Soy muy vergonzoso. Poema corto para hablar con niños de la vergüenza

La vergüenza es una emoción (que lleva aparejada otras emociones como la rabia o el miedo) que todos hemos sentido en algún momento. El sentirse avergonzado o vergonzoso por algo resulta desagradable. Pero, como con el resto de emociones, podemos enseñar a los niños a gestionarlo. El primer paso es que los pequeños sepan qué es la vergüenza y cómo se puede identificar. El poema corto 'Soy muy vergonzoso', escrito para los niños por Marisa Alonso, tiene este objetivo.

Además del poema en sí, te proponemos algunas actividades para seguir trabajando los versos con los niños y te proponemos algunas claves que ayudarán a los padres de niños tímidos o vergonzosos.

Poema sobre la vergüenza de los niños

La siguiente poesía está formada por tres estrofas; cada una de ellas tiene 4 versos. Al ser un poema corto, lo podéis memorizar y recitar, a modo de actividad para ejercitar la mente.

Actividades a partir de esta poesía infantil

A continuación te proponemos una serie de actividades educativas con las que podrás trabajar el poema con tus hijos al tiempo que les haces reflexionar sobre qué es la vergüenza. Puedes adaptar todos estos ejercicios a la edad y conocimientos de tus hijos, para que no les resulten demasiado fáciles ni demasiado complicadas.

1. Preguntas de comprensión lectora
Para empezar, podemos evaluar si los niños han prestado atención a la lectura y si han comprendido el mensaje que transmite. Para ello, podemos proponerles algunas preguntas de comprensión lectora como las siguientes:

• ¿Cómo se siente el protagonista del poema?
• ¿Qué le ocurre cuando se siente así al hablar?
• ¿Qué piensan otras personas de él?
• ¿Pero qué le ocurre realmente?

2. Entonces, ¿qué es la vergüenza?
Seguramente, al leer el poema tus hijos habrán sacado algunas conclusiones sobre qué es la vergüenza. Pregúntaselo para saber qué han entendido. A continuación, puedes señalarles algunas de las señales de vergüenza sobre las que se habla en el poema y hacerles algunas preguntas para que reflexionen. Aquí van algunas ideas:

• A veces, cuando sentimos vergüenza, nos ponemos colorados. La piel de la cara se nos pone roja y sentimos mucho calor de repente.
• En ocasiones, la vergüenza puede hacer que nos sintamos nerviosos. Esto hace que sintamos cosquillas en el estómago, tengamos mucho calor, empecemos a sudar... ¡incluso por las manos!
• También puede ser que no nos salgan las palabras que buscamos al intentar hablar, y esto nos hace tartamudear. ¿Sabes lo que significa tartamudear?
• Aunque cada uno se puede sentir de una forma un poco distinta al tener vergüenza.
• ¿Tu has tenido vergüenza alguna vez? ¿Qué señales notaste?
• ¿Qué situaciones te dan vergüenza?
• ¿Qué haces cuando sientes vergüenza?
• ¿Cómo podríamos ayudar al protagonista del poema para que no piensen que es perezoso?

3. La búsqueda de las palabras
Para terminar con el poema, te proponemos un ejercicio para trabajar lo que los niños han aprendido en la clase de Lengua. Pídeles a tus hijos que encuentren en la poesía ejemplos de las siguientes palabras: un verbo, una preposición, un adjetivo, un determinante.

Cómo ayudar a los niños vergonzosos a gestionar esta emoción

Muchos padres de niños tímidos o vergonzosos pueden sentirse un poco frustrados porque no consiguen que sus hijos aprendan a gestionar esta emoción. Para ello, tenemos unos consejos:

- No podemos caer en el error de pensar que 'ya se le pasará'. Como el resto de las emociones, debemos ayudar a los niños a comprender qué son y a gestionarlas. Como se explica en la investigación 'Educación emocional, evolución del concepto e implicaciones en el marco legal de la escuela Primaria (de Noelia Cebriá para la Universitat de les Illes Balears), la educación emocional da a los niños las competencias básicas para la comprensión de las emociones, pero también para el desarrollo íntegro de la persona y la prevención de, entre otros, la baja autoestima o el estrés.

De ahí la importancia de no dejar que la vergüenza haga sufrir a los niños sin darles las herramientas para que la comprendan y aprendan a gestionarla.

- No forzar a los niños a que den besos, a que saluden a los desconocidos, a que hablen con quien no quieren... Los pequeños deben saber que somos su apoyo y que estamos para acompañarles, si lo necesitan.

- No caer en la sobreprotección de los niños, ya que esto impedirá que desarrollen su autonomía y, con esto, que se enfrenten a aquello que le da vergüenza.

- Fomentar que se relacionen y conozcan a otros niños, por ejemplo, proponiendo planes en un parque público o apuntándoles a actividades extraescolares.

- No hablar por ellos cuando alguien se dirija a ellos. Pero también hay que evitar las etiquetas al decir frases como: 'Es que es un niño tímido...'. De tanto repetir que tu hijo es un niño tímido, se lo acabará creyendo y le costará más salir de ese encasillamiento.

- Dar ejemplo, ya que somos el modelo a seguir de nuestros hijos.

- Reforzar la autoestima y la confianza de los niños. Muchas veces, el hecho de tener vergüenza se debe a que se sienten inferiores que los demás. De ahí que sea tan importante reforzar la autoestima infantil.

- Evitar frases que invaliden esta emoción como: 'Como sigas así nos marchamos', 'Basta de tonterías', 'Eres un bebé'...

Más recursos para ayudar a los niños con vergüenza

A continuación te proponemos otra lista de recursos y consejos que te ayudarán a guiar a tu hijo cuando se sienta tímido o vergonzoso.

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