Poema corto infantil sobre niños que no quieren dormir la siesta

Este poema corto infantil sobre niños que no quieren dormir la siesta, titulado precisamente 'No quiero dormir la siesta', habla acerca de un pequeño que no es el único que se resiste a tomar un descanso a lo largo del día. Si este es tu caso, aquí encontrarás algunos consejos para hacer que tu hijo sí haga siesta por la tarde, ya que esto le aporta muchos beneficios más allá de solo descansar por un rato.

No quiero dormir la siesta - Poema corto para niños que no desean descansar en el día

Aquí te dejamos este poema corto para niños acerca de dormir un rato a lo largo del día, resume muy bien lo que varios pequeños sienten respecto a las siestas:

No quiero dormir la siesta

¿Por qué se empeñan mis padres
que debo dormir la siesta?
No tengo sueño a esa hora,
solo quiero estar de fiesta.

Insisten que duerma un poco,
pero yo no tengo ganas,
no tengo sueño a esa hora
más quiero estar de jarana.

Pero mis padres madrugan
tienen que ir a trabajar,
por eso estoy calladito
y los dejo descansar.

Dibujos para colorear sobre la siesta para niños

Nada como estimular a tu hijo a que duerma si ve dibujos que lo hagan desearlo. Aquí te dejamos dos imágenes listas para imprimir, en una se puede ver si el bebé no duerme se pone irritable:

Colorea al bebé que toma su siesta

Hazle hincapié en que el bebé se ve feliz de estar durmiendo un poco, que el descanso es lo mejor para recobrar energía y que al contrario, se muestras fastidiado de no poder dormir.

Tomando una siesta

¿Por qué no hacen un cuento corto acerca de este dibujo? Pídele a tu hijo que observe muy bien el 'sueño' que sucede en la imagen y de ahí partan con su historia. ¡Seguro se lo pasarán en grande!

8 beneficios de dormir la siesta para los niños

La siesta es muy recomendada para los niños, pero ¿qué beneficios ofrece a los más pequeños?:

1. Mejora el aprendizaje y la memoria. Al dormir, el cerebro procesa y consolida la información que recién se ha adquirido. Para los niños es crucial, ya que están en su fase de rápido aprendizaje y desarrollo.
2. Se fomenta el crecimiento. El sueño es una fase de crecimiento y reparación, y durante la siesta, se liberan las hormonas de crecimiento necesarias para el desarrollo físico de los niños.
3. Mejora el estado de ánimo. Tal como los adultos, los niños se vuelven irritables o emocionales si no descansan lo suficiente. Una pequeña siesta hace maravillas para mejorar su estado de ánimo.
4. Aumenta la creatividad. La relajación y el descanso en el día durante una siesta mejoran la creatividad y la imaginación en los niños, lo que los ayuda a realizar tareas creativas.
5. Mejora el rendimiento físico. Un buen descanso ayuda tanto a la mente, como al cuerpo. Los niños que hacen siestas tienen mucha más energía para participar en sus actividades físicas, combatiendo la obesidad infantil.
6. Disminuye el estrés. Una siesta reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Lo que mejora el estado de ánimo en los pequeños.
7. Mejora el sistema inmunológico. Está comprobado que el sueño adecuado es esencial para un sistema inmunológico fuerte, por lo que una siesta puede complementar el sueño nocturno y reforzar las defensas contra infecciones.
8. Contribuye a mejorar la atención y la concentración. Las siestas mejoran muchísimo la atención y la concentración en los niños, impactando en su rendimiento académico y la capacidad para aprendizaje.

Trucos infalibles para lograr que tu hijo duerma la siesta

Hacer que un bebé o niño pequeño tome sus siestas con regularidad es un desafío para muchos padres, pero con estos trucos lograr que descanse por el día será muy sencillo. Por ejemplo, empieza por establecer una rutina, trata de acostumbrar a tu pequeño a un horario de siesta en particular que se adapte a sus necesidades de sueño y alimentación.

También trata de crear un ambiente de sueño ideal, el cual consiste en una habitación oscura, fresca y tranquila, quizá unas cortinas opacas y ajustar la temperatura de la habitación para hacerla cómoda para el niño. Opta también por el ruido blanco, este consiste en sonidos continuos y suaves, como el del aire acondicionado o un ventilador.

Busca un elemento de confort, por ejemplo, un juguete suave o una manta pequeña para hacer que tu hijo se sienta seguro y cómodo. De la misma manera, elige una pijama suave y fresca para que pueda moverse con facilidad. Coloca música suave o canciones de cuna, ya que la música relajante ayuda a calmar al niño o bebé antes de la siesta. Elige siempre melodías suaves y ritmos lentos.

Por último, presta atención a las señales que indica tu hijo cuando está cansado, como frotarse los ojos o bostezar para llevarlo a descansar. Usa además un monitor para poder escuchar o ver a tu hijo mientras duerme y trata de limitar las siestas largas tardías, ya que un error común es permitir que el niño duerma una siesta muy larga al final del día, esto podría alterar su sueño nocturno.

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