Que un niño tenga mamitis no es tan malo como se cree

Las necesidades que tiene el niño que solo quiere estar cerca de su madre

En este artículo
  1. Qué quiere comunicar el niño en su etapa de mamitis
  2. 7 consejos que te ayudarán a normalizar la mamitis del niño

Es posible que seas una de esas madres que se pregunta: '¿Por qué mi niño solo quiere estar conmigo?' '¿Por qué le cuesta adaptarse a la escuela infantil o colegio?' ¿Por qué me persigue por toda la casa y no se quiere quedar con nadie?' Y así empieza a rondar por tu cabeza la expresión de ‘tiene mamitis’, habitualmente expresada de forma negativa. Sin embargo, que un niño tenga mamitis no es tan malo, al contrario, es una reacción normal y natural no solo en bebés sino en niños con edad más avanzada. Si te planteas algunas de estas preguntas, ¡te invito a seguir leyendo!

Qué quiere comunicar el niño en su etapa de mamitis

el niño con mamitis

Cuando esto ocurre, empezamos a inventar miles de maniobras para que el niño disfrute de la compañía de otras personas con felicidad y de este modo recuperar parte de nuestro espacio. Pero si lo hacemos desde una perspectiva negativa, la situación no solo no va a mejorar, sino que ocasionará desajustes en la autonomía y autoestima, ya que el niño no se sentirá comprendido y él, en su corta edad, no sabe gestionar esos sentimientos de inestabilidad.

Que el niño pase por la etapa de ‘mamitis’ es bueno, está expresando explícitamente que se siente inseguro, que tiene miedo y es su forma de pedir ayuda. El llanto, el querer estar cerca, la mirada tímida… Te está diciendo ‘mami, tengo miedo’, ‘mami, me siento inseguro’.

Es algo habitual que está relacionado con su proceso evolutivo. Si no le acompañamos, el miedo y la inseguridad se puede instaurar en el subconsciente del niño, dejando que estas emociones negativas le acompañen en su proceso de crecimiento y no disfruten la vida con naturalidad y felicidad.

Los miedos e inseguridades se empiezan a experimentar desde el primer año de vida y, en función del carácter del niño, algunos son más propensos a sentir la necesidad de compañía constante de la persona que le cuida. También puede haber otros factores, como algún cambio importante que pueda afectarle, por ejemplo, separación de los padres, comienzo escolar, enfermedad, etc.

Es importante respetar los procesos evolutivos del menor y ayudarle ante cambios repentinos que les puedan ocasionar desórdenes emocionales. Que los niños desarrollen autonomía e independencia a cortas edades es un privilegio de aquellos padres que utilizan paciencia, amor y perseverancia para educar a sus hijos.

7 consejos que te ayudarán a normalizar la mamitis del niño

normalizar la mamitis del niño

Los hijos son los seres que se más se aman. No dudes del curso natural de crecimiento y desarrollo. Llegará el día en que tu pequeño querrá irse y no serán tus besos y abrazos los que le detengan. Mientras tanto, ¡aquí te dejamos una serie de consejos!

1. Acepta y reconoce a tu hijo tal y como es 
Si tiene más necesidad de ti, vívelo con orgullo y normaliza la situación. Dale el amor y la compañía que necesita. Encuentra el equilibrio y evita sobre proteger.

2. Poco a poco recupera tu espacio
Planifica excursiones y reuniones para que los niños disfruten de los abuelos, tíos, amigos y para fomentar buenas relaciones y normalizar el compartir con otros. Has ejercicios de separación con cortos espacios de tiempo y ves incrementando en función de la tolerancia del pequeño.

3. Evita forzar la separación
Cuando fuerzas la separación, los niños pueden verse obligados a reprimir sus emociones y sentimientos, que más adelante puede entorpecer el desarrollo de su ser generando aún más inseguridad. Si dispones de tiempo y no hay razones de fuerza mayor, disfruta de ellos al máximo.

4. No te culpes si en algún momento la paciencia te abandona
Todos los seres humanos tenemos momentos en los que gestionamos mejor o peor los desafíos que nos presenta la vida. Aceptar y reconocer que esto también hace parte de tu evolución te dará fuerzas para volver a empezar con una mirada de tranquilidad hacia tu pequeño.

5. Evita hablar mal de tus hijos y menos delante de ellos
No caigas en el error de comentar la mamitis de forma despectiva delante de tu pequeño, ni ningún otro aspecto que le involucre negativamente. ¿Cómo te sentirías si alguien hace lo mismo contigo? Este es un hábito en el que se puede caer muy fácilmente, el cual es muy nocivo para la autoestima de los niños.

6. Vive la situación de forma positiva
Vivir la experiencia con positivismo te ayudará a encontrar soluciones. Piensa en la suerte que tienes de que tu niño o niña exprese su carencia con tanta claridad. ¡Saberlo te ayuda a encontrar soluciones!

7. Procura descansar y aprovecha espacios
Tomate el tiempo que puedas para descansar y relajarte. Utiliza los espacios que tus niños duermen o están entretenidos. El descanso te dará la energía y la paciencia que necesitas.

Libera pensamientos y emociones negativas de esta etapa hermosa en la que tus hijos te hablan abiertamente sobre sus necesidades más especiales.

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