El poder de aprender. Cuento para niños que no quieren estudiar

Un relato que nos invita a enseñar a nuestros hijos que aprender es muy divertido

En este artículo
  1. Cuento para leer con niños que no quieren estudiar
  2. Sigue el cuento para motivar a los niños a aprender y estudiar
  3. Actividades educativas a partir de este cuento infantil

Algunos niños no quieren estudiar porque les parece una actividad muy aburrida. Sin embargo, ¡aprender puede ser muy divertido! Este cuento de Marisa Alonso invita a los padres y maestros a buscar otras formas para que los niños aprendan (de una forma más experiencial) y enseña a los niños que estudiar y aprender cosas nuevas es fascinante. Acompañamos este cuento con algunas actividades educativas.

Cuento para leer con niños que no quieren estudiar

Cuento para los niños que no quieren estudiar

Elsa no sacaba buenas notas en el colegio porque no estudiaba nada. Para ella era un verdadero aburrimiento.

- Elsa, ¿qué estáis estudiando ahora en clase? - preguntó su padre interesándose por los estudios de su hija.
- Las estaciones del año - contestó la niña abriendo la boca con pereza.
- ¿Sabes en qué estación estamos ahora? - le preguntó.
- ¿Primavera? - contestó dudando la pequeña.
- ¡Eso es! ¡Me encanta la primavera! - exclamó su padre.
- ¿Por qué te gusta tanto? En primavera llegan las alergias - dijo la niña.
- El sábado tú y yo nos iremos de excursión y entenderás el motivo - contestó.

El viernes, cuando su padre llegó de trabajar, le dijo a la niña:

- ¡Déjame tu libro! ¿Por qué página vais?

Elsa rebuscó en su mochila, abrió el libro y se lo entregó a su padre.

- La primavera es la estación que sigue al invierno. Las plantas dan frutos nuevos. Es la estación ideal para empezar a disfrutar de la naturaleza - leyó su padre entusiasmado en voz alta. - ¡Y eso es lo que vamos a hacer! - dijo sonriendo a la niña.

Al día siguiente, Elsa y su padre se despidieron de su madre y su hermano pequeño, y salieron de la ruidosa ciudad. La niña estaba nerviosa. Era la primera vez que salía sola con su padre de excursión, y según le había dicho iban a visitar un lugar muy especial. Por el camino su padre le fue contando que a él, de pequeño, tampoco le gustaba estudiar mucho.

- El abuelo se desesperaba conmigo cuando le decía que no quería estudiar - dijo poniéndose bizco haciendo reír a Elsa. - Un día me dijo que yo tenía el poder de aprender y debía aprovecharlo. ¿Sabes la suerte que tenemos?

Por fin salieron de la autovía y tomaron una carretera nacional. Pasaron por algunos pueblos con casas de madera muy bonitas. A ambos lados de la carretera había unos árboles que llamaron su atención.

- ¿Qué son esos árboles? - preguntó la niña.
- Son almendros en flor. ¿Verdad que son bonitos? - dijo su padre mirándola de reojo.

Elsa suspiró sin contestar. Siguieron por la carretera, se desviaron por un camino de tierra, y se fueron internando en un bosque. Al llegar a un claro su padre fue frenando y paró el motor. El lugar estaba repleto de flores y aparecía salpicado de multitud de colores.

- ¡Escucha! - dijo su padre mientras sacaba las mochilas del coche.

Oyó un ruido muy fuerte. No supo qué era.

- ¡Es por allí! - gritó Elsa.

Su padre le ofreció la mano y fueron en esa dirección. Cuando Elsa vio el río y la cascada se quedó sin palabras.

- Vi algo así un día en la televisión - dijo emocionada.
- En primavera los ríos llevan mucha agua. Las lluvias del invierno, el calor y el deshielo hacen que sean más caudalosos.

Padre e hija estuvieron un buen rato callados admirando el paisaje. Anduvieron por una estrecha senda que rodeaba la cascada.

- En primavera los árboles empiezan a reverdecer y las plantas a florecer y dan frutos nuevos. Por eso todo está tan bonito - le dijo su padre mientras caminaban.

Sigue el cuento para motivar a los niños a aprender y estudiar

Un cuento infantil para los niños sobre aprender

- ¡Mira papá! ¡He visto un conejito! - gritó de repente la niña con sorpresa.

- En primavera todos los animalitos quieren disfrutar del sol y la buena temperatura. ¡Mira, Elsa, tienes una mariquita en el hombro! - dijo su padre divertido.

