema nervioso central.

- Ayuda en la prevención de paneas.

- Favorece el establecimiento de las conexiones neuronales importantes para su cerebro.

- Fomenta el desarrollo de un niño emocionalmente seguro y confiado, con buena autoestima y con resolución oportuna de conflictos. ¡Un adulto seguro!

A partir de ahora, por favor, olvídate de frases que por desgracia siguen siendo muy habituales como 'No le des tantos brazos porque se va a mal acostumbrar', 'Debe acostumbrarse a dormir solo en su cuarto' o 'Parece que le pincha la cuna, porque apenas se pone allí llora'.

Resulta sorprendente pensar que un ser tan indefenso que debe ser cuidado, amado, mimado, abrazado, y acariciado, cultural y socialmente sea limitado de todo eso que necesita para su desarrollo y crecimiento adecuado porque ya esté fuera del útero de su madre y se presupone que debe ser independiente. ¿Tú qué piensas?

Como dice Sabrina Critzman en su libro 'Hoy no es siempre', un bebé recién nacido sano puede reptar sobre su mamá y llegar a la teta solito. Pero no más. No puede abrigarse, no puede defenderse de depredadores, no puede limpiarse. No buscará manipular a nadie, ni tomarle el tiempo, ni ser caprichoso. Simplemente, no puede hacerlo. El bebé ES la madre, desconoce que son personas diferentes, y tampoco le interesa.

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