¿Por qué me cuesta abrazar a mis hijos? La falta de besos sí deja huella

¿Sabías que la falta de contacto físico con el bebé deja huella en sus genes?

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. ¿Por qué me cuesta abrazar a mis hijos? - La falta de afecto sí deja huella en sus genes
  2. ¿Por qué no puedo besar y abrazar a mis hijos si soy una madre dedicada?
  3. 8 beneficios de los besos y los abrazos para el bebé

Algunos padres perseguimos incansablemente a nuestros hijos para besarles, mecerles, achucharles o abrazarles, no podemos evitarlo. A otros les cuesta expresar los sentimientos tanto física como verbalmente e incluso dicen ¿por qué me cuesta abrazar a mis hijos? La falta de besos sí deja huella.

Quizás tú no eres una mamá o un papá muy cariñoso, quizás te cuesta dar besos y abrazos a tus hijos, quizás nunca te has planteado la importancia que tienen. Pues bien es hora de empezar a cambiar eso, si no quieres dejar una huella en sus genes de por vida.

¿Por qué me cuesta abrazar a mis hijos? - La falta de afecto sí deja huella en sus genes

Cuidado con la falta de besos y abrazos a los niños

Este es el primer estudio que muestra en humanos que el simple acto de abrazar y besar a nuestros hijos tiene consecuencias profundamente arraigadas de por vida en su expresión genética. Según una reciente investigación realizada por la Universidad British Columbia y del British Columbia Children's Hospital Research Institute, publicada en la revista Development and Psychopathology el 27 de noviembre de 2017, afirma que la falta de besos marca a los niños.

Este estudio concluyó que la cantidad de contacto cercano entre los bebés y sus padres o cuidadores puede afectar a los niños a nivel molecular. Además mostró que los niños que habían estado más angustiados cuando eran bebés y habían recibido menos caricias, abrazos o besos, tenían un perfil molecular subdesarrollado para su edad, esto llevó a los investigadores a pensar que podían estar rezagados frente a otros bebés a nivel biológico. 

Para probar esto, los investigadores estudiaron a 94 niños sanos, los expertos pidieron a los padres que desde las 5 semanas de edad de su bebé llevaran un diario del comportamiento es decir, registraran cuánto dormían, si lloraban mucho o poco o cómo estaba siendo su alimentación. Al llegar a los cuatro años y medio, se tomaron muestras de su ADN. Lo que observó fueron diferencias entre bebés que habían recibido un alto contacto y los que habían recibido escaso contacto. Estos últimos tuvieron una edad genética menor a su edad real, es decir, una inmadurez biológica. 

¿Por qué no puedo besar y abrazar a mis hijos si soy una madre dedicada?

Madres dedicadas que no dan abrazos

Sentir dificultad para abrazar a tus hijos, a pesar de ser una madre dedicada, resulta de lo más confuso y angustiante. Esta situación básicamente se presenta por factores emocionales, psicológicos y culturales. Por ejemplo, si creciste en un ambiente donde los abrazos y las muestras de afecto físico eran raros es posible que no te sientas cómoda expresando cariño de esta manera.

Esta falta de familiaridad puede hacer que los abrazos se sientan incómodos además de que algunas personas son naturalmente menos afectuosas, sin que esto disminuya su amor o dedicación como madres. Puede que solo te sientas más cómoda mostrando tu amor de otra manera, como dando palabras de afirmación o dedicando mucho más tiempo de calidad.

También las experiencias pasadas, especialmente las traumáticas, pueden influir en tu comodidad con el tacto físico, de igual forma el estrés y el cansancio físico y emocional pueden afectar tu capacidad para participar en el contacto físico. Si notas que esto ya está afectando demasiado tu relación con tus hijos, es momento de buscar ayuda profesional.

Ceder ante las presiones y expectativas de cómo 'debería' ser una madre afectiva pueden causarte ansiedad y hacer que actúes de manera contraria. Sentir que debes abrazar a tus hijos 'porque eso es inherente a una madre amorosa', pero sin que te nazca o lo sientas, hará que el acto se sienta forzado. Recuerda que cada relación con los hijos es única. Puede que te resulte más natural expresar afecto físico con uno que con otro, dependiendo de su personalidad y la dinámica de tu relación.

8 beneficios de los besos y los abrazos para el bebé

Beneficios de los besos para el bebé

Entre los múltiples beneficios que hay para los pequeños el recibir besos y abrazos de mamá y papá, están:

  1. Los besos y abrazos desde el mismo momento del nacimiento del bebé fortalece el vínculo y el apego entre padres e hijos.
  2. El contacto físico y el cariño activa las endorfinas, unas hormonas que aumentan la sensación de bienestar y alegría y alejan las de ansiedad o malestar.
  3. Abrazar y besar a nuestros hijos es altamente beneficioso porque les aporta una enorme sensación de seguridad y confianza, les hace ser personas más confiadas en sí mismas. 
  4. Activa una respuesta neuroquímica en el cerebro que llevan a la organización de los sistemas cerebrales responsables de las funciones emocionales, conductuales, sociales y fisiológicas.
  5. Fortalece la autoestima del niño.
  6. Causan impacto a corto, medio y largo plazo. El contacto físico constante desde los primeros años de vida del bebé impactan en la constitución de su personalidad y su forma de ser para toda la vida. 
  7. Ayudan a tranquilizar y a calmar a niños y bebés si se encuentran en un estado de ansiedad, rabieta o enfado.
  8. Fomenta el desarrollo de su inteligencia emocional.

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