Marisol. Cuento corto para niños que lo piden todo llorando y gritando

Cuento infantil para que padres e hijos reflexionen sobre cómo se comunican en casa

En este artículo
  1. Cuento corto para que los niños dejen de gritar y llorar al pedirlo todo
  2. Actividades infantiles para hacer en casa a partir de la lectura
  3. Qué hacer si tu hijo lo suele pedir todo gritando y llorando

Para los padres resulta desesperante cuando sus hijos lo piden todo llorando y gritando y saben que la rabieta está próxima a aparecer. 'Marisol' es un cuento corto que hará reflexionar a los niños sobre por qué esta no es una forma de comunicarse efectiva y aceptable. Los padres también podrán aprender algunos recursos para acompañar a sus hijos cuando tengan esta conducta.

Además, de este cuento infantil, a continuación encontrarás actividades educativas y consejos para gestionar una situación de llanto de tus hijos.

Cuento corto para que los niños dejen de gritar y llorar al pedirlo todo

Un cuento corto para niños que lloran y gritan

Solo llevaban unos minutos en el parque.

- ¡Quiero la muñeca! - gritó llorando Marisol.

- ¡Esa muñeca no es tuya! Cuando lleguemos a casa podrás jugar - dijo Manuel a su hija.

Pero Marisol lloró más fuerte y se abalanzó encima de la otra niña para quitársela.

- ¿Qué haces, Marisol? - gritó Manuel.

El padre pidió disculpas a la madre de la otra niña, cogió en brazos a su hija y se marchó del parque antes de lo que había previsto, regañando a la pequeña por su mal comportamiento.

Llegaron a casa y Lucía, la madre, que acababa de dar el pecho al hermanito de Marisol, esperaba con la mesa puesta.

- ¡No quiero sopa! - dijo apartando el plato humeante. - ¡Pero si es tu sopa favorita! - le dijo su madre.

Marisol continuó llorando sin parar y, sin probar bocado, se quedó dormida en el sillón vencida por el cansancio.

La familia esa tarde esperaba la visita de unos amigos a los que hacía tiempo que no veían. Prepararon una buena merienda. Marisol estuvo tranquila. A la hora señalada llamaron a la puerta. Claudina estaba embarazada y lucía radiante. Jorge llevaba al pequeño Alberto de la mano.

- ¿Marisol, quieres enseñar a Alberto tu habitación? - le dijo su madre.

Los dos niños se encontraron cara a cara solos en la habitación y se quedaron callados. Alberto fue a la estantería y cogió un rompecabezas. Marisol, enfadada, se abalanzó sobre él quitándole el juego y empezó a llorar y a gritar.

- ¿Qué sucede, Marisol? - preguntó su padre disgustado.

- ¡No pasa nada! - contestó rápidamente Alberto antes de que la niña dijera nada.

El padre de la niña se quedó en la puerta de la habitación unos minutos, y vio cómo Alberto se acercó a la pizarra, cogió una tiza de color y dibujó una cara redonda con una gran sonrisa pintada en rojo.

- Mira, Marisol - le dijo a la niña.

Marisol quitó el pelo de su cara y miró de reojo. Cuando vio el dibujo sonrió a Alberto y comenzó a armar el rompecabezas con él.

Alberto les había dado una gran lección, pensó Manuel.

Desde ese día, los padres de Marisol no gritan ni se enfadan como antes, siempre llevan encima una cara con una gran sonrisa pintada de rojo, y su hija es más feliz.

Actividades infantiles para hacer en casa a partir de la lectura

Más actividades educativas para niños que gritan

Una vez leído el cuento, te proponemos algunas actividades educativas con las que los niños reflexionarán sobre la historia ¡y aprenderán mucho!

- Actividades de comprensión lectora
Vamos a empezar con unas sencillas preguntas de comprensión lectora que hacen alusión al cuento corto que acabáis de leer. Si tu hijo ha prestado atención, será capaz de responderlas sin problema. Si tiene alguna duda, podéis volver a repasar el cuento.

¿Cómo es el comportamiento de Marisol?

¿Te acuerdas de alguna de las situaciones en las que la niña haya llorado y gritado?

¿Qué hace Alberto para hacerla sonreír?

- Preguntas para reflexionar sobre el cuento
A partir de los cuentos, los niños pueden extraer patrones y conclusiones sobre qué comportamientos son aceptables y cuáles hay que cambiar. Al ver estas conductas en los personajes de los relatos, pueden reflexionar sobre sus propios comportamientos. Aquí van algunas preguntas para hacer un pequeño debate en casa.

¿Crees que el comportamiento de Marisol es aceptable?

¿Cómo crees que se siente Marisol? ¿Y las personas que están con ella cuando llora y grita para pedir lo que quiere?

¿Cómo crees que es mejor comunicarse con otras personas para que entiendan lo que queremos?

¿Recuerdas algún día en el que hayas gritado y llorado para conseguir algo como Marisol?

Qué hacer si tu hijo lo suele pedir todo gritando y llorando

Niños que lo piden todo llorando y gritando

Todos sabemos que los llantos son la primera forma de comunicación que los bebés desarrollan. Lloran para decirnos que están incómodos, que algo les duele, que tienen hambre... Sin embargo, según crecen, y van desarrollando el lenguaje, esperamos que empiecen a utilizar las palabras para expresarnos lo que desean y necesitan. Sin embargo, algunos niños siguen llorando (y hasta gritando) para comunicarse con sus padres.

Si este es el caso de tu hijo o hija, estos son algunos consejos y reflexiones que te ayudarán a controlar la situación.

1. Revisa tu forma de comunicarte
¿Cómo le hablas tú a tu hijo? ¿Y a tu pareja? ¿Y a tus compañeros de trabajo? A menudo, nosotros somos los primeros que utilizamos el grito o el tono elevado y exaltado para hablar con los niños. Esto ha hecho que nuestro hijo normalice esa forma de hablar y la incorpore a sus formas de expresar, sobre todo cuando quieren conseguir algo y la otra persona no cede (como cuando nosotros le pedimos que se vaya a la cama y él o ella no hace caso). Los niños aprenden más de lo que ven en nosotros que de lo que les decimos.

2. Explicar a los niños que no aceptamos esa forma de comunicarse
Cada vez que nuestro hijo o hija empiece a llorar o gritar para conseguir algo debemos explicarle (con mucha calma y cariño, incluso, podemos utilizar el contacto físico para que se sienta más cerca de nosotros), que esa no es una forma de comunicación que aceptemos en casa. Debes explicarle, por tanto, que prefieres que se calme antes para poder entenderle al hablar y saber qué quiere.

3. Escucharle cuando sí que nos habla sin gritos
Por supuesto, una vez que deja de gritar y llorar debemos escucharle. Debemos decirle que en ese tono es mucho más fácil y agradable hablar y podemos entendernos mejor.

4. No ceder ante sus caprichos
Si el niño o niña nos pide algo de esta forma, no debemos ceder a sus caprichos. Esto puede acabar desembocando en una rabieta, pero no pasa nada. No olvides que los berrinches forman parte del desarrollo emocional de los niños, ya que están aprendiendo a gestionar aún emociones como el enfado o la frustración al no conseguir algo que quieren. Si cedemos ante lo que quieren para evitar que explote emocionalmente, interiorizarán que es una forma de comunicación aceptable para conseguir lo que quiere.

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