El cerebro de los niños necesita emociones para aprender

¿Qué necesita un niño para aprender en el colegio? ¿Necesita más horas de estudio, más apoyo por parte de los profesores o los padres? ¡Nada de esto! El cerebro de los niños necesita emociones para aprender. Una forma de conseguirlo es utilizando la técnica de memorización el Palacio de la Memoria. 

Sin emoción, los niños son incapaces de aprender

¿Qué podemos hacer para que los niños no relacionan el estudio con algo aburrido o negativo? Lo primero que podemos hacer es crear un entorno educativo en el cual se potencie la alegría y el entusiasmo. Para ello es importante dejar de empujar al estudio utilizando el miedo al castigo, ya que esto implica que los niños pierdan, poco a poco, su natural deseo de seguir aprendiendo.

Dicho de otra manera, lo primero es facilitar a los niños herramientas para que el estudio se pueda transformar en un proceso creativo, donde se hace uso de la fantasía y de la imaginación, y donde las emociones implicadas sean la alegría y la sorpresa. De esta manera el estudio se podría transformar en un juego, y los niños aman jugar.

Cualquier aprendizaje debe contemplar la emoción. Los últimos estudios sobre neuroeducación, la disciplina que estudia cómo aprende el cerebro, ponen en duda las metodologías tradicionales de enseñanza y evidencian, cada vez más, que el cerebro necesita emocionarse para aprender.

Parafraseando a Francisco Mora, doctor en Medicina por la Universidad de Granada y doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford, hay que rediseñar la forma de enseñar, creando nuevas estrategias que el profesorado pueda utilizar para despertar la curiosidad de sus alumnos. La curiosidad es la clave para abrir la puerta de las emociones, ya que sin emoción no hay aprendizaje. 

Las 3 características de nuestra memoria 

Las técnicas de memorización que propongo utilizan todas la parte visual, asociativa y, sobre todo, la parte  emocional de la mente, creando imágenes fantasiosas y asociándolas a conceptos para crear así historias divertidas y emocionalmente impactantes. Nuestra mente, y entonces nuestra memoria, tiene tres características fundamentales:

- Visual
Nuestra mente transforma rápidamente palabras y pensamientos en imágenes. Esta es la razón por la que es más fácil recordar una película que un libro; también es más sencillo recordar la cara de una persona que su nombre cuando nos la presentan por primera vez. De hecho, los expertos afirman que el 83% del potencial de la memoria es visual.

- Asociativa
Nuestra mente crea continuamente asociaciones entre una información y otra. Esta es la razón por la que a menudo una canción nos recuerda una experiencia específica o por la que una fragancia nos recuerde a una persona.

- Emocional
Las experiencias que causan fuertes emociones crean recuerdos muy claros y a largo plazo. De hecho, no se nos olvidan momentos significativos de nuestra vida.

¿Qué sucede cuando se estudia? Normalmente los estudiantes suelen hacer uso de libros y apuntes, que cuentan con multitud de palabras sin imágenes. Además, las horas dedicadas a leer y a memorizar suelen ser monótonas, aburridas y, sin duda, desprovistas de emoción. Por lo tanto, utilizan solo una de las tres características de la memoria: la asociativa. De modo que, no le están sacando a la mente todo su potencial. 

Una vez entendido esto, podemos empezar a utilizar la parte visual, creando imágenes en nuestra mente, asociarlas a lo que queremos recordar y meterle emoción. ¿Como? Usando la fantasía y creando asociaciones que sean absurdas, paradójicas, ridículas, de manera que se salgan de lo usual, que es lo que nuestra mente suele olvidar.

La revolucionaría técnica del Palacio de la Memoria para que los niños aprendan a memorizar 

El Palacio de la Memoria es una técnica que consiste en crear un edificio con los ojos de la mente (un palacio o un piso con diferentes habitaciones) y en llenarlo con imágenes de las cosas que queremos recordar. Cuánto más loca, descabellada, graciosa sea la imagen, más inolvidable será.

El Palacio de la Memoria consiste en crear imágenes impactantes relacionadas con la información que quieres memorizar, y asociarlas a lugares u objetos específicos en ellos contenidos. De esta manera, no solo vamos a memorizar la información que queremos (los conceptos claves de un discurso, de un tema, de un mapa mental...) sino que además lo haremos creando un orden específico que nos permitirá recordarlo todo de una forma clara y ordenada.

Imagínate que el niño en el cole tenga que aprenderse cuáles son las palabras con letra G, es decir,

- Las palabras que empiezan por geo-gest-gen, como geografía, gesticular o gente.

- Las palabras que terminan en gen, tipo imagen o margen.

- Las formas de los verbos que terminan en ger o gir, por ejemplo, encoger o sumergir.

- Las palabras que acaban en gía, gión, gional, como región, energía, regional.

Estas reglas suelen ser aburridas de aprender. Con el Palacio de la Memoria vamos a crear una historia divertida para que el niño, al escucharla, aprenda las reglas de una forma más rápida y amena. Naturalmente lo suyo es que el niño aprenda a utilizar la técnica por sí mismo y pueda así crear sus propios palacios de la memoria.

En este caso, voy a utilizar como palacio mi propio piso y voy a colocar en cada habitación una imagen impactante que me haga conectar con las reglas gramaticales.

Imagino que me encuentro delante de la puerta de mi casa (primera habitación de mi palacio de la memoria) y me doy cuenta que alguien ha pegado en la superficie de la puerta un enorme mapa GEOGRÁFICO. Para sacarlo, me ayuda muchísima GENTE que tiene unas enormes manos con las que GESTICULAN.

Entramos en casa. Ahora estamos en el pasillo (segunda habitación de mi palacio de la memoria). Allí nos encontramos con un enorme espejo mágico en el cual vemos reflejada nuestra IMAGEN gigante.

Ya nos vamos al baño (tercera habitación) y vemos que está pasando algo raro: todos los muebles empiezan a ENCOGER y se hacen muy pequeños. Para que vuelva todo a su tamaño real lo tenemos que SUMERGIR en la bañera. Finalmente nos vamos al dormitorio y allí nos encontramos una batería gigante, llena de ENERGÍA.

El aprendizaje ayuda a desarrollar una buena autoestima 

Por todo esto, considero que hay que  dejar atrás los métodos tradicionales y empezar de nuevo. Mi experiencia como alumna ha sido así. Solo me decían cómo estudiar, pero nadie me explicaba cómo hacerlo de una forma que fuera efectiva, hasta que descubrí las técnicas de memorización y aprendizaje rápido.

Creo que aprender a aprender es un punto clave del desarrollo personal tanto de niños como de los adultos, ya que una persona que puede confiar en su capacidad de aprendizaje y además disfrutar de él es una persona más segura, con una buena autoestima, que no se bloquea delante de un nuevo desafío, que tiene más tiempo y más confianza en sí misma. 

Pero, como en todo, hay que practicar, por eso yo invito mis alumnos a que practiquen como si estuvieran jugando, aplicando las técnicas en la vida diaria, incluso en las pequeñas cosas, como una lista de la compra. ¿Tú también te animas? 

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