Elsa iba sonriendo acompañada de la mariquita a la que no dejaba de mirar. Se sentaron a descansar y comer algo a la sombra de un árbol.

- ¡Mira, papá! Hay una fila de hormigas muy larga y van carg..

No había terminado de hablar cuando dos mariposas blancas comenzaron a volar alrededor de su cabeza.

- ¡Qué bonitas sois! - exclamó la pequeña.

Se despidieron de la mariquita, las hormigas y las mariposas, y continuaron el paseo.

- La primera vez que vine aquí fue con el abuelo. Este lugar me parece maravilloso - le dijo su padre.

En el camino escucharon los cantos de los pájaros, descubrieron a una ardilla saltando por las ramas, vieron a las abejas y abejorros sobrevolando las flores. Había orugas, culebras, caracoles y babosas, y cerca del río escucharon croar a las ranas.

- ¡Parece que están de fiesta! - exclamó Elsa.
- ¡Qué bonito! ¡Parece un mar rojo! - gritó al rato cuando apareció ante sus ojos un campo de amapolas.

Estuvieron todo el día paseando, disfrutando, riendo, aprendiendo de un paisaje lleno de vida. A media tarde, cuando se dirigían al coche, comenzó a lloviznar, y a los pocos segundos un precioso arcoíris apareció en el cielo para despedirlos.

- ¡Papá! - dijo Elsa sentada en el coche de vuelta a casa. - Ya sé por qué te gusta tanto la primavera. ¡Ha sido genial!

En la cama, acurrucada entre las sábanas, sonrió pensando en todo lo que había vivido junto a su padre. Supo que todo lo que ponía en su libro sobre la primavera era verdad, y la maravilló. Ahora que había descubierto que tenía el poder de aprender estaba feliz, y se prometió estudiar para aprender muchas cosas más. Elsa sacó un diez en su redacción de la primavera.

- ¡Mira papá! - le enseñó su cuaderno entusiasmada cuando llegó del colegio, mientras su hermano pequeño aplaudía.

Su padre la abrazó y le dijo:

- ¡Estoy muy orgulloso de ti! Haremos muchas más excursiones. ¿Sabes por qué me gusta tanto la historia?

Y a Elsa se la iluminaron los ojos.

Actividades educativas a partir de este cuento infantil

Las actividades educativas sobre la lectura

A continuación te hacemos algunas propuestas que puedes llevar a cabo con tu hijo o hija después de la lectura de este cuento. Son ejercicios especialmente interesantes en caso de que el niño tampoco quiera estudiar, pues le hará reflexionar sobre el cuento de Elsa. Adapta las actividades a la edad y nivel de tu pequeño.

- Comprensión lectora
El primer ejercicio que te proponemos de hacer un pequeño juego de comprensión lectora. Puedes hacerle al niño preguntas de verdadero o falso sobre la lectura. Algunos ejemplos serían:

Al principio del cuento, a Elsa le parece un aburrimiento estudiar, ¿verdadero o falso?

Elsa fue con su papá de excursión a un museo, ¿verdadero o falso?

La niña se entusiasmó con todo lo que vio en el bosque, ¿verdadero o falso?

Al final del cuento, Elsa cambió de opinión sobre si aprender es aburrido o divertido, ¿verdadero o falso?

- Debate sobre el cuento
Para que los niños aprendan a tener pensamiento crítico debemos enseñarles a escuchar, reflexionar, nutrirse de todo lo que les rodea y sacar conclusiones. Los debates familiares son una actividad genial para invitar a los pequeños a pensar. Podéis partir de una pregunta y guiar la conversación con las siguientes cuestiones.

¿Tú crees que aprender es divertido o aburrido?

¿Por qué crees que Elsa cambia de opinión después de irse de excursión con su padre?

¿Cómo crees que podemos hacer que tu estudio y aprendizaje sea más divertido?

¿Qué excursión podríamos organizar nosotros?

- Final abierto
Aunque este cuento concluye con una importante lección que Elsa ha aprendido (lo divertido que puede ser aprender), también hay un final abierto. Y es que su padre le hace una invitación a seguir haciendo excursiones y parece que la próxima estará relacionada con la historia. Pregúntale a tu hijo o hija a dónde cree que podrían ir para aprender historia. Incluso, podéis organizar vuestra propia excursión histórica.

Cuentos y poesías para animar a los niños a estudiar y reflexionar

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