Curiosidades sobre cómo funciona el cerebro de los niños que no sabías

Conoce estas curiosidades sobre cómo funciona el cerebro de los niños que no sabías. Se trata de algunos datos curiosos acerca del funcionamiento del cerebro infantil que están para sorprenderse, además, te diremos los cuidados necesarios para mantenerlo saludable y en buena forma, son sugerencias que van desde ejercicios mentales hasta el tipo de alimentación.

Curiosidades acerca del cerebro de los niños que seguro no sabías

A continuación, te diremos algunos datos curiosos sobre el cerebro infantil que seguramente no conocías, ¡presta mucha atención!:

1. El cerebro infantil puede cuadruplicar su tamaño

¿Sabías que el cerebro de un niño alcanza aproximadamente el 90 por ciento del tamaño de un cerebro adulto a la edad de 6 años? ¡Es increíble la velocidad a la que crece! Y es que en estos primeros años, cuadruplica su tamaño, ni más ni menos.

2. Alcanza la madurez al completo hasta los 25 o 30 años

El cerebro termina de desarrollarse y de madurar, por completo, entre los 25 y los 30 años. La parte del cerebro detrás de la frente, llamada corteza prefrontal, es una de las últimas partes en madurar y es la responsable de habilidades como planificar, establecer prioridades y tomar buenas decisiones.

3. Los niños tienen más plasticidad cerebral

Los niños tienen una mayor plasticidad cerebral, lo que facilita el aprendizaje de nuevos idiomas y habilidades, es decir, su sistema nervioso tiene una gran capacidad para cambiar su estructura y su funcionamiento, lo que hace que aprenda de una manera más sencilla.

4. Primero desarrolla las zonas sensitivas y luego las motoras

El cerebro infantil se desarrolla de atrás hacia adelante, es decir, primero se activa todo lo relacionado con los sentidos y después la parte encargada de gestionar las acciones del control de los movimientos voluntarios como caminar o escribir. De ahí, la importancia de la estimulación sensorial desde bebés.

5. El cerebro está dividido en dos partes

El cerebro está dividido en dos partes, los llamados hemisferios cerebrales. Ambos están conectados entre sí, para que la información pueda pasar de uno a otro. El hemisferio derecho se encarga de los pensamientos creativos y emocionales y el izquierdo es el responsable de los aspectos más lógicos del pensamiento.

6. Aunque es pequeño, el cerebro infantil consume mucha energía

A pesar de que el cerebro de un niño es aproximadamente un cuarto del tamaño del cerebro de un adulto, utiliza casi tanta azúcar como el de un mayor. Esto se debe a que el cerebro en desarrollo está ocupado formando nuevas conexiones neuronales y procesando una gran cantidad de información sensorial.

7. El cerebro de un niño sí se ve afectado por el uso del móvil

Son muchos los estudios que se están realizando para evaluar cómo está afectando el uso más habitual de celulares, tablet y demás pantallas al desarrollo de los niños y adolescentes. Muchos de ellos apuntan a que áreas como la concentración, las habilidades sociales y el lenguaje se ven perjudicados.

Nutrición y cuidados para el funcionamiento del cerebro infantil

El cerebro de los niños está en constante desarrollo desde el nacimiento hasta la adolescencia, así que los cuidados y la alimentación son fundamentales para su crecimiento y funcionamiento cerebral. Una nutrición adecuada impacta en el desarrollo cognitivo, la memoria, la capacidad de aprendizaje y el bienestar emocional de los niños.

Como en los primeros años de vida, el cerebro de un niño consume aproximadamente la mitad de toda la energía que su cuerpo utiliza, la demanda energética subraya la necesidad de una nutrición adecuada durante la infancia, porque los nutrientes no solo son fundamentales para el crecimiento físico, sino también para el desarrollo cognitivo y cerebral ideales.

La alimentación debe ser rica en nutrientes esenciales, entre ellos:

• Ácidos Grasos Omega-3. Cruciales para el desarrollo cerebral y la función cognitiva. Búscalos en el pescado azul (salmón, atún, y sardinas), semillas de chía, linaza, y nueces.
• Hierro. Esencial para el desarrollo cognitivo y la prevención de la anemia. Se encuentra en las carnes rojas, el pollo, pescado, las lentejas y espinacas.
• Zinc. Importante para la memoria y la función cognitiva. Está en carnes, nueces, semillas de calabaza y legumbres.
• Antioxidantes, vitaminas C y E, y flavonoides. Protegen las células cerebrales del daño. Prefiere los arándanos, fresas, cítricos, y tomates.
• Proteínas de alta calidad. Básicas para el crecimiento y la reparación de las células cerebrales. Se encuentran en carne, pescado, huevos, quinoa y legumbres.

La malnutrición o la carencia de nutrientes pueden llevar a deficiencias en el desarrollo cognitivo y aumentar el riesgo de trastornos del aprendizaje.

Por otro lado, se deben proporcionar más cuidados, como:

• Actividad física. Para mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y estimular el crecimiento de nuevas conexiones neuronales.
• Sueño de calidad. El sueño adecuado consolida la memoria y así aprenden nuevos conocimientos.
• Aprendizaje continuo. Las actividades artísticas estimulan el pensamiento crítico, la creatividad, y la resolución de problemas.

¿Por qué es vital cuidar el cerebro de los niños desde pequeños?

Cuidar el cerebro de los niños es fundamental para su salud a largo plazo. El cerebro infantil es tanto extraordinariamente potente como vulnerable los primeros años de vida, ya que el cerebro de un niño se desarrolla a un ritmo sin precedentes desde el nacimiento hasta los primeros años de la infancia.

En esta fase, se forman las estructuras y conexiones neuronales que afectarán a la capacidad de aprendizaje futuro, así como la memoria, la atención y la regulación emocional. La calidad del cuidado, la nutrición y el entorno emocional durante estos años tienen un impacto duradero en la función del cerebro.

Es por eso que la estimulación temprana a través de la interacción y el juego promueve la formación de conexiones neuronales. La lectura y el juego creativo, no solo fomentan la curiosidad y el amor por el aprendizaje sino que ayudan a desarrollar habilidades de pensamiento crítico.

Finalmente, el sueño juega un papel vital para la memoria y el aprendizaje, así como en la regulación emocional. Los patrones de sueño saludables son básicos para el desarrollo cerebral porque durante el sueño, el cerebro procesa lo vivido en el día, fortaleciendo la memoria y eliminando las toxinas.

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