Cuento corto para niños que no quieren usar protector solar en la playa

'Un día de playa' es un relato breve sobre los pequeños que se rehusan a usar protección solar en el mar

En este artículo
  1. Cuento corto infantil sobre el uso de protector solar - Un día de playa
  2. Preguntas y actividades de comprensión lectora para niños sobre el cuento corto
  3. Beneficios y por qué es importante para los niños usar protector solar

¿Un cuento corto para niños que no quieren usar protector solar en la playa? ¡Sí! Se trata de 'Un día de playa', que narra cómo la desobediencia también tiene consecuencias, en este caso en la piel de una de las protagonistas. Usar protector solar no debe ser negociable, mucho menos en la delicada piel de los más pequeños de casa. Sin duda, una lectura que ayudará en estas situaciones de rebeldía en los hijos.

Cuento corto infantil sobre el uso de protector solar - Un día de playa

Cuento sobre el uso del protector solar para niños

Antes de salir de casa empezaron los preparativos. Cada miembro de la familia se preocupó de meter en su mochila lo que iba a necesitar para pasar el día en la playa. Las bolsas iban repletas con toallas, gorros, gafas y chanclas de goma. Noelia fue a coger también el cubo, el rastrillo y la pala. Daniela una pelota. A las gemelas, que tenían siete años, les encantaba jugar en la orilla del mar. Julia, la hermana mayor, de quince años, tomó su toalla, las chanclas, su teléfono móvil, los cascos para escuchar música y un libro.

—¡Noelia! ¡Daniela! ¡Venid! — llamó la madre a las pequeñas.

En biquini se dirigieron a la habitación y poniéndose de espaldas a su madre se recogieron la melena. Ella extendió la crema solar por todo el cuerpo de las niñas: por la espalda, el pecho, los brazos, las piernas, la cara. Luego los padres hicieron lo mismo.

Julia miraba desde el marco de la puerta pensando lo exagerada que era su familia con la protección para el sol.

—¿Julia, te has echado la crema? —preguntó su padre. —¡Sí! —mintió la hija mayor.

Y toda la familia se montó en el coche y puso rumbo a la playa.

Mientras colocaban la sombrilla, Noelia y Daniela fueron corriendo a la orilla para saltar las olas. Julia extendió su toalla en la arena, contestó unos whatsapp, y se tumbó para tomar el sol.

—¿Papá, hacemos un castillo? —dijo Noelia con el cubo, la pala y el rastrillo en sus manos.

Padre e hijas empezaron a hacer un gran agujero en la arena para construir su castillo de arena. Sentada debajo de la sombrilla, con las piernas al sol, la madre los miraba divertida.

—Julia, llevas al sol desde que hemos llegado, ¿por qué no te pones un rato a la sombra? —le dijo a su hija mayor al poco de llegar.

—¡Me quiero poner morena! —fue su respuesta.

—Te pondrás morena igual. ¡Te vas a quemar la piel! —insistió la madre. Pero Julia se dio la vuelta y de espaldas al sol empezó a leer.

—¡Qué bonito nos ha quedado! ¿Verdad, papá? —dijo Noelia colocándose bien el sombrero de paja.

Uso de protector solar para niños

De nuevo se fueron a dar un baño. A la salida del agua su padre volvió a darles crema por todo el cuerpo y las niñas se pusieron una camiseta para seguir jugando.

—¡Es muy importante protegerse del sol! —les dijo a las niñas mientras él también se extendía la crema sobre los brazos.

—¿Juegas a la pelota con nosotras? —preguntaron las gemelas a Julia después de beber y tomar un tentempié.

—Ahora no me apetece. Decídselo a mamá —contestó Julia poniéndose los cascos para escuchar música.

—¡Julia, estás muy colorada! Échate crema inmediatamente, y ponte a la sombra ahora mismo —le dijo el padre.

Julia, con desgana, ya sabía que no podía discutir por el tono de voz de su padre, se levantó y se puso a la sombra. Tenía la espalda y los hombros muy colorados.

¡Qué bien lo hemos pasado en la playa! ¿Volveremos otro día, papá? — preguntaron las gemelas felices mientras devoraban la cena.

Julia tenía la espalda tan roja y dolorida que a la hora de dormir tuvo que tumbarse de medio lado, pero no se atrevió a quejarse.

Su madre, al verla así, fue al baño y volvió con una crema hidratante y reparadora. Se la extendió generosamente por toda la espalda quemada para aliviarle.

—¡Te has abrasado la piel! ¡No te toques! —fue lo único que le dijo mientras le ofrecía un vaso de agua.

Las gemelas miraban afligidas desde la puerta. Sobraban las palabras.

Preguntas y actividades de comprensión lectora para niños sobre el cuento corto

Comprensión lectora del cuento para niños

A continuación encontrarás unas preguntas de comprensión lectora para reforzar la lectura anterior. Léanla las veces que sean necesarias:

  1. ¿Qué llevaba cada miembro de la familia en su mochila para ir a la playa?
  2. ¿Qué actitud tomó Julia sobre la protección solar?
  3. ¿Qué hizo ella al llegar a la playa?
  4. Noelia, Daniela y su papá jugaban en la arena, ¿qué construyeron?
  5. ¿Por qué Julia terminó poniéndose a la sombra?
  6. ¿Cómo reaccionó Julia cuando su padre le dijo que tenía la piel muy colorada?
  7. ¿Qué hizo la mamá de Julia para aliviarle la quemadura de sol?

También puedes hacer estas actividades educativas con tu hijo, por ejemplo, crear un póster con dibujos y palabras acerca de los beneficios de usar protector solar o sobre cómo protegerse del sol. ¿Qué tal reescribir una parte del cuento y cambiar la actitud de Julia? ¿Cuál sería el final del cuento? ¿Crees que si Julia hubiera sabido los efectos negativos de las quemaduras de sol en la piel, se hubiera puesto el protector solar?

Por último, pide a tu hijo que haga un dibujo de la playa y cómo se imagina que son los rayos solares tan dañinos para la piel. También pídele que incluya los elementos necesarios para protegerse, además de la crema solar, es decir, un sombrero, gafas o un traje de baño de mangas largas. La idea es que tu pequeño esté consciente de que la exposición prolongada a los rayos solares no es benéfico para la salud.

Beneficios y por qué es importante para los niños usar protector solar

Importancia del protector solar para niños

El protector solar es un básico para el cuidado de la piel, no solo de los niños, sino de toda la familia y su importancia no debe ser subestimada. La piel de los pequeños es mucho más sensible que la de los adultos y está más expuesta a quemaduras solares.

Estas quemaduras suelen ser dolorosas y pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro. Es por eso que el protector solar puede ayudar a prevenir dichas quemaduras solares al bloquear o absorber los rayos ultravioleta.

La exposición excesiva al sol puede producir una piel seca y agrietada, pecas, manchas solares y envejecimiento prematuro. Los niños a menudo pasan más tiempo al sol que los adultos, por lo que se debe aplicar diariamente protector solar por lo menos con un factor de protección (FPS) 50.

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